Alicia Vacas. Tráfico de seres humanos en la Península del Sinaí.

Alicia Vacas es una misionera comboniana y enfermera residente en Jerusalén. Trabaja en la ayuda sanitaria con los beduinos del desierto de Judea y a su vez con PHR (Médicos por los Derechos Humanos), una organización que, en una clínica abierta, que acoge a personas sin seguro sanitario y sin papeles de residencia. Denuncian el tráfico de seres humanos en la Península del Sinaí. Emigrantes que son engañados, secuestrados y torturados por una red internacional bien organizada, antes de que puedan pasar a Israel. 

Alicia Vacas es una joven misionera comboniana. Enfermera, nacida en Valladolid, trabajó durante nueve años en el campo de la salud en Egipto. Desde octubre de 2008 acompaña a comunidades beduinas en el desierto de Judea, colaborando en proyectos de desarrollo y autoafirmación de los campamentos beduinos. Asimismo, coopera como voluntaria con la organización israelí Médicos por los Derechos Humanos, fundada por médicos hebreos y árabes durante la primera intifada en 1998.

Con esta organización, Alicia participó en una clínica móvil en Gaza durante la operación Plomo Fundido en 2008.

En Tel Aviv atienden pacientes en la “clínica abierta” a todos los que no tienen acceso a la sanidad, generalmente refugiados e inmigrantes. En los últimos tiempos han realizado una investigación y denuncia del tráfico de seres humanos en la península del Sinaí.

La frontera del sur de Israel recibe un gran número de personas provenientes sobre todo de países como Eritrea y Sudán. Acceden al país en busca de asilo, tras haber pagado grandes sumas a los contrabandistas beduinos.

Hace dos años empezaron a recibir en la “clínica abierta” pacientes con señales de torturas: heridas, quemaduras, mujeres embarazadas que habían sido violadas… A raíz de  esta situación, el personal de la clínica comenzó una investigación. Se creó un protocolo que constaba de un cuestionario a través del cual se realizaron 900 entrevistas cuyo resultado da una imagen clara: detrás de tanta violación de derechos humanos hay una organización internacional bien organizada que trafica con seres humanos.

Los emigrantes deben pagar de 2.000 a 2.500 dólares para atravesar el desierto del Sinaí. Una vez allí, son secuestrados y torturados. Para su liberación movilizan a sus familiares. El precio por salir de lo que llaman “el infierno del Sinaí” está entre 30.000 y 40.000 dólares. Los que no consiguen el dinero desaparecen  y los que sí lo consiguen pasan como pueden las alambradas de la frontera con Israel.

A su llegada son detenidos por las fuerzas de la defensa israelíes en el centro de detención Saharonim, donde pueden permanecer presos durante meses hasta ser identificados. Cuando son liberados se concentran en el parque cercano a la estación de Tel Aviv y de allí llegan a la clínica de los Médicos por los Derechos Humanos (PHR)- Israel.

Alicia Vacas intervino en el programa de Radio Euskadi “La Casa de la Palabra” el martes 21 de febrero de 2012.

Manos Unidas apoya el trabajo de Alicia Vacas en Palestina. www.manosunidas.org

Puede escuchar el programa  de 21 de febrero 2012: https://www.eitb.eus/es/audios/detalle/835302/audio-viajes–trafico-humano-sinai/

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