El comictario. Ms. Marvel, la pequeña revolución

La industria del cómic, sobre todo la gran factoría de los superhéroes estadounidenses, es un constante juego de riesgo, una apuesta por un personaje o serie cuyo origen a menudo es casual y rara vez se convierte en un rotundo éxito. Pues esto es lo que ocurrió cuando Sana Amanat, musulmana estadounidense y editora de la casa Marvel, contaba a un colega sus experiencias juveniles en Nueva Jersey. Ahí había una historia y, después de darle un par de vueltas, le pasaron el proyecto a G.Willow Wilson, guionista norteamericana que trabajó durante años como periodista en El Cairo y allí se convirtió al Islam. Ella dio forma a la idea y el resultado fue Ms. Marvel, el cómic que hoy nos ocupa, la serie del gigante editorial estadounidense que se ha convertido en la gran sorpresa de los últimos tiempos. En 2015 se llevó ni más ni menos que el prestigioso Premio Hugo a la mejor historia gráfica y este año, el pasado mes de enero, daba la campanada al hacerse con el premio a la mejor serie en el Festival de Angoulême. Es la primera vez en sus 76 años de existencia que la editorial Marvel se hace con un galardón en el considerado mejor festival de cómic del planeta.

Así pues, se puede decir que Ms. Marvel ha revolucionado el mundo del noveno arte, y seguro que sus creadores no esperaban semejante impacto. El principal motivo del éxito es la protagonista de la serie, una adolescente musulmana llamada Kamala Khan, que vive en Jersey City. Como toda joven de 16 años, a Kamala le gustan los videojuegos, la fiesta, salir con chicos y volver tarde a casa, pero eso es algo impensable para su tradicional familia pakistaní, guardiana de las virtudes que deben caracterizar a toda buena mujer musulmana. Agobiada por el control familiar y llena de las dudas e inseguridades de cualquier adolescente, Kamala se convierte una noche en un ser humano con superpoderes. Las nieblas procedentes de la explosión de una bomba terrígena, artefacto utilizado en otras series Marvel, dotan a la joven de una gran fuerza, factor curativo y la capacidad de aumentar o disminuir de tamaño, una habilidad que al principio no domina y que da lugar a divertidas situaciones.

Admiradora confesa de la Capitana Marvel, Kamala decide utilizar el anterior nombre de esta superheroína, Ms. Marvel, y empieza su particular periplo como justiciera enmascarada, amenas aventuras realzadas por el dibujo del canadiense Adrian Alphona. Poco más que decir. Os invito a descubrir una de las series del momento, Ms. Marvel, publicada en castellano por Panini Cómics.

Iñaki Calvo

Kike Martin

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Tags: comictario

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