Underground del bueno de la mano de La Cúpula

Hoy nos vamos a acercar al comic Underground estadounidense, de la mano de los que quizás son sus dos mayores figuras, Robert Crumb y Gilbert Shelton, y que nos llegan de la mano de la Editorial La Cúpula. Éste último estuvo en el Salón del Comic de Getxo y que publicado recientemente un  recopilatorio con las mejores historias de uno de sus principales personajes, un superhéroe un tanto atípico conocido como “Superserdo”. Superserdo vino del espacio exterior cuando no era más que un cochinillo y lleva más de cuarenta años dándolo todo en nuestro planeta. Curiosamente, este recopilatorio no comienza con su llegada a la tierra, que guarda muchísima similitud con la aparición de supermán, sino con “Muerte súbita”, la historia en la que vemos como un novato universitario logra hacerse un hueco en el equipo y convertirse en toda una estrella del fútbol americano. Después llegará “Superserdo y los tarados de diciembre”, en el que Phillip Desanex, el alter Ego de Superserdo, que curiosamente, también es periodista y con bastante poco éxito, termina, tras una serie concatenada de magnicidios, convirtiéndose en presidente de los Estados Unidos. Una historia con mucho humor, con el inconfundible estilo de Shelton, y con algunas reflexiones más que interesantes sobre la sociedad moderna.Es toda una novela gráfica con mayúsculas, con mucho humor, con una estupenda traducción  y con mucha crítica mordaz. Todo ello de la mano de Gilbert Shelton, que a los 70 años es uno de los artistas más importantes del comic underground, y que es el creador de personajes como “Los Fabulosos Freak Brothers”, “Fat Freddy’s Cat” y el mencionado “Superserdo”

Superserdoooooo!!!

Superserdoooooo!!!

Por otro ladro, tenemos “La cara más dulce de Robert Crumb”, en la que nos ofrecedeliciosas ilustraciones ejemplifican maravillosamente los muchos momentos de ternura que, hasta ahora, han jugado un rol secundario frente a sus icónicos y más picantes dibujos de culto. Ahora Crumb se remonta a sus humildes inicios americanos como ilustrador de tarjetas de felicitaciones en Cleveland, cuando su talento innato para lo grotesco tuvo que ser reprimido a favor de la perenne llamada de lo “bonito”. El resultado era un mundo alegre y risueño en el que los lectores, cualquiera que fuese su personalidad, edad e incluso orientación sexual, podían disfrutar el momentáneo lapso del artista desde lo gamberro hacia lo bonito.

En la propia portada, un autoretratado Crumb dice que es su cara más amable “lo creas o no”, adelantando ya la sorpresa que va a ofrecer al lector, como indica en la introducción de la obra.

A partir de ahí, una serie de preciosas ilustraciones y algunas sorpresas, como diálogos del autor con su hija, paisajes rurales, bosques de Francia (donde vive desde 1991), retratos, muchos músicos (hay que decir que Crumb es un gran coleccionista de discos antiguos de blues, hay quien dice que colecciona compulsivamente discos de 78 rpm, y toca el banjo en los “Cheap Suit Serenaders”, que también aparecen retratados). Como curiosidad, en una serie de ilustraciones en las que retrata a “Exóticas y picantes cantantes venidas de regiones tórridas del mundo”, aparece La Niña de los Peines.

Y entre los que aparece también retratado, nos encontramos con un famosísimo músico de Blues, un jovencísimo B.B. King. Tampoco faltan retratos de mujeres, desnudos clásicos, músicos modernos y lo que denomina gente joven de hoy en día. Todo ello hasta llegar a una contraportada dedicada a su preciosa esposa Aline, como dice él, sin la cual estaría muerto.

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