Será uno de los objetivos de la obsolescencia programada tener asegurado un consumo rÃtmico por parte de los individuos.? Cuanto mas leÃa, mas querÃa ser un escritor y plasmar en una novela todo, porque no daba crédito a lo que leÃa. VeÃa que estaba rodeadade objetos perecederos, con fecha de caducidad diagramada por el Dios Consumo que estipulaba de antemano los dÃas de gloria sobre esta tierra. Y después, a su muerte, ¡como basura en paÃses no desarrollados!
El mundo palpitaba de una manera particular allá por 1920 hasta la crisis del 30. Y fue en aquellos años donde esta idea cobró forma : producir producir y producir, para que los del otro lado, consuman consuman y consuman. Y para que consuman siempre? Apliquemos la ingenierÃa del valor! pensaron los que venden para tener asegurados los ingresos. (la ingenierÃa del valor es esa disciplina que observa que componentes tecnológicos se utilizan, cuando duran y valen. Y con el informe ver como las compañÃas pueden abaratar la cosa. Y como lo hacen? Con componentes de vida limitada mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm, y ¿Por qué no limitamos los limites y los hacemos cada vez mas cortos? Grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr).
Llegó el momento de la producción en masa, y con el comenzó el momento de que se metiera en nuestra cabeza el compro uso tiro y vuelvo a comprar. En silencio el Dios Consumo se fue metiendo entre nosotros con una habilidad tal que hasta nos convenció que necesitábamos cosas que en realidad no necesitamos. Tampoco nos dijo que de alguna manera, éramos el último eslabón de su maquinaria y de alguna manera el mas importante. Porque si no consumimos ¡la cosa no funciona!