Este libro contiene dos novelas bajo el mismo título. El dossier Drácula (Planeta) comienza como una revisión del mundo victoriano en los días en que Jack el Destripador hacía de las suyas en Londres, es decir en el verano y el otoño de 1.888. Allí va Bram Stoker, el futuro escritor de Drácula, a conocer a una serie de personajes apasionantes que van desde Oscar Wilde, que sale poco, hasta su madre Speranza que es casi la coprotagonista. En medio están William Butler Yeats y Henry Irving, el actor que le contrató como ayudante para todo, y otros personajes de la época. Y nos encontramos a Stoker sobreviviendo a las circunstancias y encontrando personas y situaciones que más tarde incorporará a su obra más conocida, tal y como nos informa puntualmente el autor de esta novela en notas a pie de página. Poco antes de la mitad de El dossier Drácula la escritura cambia de tono, se convierte en una novela de aventuras con elementos fantásticos que trata de explicar los asesinatos de Whitechapel a través de la figura de un misterioso individuo y de organizaciones esotéricas como The Golden Down a la que realmente perteneció Stoker. Supongo que el lector perfecto puede disfrutar con las dos partes de la novela, pero reconozco que me sentí mucho más interesado por la primera, esa que cuenta como Stoker vivió tiempos de inquietud entre las exigencias desmesuradas de su contratador, las dificultades económicas, su afán por conseguir un nombre en las letras inglesas y su necesidad de reconocimiento social, al tiempo que traza algunos retratos peculiares de personajes bien conocidos, especialmente curioso el de Oscar Wilde, a quien conocemos principalmente por las opiniones de su madre y por la envidiosa semblanza que trata el propio Stoker. Quizá porque esperaba encontrar más similitudes entre los hechos de la vida del autor de Drácula y la novela que le hizo famoso encontré mucho menos estimulante ese quiebro que lanza al lector a vivir la amenaza de un siniestro personaje, una especie de demonio, que va a interferir en la vida de nuestro héroe de tal manera que este se sentirá obligado a crear una especia de patrulla especial encargada de su captura. Pero el malvado siempre escapa a sus intentos por atraparle. No es que esta parte sea mala, es, me parece, inferior a la primera, pero seguramente gustará mas a los seguidores de la literatura de aventuras, aunque me temo que el autor no ha sabido coger exactamente la medida a las narraciones de acción y cada uno de los episodios se dilata extraordinariamente privándole del interés que tendrían unas aventuras narradas con mayor rapidez. Por otra parte, aquí tenemos una teoría más sobre la identidad del asesino más famoso del mundo, tan extravagante como muchas de las conocidas, tan imposible de demostrar como todas las demás. Esta es la primera novela del estadounidense James Reese publicada entre nosotros. Tendremos que saber qué es lo que piensa escribir a continuación para conocer cuál de las dos almas, el retrato histórico o el relato de aventuras, va a triunfar en su carrera literaria. Les tendremos informados.
Félix Linares
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