“Con locura, amor y malos tratos”, es una obra que aborda directa y cruelmente toda la desgracia y la lacra que es la violencia de género. Está además estupendamente narrado de un modo cronológico. Una pareja, un hombre y una mujer se conocen en los tiempos universitarios, con el tiempo se encuentran, inician una relación hasta que se enamoran, se casan  y comienzan una convivencia en un mismo hogar. Él tiene un buen trabajo y ella, como se solía decir antaño, cuida del hogar. Todo en principio marcha por buen camino hasta que, de pronto, aparecen los malos tratos, una marca en la cara, unas gafas de sol en invierno, una bofetada, un manotazo y la violencia se acaba convirtiendo en un ingrediente más de la rutina diaria de la convivencia de la pareja.

Esta historia, desgraciadamente de actualidad cotidiana, es llevada al comic de un modo muy elogiable por parte de sus autores ya que aborda la situación de la víctima y nos acerca a la situación del maltratador, un personaje que en ningún momento se ve a sí como tal, que niega la realidad y del que se nos ofrece un perfil que nos hace ver a un hombre machista y misógino, que trata a todas las mujeres, su pareja, su compañera de trabajo, como un ser inferior y su miso y al que puede manejar a su antojo. En muchos casos llega a justificar su comportamiento por el estrés al que está sometido en su trabajo.

Por otro lado, el dolor de la víctima es descrito fenomenalmente. Se narra el dolor por la situación que vive, la incomprensión por parte de su propia madre, que llega a decirle cosas como “Bueno, todos los hombres son un poco violentos. Es hormonal” y que llega a comparar el pegar a la mujer como el pelearse con los amigos o el pegar a su perro. Por el contrario, está también el personaje de su mejor amiga, quien le anima a que corte con esa situación y abandone el hogar.

No vamos a desvelar más aspectos de esta novela gráfica, pero sí que hay que decir que Sylvain Ricard y James han desarrollado un gran trabajo, han elaborado un documento muy elogiable y muy recomendable, tomando una posición comprometida y de denuncia, pero haciendo además un buen trabajo de introspección psicológica en la mente de los protagonistas.

En cuanto al dibujo, uno pouede evitar pensar que el autor homenaje a ese gran maestro del comic francés que es Lewis Trondheim porque en este caso ha utilizado ese recurso que tan magistralmente utiliza Trondheim en todos sus trabajos que es dar rostro de animal a los personajes, con cuerpo humano, como hace James en este caso. “…Con amor, locura y malos tratos”, tiene 142 páginas, está editado por “Panini Cómics” y su precio es de 19,95 euros

Portada de "...con locura, amor y malos tratos

No este el único comic que  ha abordado este desgraciado tema. Por ejemplo, está caso de  Olimpita (Editado aproximadamente hace dos años por Norma Editorial) y que fue la primera obra en la que colaboraron Hernán Migoya -guión- y Joan Marín -dibujo-, dos artistas multidisciplinares que cuentan en 150 páginas la llegada de Ass, un inmigrante senegalés, a Barcelona. Sin amigos, sin papeles y sin ingresos, lo primero que hace Ass es recorrer los comercios de su zona para buscar trabajo. En un mercado del barrio de Gràcia conoce a Olimpita, una pescadera de origen andaluz que sufre en su casa el maltrato de Carmelo, su marido. Ambos, Ass y Olimpita simpatizan, y donde los demás ven a un pedigüeño inútil, Olimpita ve en Ass -que en inglés puede traducirse como imbécil, burro o culo- la carta más valiosa de la baraja, y consigue que Carmelo le dé un trabajo en el puesto. Luego llegará la relacion de amor y el comportamiento violento por parte de Carmelo. En este caso, además del tema de la violencia de género aborda muy bien el de la inmigración y la soledad de los que vienen desde muy lejos.

Por otro lado, tenemos también “Luchadoras” (Editorial Sins Entido) un comic editado a principios de este año en blanco y negro y con el que la francesa Peggy Adam denuncia la dramática situación que viven un gran número de mujeres en la urbe mejicana de Ciudad Juárez. Como ya casi todo el mundo sabe, en Ciudad Juárez, junto a la frontera estadounidense han desaparecido desde 1993 más de 600 mujeres y otras 400 han fallecido en horribles crímenes, la mayor parte de los cuales se han cerrado sin ser resueltos. De este modo, la mencionada ciudad, que vive en un terrible ambiente de violencia y criminalidad, se ha convertido en un triste símbolo del maltrato a nivel mundial

Portada de "Luchadoras"

En “Luchadoras”, no se incluye esa frase que hace unos años solía acompañar a muchas películas y que decía y recalcaba que la historia que se contaba estaba basada en hechos reales, pero al leer el comic de Peggy Adams, uno no necesita que le incluyan esa manida cita para darse cuenta desde las primeras páginas de que lo que está leyendo es una historia muy cruda y muy real. La historia de esas mujeres a las que mataron, violaron y torturaron no siempre desconocidos, ya que muchas veces fueron víctimas de parientes, novios, maridos o la cana. Con un particular estilo de dibujo, cercano al naif en blanco y negro, Peggy Adam impacta en lector con el juego de luces y sobras y con lo sobrio de la narración. Es un dibujo que no nos deja fríos en ningún momento y que nos hace sentir muy de cerca el drama que viven las mujeres de esta historia, alejándose del drama fácil, sin pasar por alto el silencio y la impunidad con la que en muchísimas ocasiones se ha ido borrando la huella de esos crímenes