No es plato de buen gusto, para los que componemos este blog, inaugurar “Vida Rosa” con un fallecimiento, pero la vida es así. Hoy, 5 de noviembre, nos ha dejado Paco Marsó, productor teatral y ex-marido de Concha Velasco, más conocido últimamente por airear de primera mano, y sin tapujos, su miserias (económicas o no) en los platós de televisión.

Paco Marsó y Concha Velasco, en épocas felices.

Conocidos eran los líos de faldas de Francisco Martínez Socias, verdadero nombre del productor, mientras estuvo casado con Concha Velasco, al igual que sus problemas económicos, que llevó a la pareja casi a la ruina. El teatro es un negocio en el que hay que arriesgar, pero donde no hay que jugárselo todo, y mucho menos el matrimonio. Marsó y Velasco se separaron en 2005 precisamente por eso:  había rumores que culpabilizaban al productor de haber derrochado la fortuna de la actriz, que no paraba de trabajar en obras y programas de televisión, pero no conseguía cerrar “el grifo” de las deudas. Cansada, dejó a su marido, aunque llevaban años “durmiendo separados“.

Entre todas las mujeres que conoció después de separarse de la mujer a la que quería “como una hermana”, destaca Diosi.  La relación que mantuvo con la cubana, 32 años menor,  fue aireada incluso por el propio Marsó  por las tertulias del corazón, ambrientas de conocer todos los trapos sucios de este hombre, y acababa salpicando siempre a Concha Velasco.  La cubana lo acusó de ser “alcohólico y maltratador” y se guardó mil “lindezas” más por respeto al padre de su hija Gabriela.  Esta relación también se truncó.

Dicen también que la relación del productor con sus hijos mayores Diana Patricia (fruto de una relación con una alemana), Manuel (Hijo de Concha) y Paco no era nada buena.

Ahora, después de su fallecimiento, seguro que todos se quedan con algo positivo, y siguen el ejemplo de su ex-mujer guardando en el “recuerdo al hombre al que amé tanto“.