Aterrizaje en Jakarta

Jakarta es inmensa, gigante, un coloso. Es una ciudad desmesurada, todo en ella es exagerado: el tráfico, la contaminación, el calor sofocante, los rascacielos, las barriadas de txabolas, los olores, los lujosos centros comerciales…..las calles siempre están atestadas de gente sin importar la hora del día, el sonido de los motores de los coches y de las motos (¡hay miles!) son la banda sonora permanente que tan solo es superada en volumen por la llamada al rezo de las mezquitas repartidas por la metrópolis.

DSCN1684 Llevo solo una semana en esta ciudad, y todavía no he tenido tiempo para detenerme y pensar dónde estoy. Asimilar todos los nuevos conceptos, sensaciones, olores y códigos culturales a los que tendré que habituarme. Tan solo 7 días, y tengo la sensación de llevar aquí un mes.

Estoy sorprendido de lo rápido que me he acostumbrado al calor, al bochorno permanente (hace unos 25º de media con una humedad de cerca del 90%), a cruzar las carreteras deteniendo con la mano a los coches y a las motos (¡de verdad que hay muchísimas!) y al fuerte olor de la calle (una mezcla entre alcantarilla, humo de motor y fritura).

Es una ciudad caótica, descontrolada y gris (desde que he llegado no he visto el sol ni un solo día, no estoy seguro de si es porque estamos en la época de lluvias y está permanentemente nublado, o si es por la espesa capa de contaminación que cubre toda la ciudad). Y no se exactamente porqué, pero a mí ya me tiene ganado. Lo poco que he visto y conocido de Jakarta no ha servido más que para agudizar mi curiosidad. Estoy deseoso de seguir sorprendiéndome cada día con lo que me ofrece esta megaurbe y sobre todo, de conocer qué hay más allá. Incluso desde el más alto de los rascacielos del centro financiero es imposible divisar el final de la ciudad. Parece mentira que fuera de Jakarta exista una de las mayores y más ricas selvas del mundo, volcanes en plena actividad y miles de islas paradisíacas.

Para todo eso y más ya habrá tiempo, y en cuanto lo descubra, aquí lo contare.

Geroarte!

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