Si no te gustan las uvas, elige tu tradición de Nochevieja

Sólo dos días más y el 2011 será historia. Doce campanadas y, visto y no visto, nos plantamos en 2012. Seguro que a estas alturas nadie se libra de tener el correo electrónico, el Facebook y el Whatsapp a rebosar de mensajes que desean feliz año y que amenazan a su destinatario con la más terrible de las muertes si no éste no coopera en su difusión masiva. Y es que la Nochevieja es muy dada a las supersticiones, como la de ponerse ropa interior roja y, la más extendida, comer las doce uvas al ritmo del reloj de la Puerta de Sol.

La tradición de las doce uvas en Nochevieja

No es desconocido por el gran público que la costumbre de comer uvas se remonta a principios del siglo XX, cuando la bajada de precio de esta fruta provocada por una excelente cosecha en Alicante propició que se extendiera la práctica de las clases altas de despedir el año con uvas y champán.

Sin embargo, no es España la única región del mundo que deja atrás el año con rituales que giran en torno a la gastronomía. Una rápida búsqueda en Google nos da una idea de lo ligada que está la última noche del año a los alimentos. Por ejemplo, en Italia toman un buen plato de lentejas. Además, un italiano se ofenderá mucho si esa noche le ofreces pudín de ciruela, ya que según la tradición, augura la pérdida de un amigo.

En Japón se toma ‘Toshi-koshi soba‘ (una sopa de fideos largos), para tener una vida longeva. Después de la cena las familias también suelen escuchar las campanadas, que en este caso no son 12, sino 108, que representan los 108 defectos de las personas.

En Polonia no se andan con chiquitas. Dan la bienvenida al año que entra con una cena de doce platos en los que la carne está totalmente prohibida y la col es la gran protagonista.

En Alemania, en Nochevieja se celebra San Silvestre. Decoran las casas con frutas y las familias brindan en honor al santo. Además, es tradicional dejar algo de comida en el plato hasta pasada la media noche para asegurarse de que no les faltará el sustento durante el año que entra.

Al final, en cada rincón del mundo tienen su plato y su rito especial. Así que, si no te gustan las uvas, busca una tradición que se adapte más a tu paladar y no te resignes a entrar en el 2012 sin tu ración de buena suerte.

La preciosa foto de las uvas la hemos encontrado en el perfil de davidanador en Flickr.