Pompas de papel

LUIS MATEO DÍEZ

Vicisitudes    (ALFAGUARA)  558 páginas

Luis Mateo Díez  (Villablino, 1942) ha vuelto al territorio, nunca abandonado, de las Ciudades de Sombra, un paisaje imaginario que se parece mucho a los de su León natal. En Celama y sus alrededores se ambientan estas 85 historias, 85 capítulos que parecen conformar una novela sin una historia común, pero con temas que las hilvanan: la enfermedad, la pandilla, la rutina, la viudedad, la desdicha, el amor, la familia, la muerte, la vida, los recuerdos. El autor de libros tan poderosos como La Fuente de la Edad y La ruina del cielo ha dicho de este volumen, con mucha sorna, que aquí están todas las novelas que comenzará a escribir desde el año que viene. Humor, alegría, tristeza (sentimientos) y una prosa precisa y elegante, que le ha convertido en uno de los grandes escritores de su generación. Palabras mayores.

PAULINE DREYFUS

Son cosas que pasan   (ANAGRAMA)  164 páginas

Pauline Dreyfus (1969) es una periodista francesa que antes de dedicarse a la literatura había escrito dos libros sobre la experiencia de ser padres y sobre un ministro de justicia. Debutó en la literatura con Immortel enfin en 2013 sobre la figura del diplomático y escritor Paul Morand y un año después apareció Son cosas que pasan, finalista de los más importantes galardones literarios de su país, y que se centra en uno de los momentos más ignominiosos de la historia de la Francia Contemporánea, la época de la ocupación nazi durante la II Guerra Mundial y la actitud de la clase aristocrática y cultural y del gobierno “libre” de Vichy. La historia la protagoniza una joven aristócrata, Natalie Luisgnan, que vive esos momentos como si fueran los últimos y que descubre un secreto familiar que hará cambiar su vida. La memoria verdadera.

SÒNIA HERNÁNDEZ

El hombre que se creía Vicente Rojo  (ACANTILADO)  137 páginas

Este libro ha provocado encendidos elogios en casi toda la crítica literaria. Sònia Hernández (Terrassa, 1976) había publicado hasta el momento dos poemarios, dos libros de relatos y dos novelas, La mujer de Rapallo y Los Pissimboni. En 2010 la revista Granta la incluyó en la selección de los mejores narradores jóvenes en castellano. El hombre que se creía Vicente Rojo cuenta la historia de Berta, una mujer que cree que en la vida sólo le van a suceder cosas desagradables, y su relación con un hombre que se presenta como el prestigioso artista mejicano Vicente Rojo. A partir de aquí se desencadenará un sorprendente juego de identidades en el que será difícil reconocerse o diferenciar lo que está a nuestro alcance de lo que es imposible. Se ha definido la prosa de Hernández como “perturbadora y poco convencional”.

MIKEL SANTIAGO

El extraño verano de Tom Harvey  (EDICIONES B)  495 páginas

El vizcaíno Mikel Santiago (Portugalete, 1975) tiene dos amores, la música y la literatura. La música la ejerció durante años en bandas de rock. En la literatura es un recién llegado, pero se ha convertido ya en uno de los grandes valores de la novela negra reciente. Con sus libros anteriores, La última noche en Tremore Beach y El mal camino, llegó a las listas de best sellers de España y Estados Unidos. Ahora publica El extraño verano de Tom Harvey donde un hombre se pone a investigar la extraña muerte de un amigo, que falleció poco después de que le llamara por teléfono y éste lo dejara sonar. Oficialmente se trata o de un accidente o de un suicidio, pero hay demasiados frentes abiertos. ¿Por qué iba a suicidarse alguien que al parecer lo tenía todo, incluso una mansión en Italia al borde del mar? Y además hay muchos sospechosos.

J.M. CABALLERO BONALD

Examen de ingenios    (SEIX BARRAL)  456 páginas

Hacía cuatro años que el gran poeta y narrador gaditano Caballero Bonald (Jerez de la Frontera, 1926),  no publicaba un libro. Por eso que el Premio Cervantes 2012 lo haga es un acontecimiento. Además es un libro muy especial porque en él se vierten las opiniones del autor sobre un centenar de escritores y literatos. Los pequeños retratos se centran en el momento en el que Caballero Bonald conoció y trató a los personajes. Y lo hace revisando y rectificando algunas opiniones que él mismo había vertido. Aparecen por este libro, creadores de diferentes generaciones, de 1898, 1914, 1927, 1936 y 1950. Entre otros están Azorín, Borges, Baroja, Max Aub, Neruda, Miró, Cortázar, Pepa Flores, Gil de Biedma, Delibes, Ana María Matute, Onetti, Oteiza, Vargas Llosa o Paco de Lucia.  Merece ser leído este libro.