Manuel Chaves Nogales, periodista español, republicano, escritor brillante

Este libro, de naturaleza exclusivamente periodística, no aumentará en nada el acervo de la cultura contemporánea; no hay en él ni una sola idea nueva, ni nada que no se haya dicho antes por gentes autorizadas que utilizan prudentes y copiosas palabras. Solo contiene noticias que procura divulgar fácilmente por la virtud prodigiosa de unas palabras, eficaces más que sabias”. Así, de un modo tan humilde, comienza el prospecto que Chaves Nogales escribió para La vuelta a Europa en Avión. Un pequeño burgués en la Rusia Roja, al fin en nuestras librerías. Nogales nació en Sevilla en 1897. Comenzó muy joven a trabajar como periodista y llegó a dirigir el Ahora, diario afín a Azaña. Después llegó la guerra, su toma de postura a favor de la República, el exilio, primero en París y después en Londres. Allí murió, con 47 años, y allí fue enterrado. Durante años hemos sabido muy poco de este escritor brillante, cuya obra, gracias a la editorial Libros del Asteroide, podemos leer ahora.  “Chaves Nogales -ha escrito Muñoz Molinaes el hombre justo que no se casa con nadie porque su compasión y su solidaridad están del lado de las personas concretas que sufren; es el que ve las cosas con una claridad que lo vuelve extranjero”.

Precisamente esos análisis certeros son los que hacen que suba el voltaje de La vuelta a Europa en avión. En 1928, este periodista emprendió un viaje en avión por Europa que lo llevaría del Mediterráneo al Caspio con objeto de enviar distintos reportajes al Heraldo de Aragón. “El tiempo es un aviador”, escribe. Tuvo oportunidad de conocer la situación política y social que vivían los principales países europeos, aunque la mayor parte del libro se centra en Rusia. Chaves celebra los logros de la revolución, aunque no deja de lamentar lo que ya se atisbaba: “No hay modo, sin embargo, de encontrar un retrato de Trosky en toda Rusia”. “Cuando los bolcheviques se lanzaron acaudillados por Lenin a la conquista del Poder, la idea comunista no había madurado lo suficiente, y el pueblo pobre ruso ha padecido las consecuencias de esta precipitación y las seguirá padeciendo todavía mucho tiempo (…). Pero el porvenir es suyo.

Además de análisis e información, sus crónicas llegaban repletas de literatura: “Para el viajero que ama el viaje, el regreso es siempre un poco precipitado. Se ha detenido demasiado en todas partes, se ha ido quedando enganchado en todos los requerimientos.

Y por si fuera poco tanto talento, tampoco le fallaba el humor: “La Tierra es una vieja calva, fea, llena de arrugas, basta y grandota, con la que no puede uno entenderse. Más que nuestra madre la Tierra, es nuestra tía la Tierra; nuestra tía abuela.” Pues ahí queda eso.

Txani Rodríguez

Kike Martin

View Comments

Share
Published by
Kike Martin

Recent Posts

Y se acabó una época, pomperos y pomperas

Y aquí acaba la historia de este blog de Pompas de Papel. A partir de…

3 años ago

El concurso de Pompas de Papel del 27 de junio de 2021

Última entrega por esta temporada del concurso de Pompas de Papel en el que Bego…

3 años ago

Bodeguilla y cierre

Pompas de Papel ha cerrado este fin de semana del 26 y 27 de junio…

3 años ago

Las sardineras de Gotzone Butron y Kike Infame

Sardinerak es el quinto título de la colección de álbumes trilingües Ipuinak  que edita la…

3 años ago

El poema. Nicanor Parra, chileno

Gizakiaren bizitza distantzian egiten den ekintza baizik ez denez, Edalontzi baten barruan dir-dir egiten duen…

3 años ago

Andri Snaer Magnason, salvando el mundo desde Islandia

Es el autor de este libro un ciudadano sensato que, preocupado por el futuro del…

3 años ago