Como Aitor Ocio sólo podía hacer la entrevista por la tarde y yo no podía, le pasé “el marrón” a mi compañera Amaia Akordagoitia que lo hizo encantada. Además, le pedí que después escribiera también un post. Esta es su impresión después de hacerle la entrevista a Aitor Ocio:

“La verdad es que me hubiera gustado que la entrevista hubiera sido en persona, pero me tuve que conformar con escuchar la voz del hombre más guapo del año. Bueno, no está mal, menos es nada. Aitor Ocio existe, tiene vida y no sólo se dedica a jugar al fútbol, eso os lo aseguro. Os lo digo porque conseguir 15 minutos para hacer la entrevista por teléfono fue un ejercicio de constancia y perseverancia.

Había quedado en llamarle a las 16:15, tal y como él me había citado, pero no pudo ser. Tras unos cuantos intentos, Aitor me dijo que no, que estaba con su hija y una “amiguita” de su hija y que no iba a poder atenderme. No le falto amabilidad para citarme para el día siguiente. ¡Yo encantada! A falta de un día, hablaría dos con él.

Aitor Ocio

Bueno, pues nada, que al día siguiente la cobertura se interpuso entre Aitor y yo. El destino me estaba diciendo que aquello era imposible. Finalmente, tras unas cuantas llamadas sin respuesta, sonó su voz. Estaba de camino a Vitoria y tuve que llamarle en 5 ocasiones, ¡una odisea! Sin embargo, el futbolista demostró ser un auténtico gentleman…

Lo que más me llamó la atención fue la devoción que tiene por su hija Naia. Un amor que, por otro lado, es normal, pero que normaliza y vulgariza, en el mejor sentido de la palabra, a un hombre que, por aparecer en las revistas rosas, parece que no puede tener una vida normal. Aitor es un padrazo, de eso no me cabe duda.

La pena es que su apretada agenda no me brindará la oportunidad de encontrarme con él de poteo por el Casco Viejo de Bilbao. Ese no será nuestro destino. Aún así, como en breve será su cumpleaños (el 28 de noviembre hará 34), aprovecho desde aquí para repetirle: ¡Aitor estás estupendo!”

Eskerrik asko, Amaia.