La Ruta Slow

Siempre es un placer que te sorprendan en una cata de vinos. O cuando menos que estimulen tus sentidos. Y eso nos ocurrió el pasado miércoles en el “Erkiaga” de Yosune y Txus. Vinos de variedad garnacha, desde muy suaves hasta potentes, con un maridaje como siempre sobresaliente que se cerró con un helado de chocolate con jalapeño y ron, al mejor estilo portorriqueño, y un “Follador” (ojo, se pronuncia Fol-lador). Un prosecco (espumoso) de la bella Italia. Así son las cosas en las catas de vinos…

David Oca fue el encargado de explicar y contextualizar cada uno de los vinos mientras que el maridaje de pintxos fue a cargo de Yosune Menéndez. Ahí les tenéis, junto con Txus Palomo, antes del inicio de la cata. Oso ondo lagunok!

El arranque de la cata fue con un “garnacha” muy suave. Aquí tenéis la explicación.

De segundo, otro garnacha esta vez más redondo… o “más gordo” como bien explicaba David.

El tercero de los “garnacha” siguió ganando en volumen y cerró finalmente con el “prosecco” (espumoso) de nombre más que interesante si tenemos en cuenta el último pintxo dulce&picante que nos preparó Yosune. Caray con el jalapeño… Esto concluirá en un pintxo txapeldun más pronto que tarde, estoy convencido…

Y como siempre decimos, las catas de vinos o degustaciones de productos de nuestra tierra, sobre todo lo que propician son relaciones personales más que interesantes, diálogos, conversaciones, risas… Así pudimos comprobarlo con nuestra Patricia García (Gasteizon) o la pareja de hermanos Aitor e Iñaki Mata de Viñedos y Bodega “El Otero” de Labastida.

Carpe Diem!