Tomás Alcoverro Líbano palmo a palmo.

Nos comunicamos con Beirut en donde se encuentra  Tomás Alcoverro, decano de los corresponsales españoles en Oriente Medio y reportero de La Vanguardia desde 1970. Desde su balcón del viejo edificio Saad, junto al hotel Commodore de Beirut, ha visto pasar a vencedores y derrotados de los grande conflictos que ha vivido el Líbano. Su casa con su balcón no los ha abandonado ni en los años de la guerra civil. Tomás Alcoverro ha recopilado 46 crónicas en el libro: “La historia desde mi balcón”.

 

Tomás Alcoverro (Barcelona, 1940) es corresponsal de La Vanguardia en Beirut. Se explica: “Vivo en un edificio singular. Asomado al balcón de mi piso he podido presenciar, desde hace años, los espectaculares vuelcos de la historia del Líbano. Beirut es apasionante para estudiarlo y enloquecedor para vivirlo”.

Tomás está instalado en el inmueble Saad (hoy conocido como Mastercard), en el Líbano donde los números de las casas, si los hay, no cuentan. Los edificios llevan el nombre de su propietario. Tomás se empeña en repetir que reside en un inmueble de novelesca historia.. Dos de sus vecinos, el del tercero, el francés Roger Auque, corresponsal del diario La Croix, y el británico Charles Grass, de la cadena estadounidense ABC, que vivía en el quinto, fueron secuestrados. De aquel tiempo Tomás mantiene una puerta blindada. Es uno de los pocos periodistas extranjeros que nunca abandonaron su casa en la calle del hotel Commodore.

Desde su balcón observó, en 1982, cómo salían en camiones los últimos fedayines de Arafat hacia el puerto para embarcar hacia un  nuevo exilio. Otro día del invierno de 1985, chíes de Berri y drusos de Jumblatt se enzarzaron en una lucha ante su casa. El cristal de la ventana de su dormitorio fue agujereado por un proyectil que atravesó la persiana. En las paredes de los balcones había impactos de bala.

En otra ocasión el piso de Tomás fue ocupado por una banda de hombres armados.

 En tres décadas ha visto pasar guerrilleros palestinos, milicianos libaneses y soldados sirios. Tomás Alcoverro asegura: “No conozco un lugar en el mundo en el que el periodista tenga el privilegio de poseer una de las condiciones de su trabajo: la inmediación En Beirut el periodista describe lo que ve, lo que le sorprende desde el propio balcón de su casa o de su oficina. Este edificio tan singular fue habitado, además de por diplomáticos franceses, pro corresponsales como Ignacio Cembrero, Javier Valenzuela, Juan Carlos Gumucio y visitado, a menudo, por Maruja Torrres”.

Tomás Alcoverro en “Historias desde mi balcón” ha recogido 46 crónicas escritas entre 2005 y 2011. El libro arranca en otro balcón, esta vez sobre el Nilo, viendo pasar a los manifestantes camino de la plaza cairota de Tahrir, y con una incursión de Bahréin. Luego escribe sobre lo que más le interesa, la vida de las personas: en el libro escribe sobre una cantante de moda, los homosexuales, la ropa íntima de las mujeres de Teherán, sobre poetas o un ermitaño que conoció en la montaña del Líbano.

Tomás Alcoverro repasa palmo a palmo todos los rincones del Líbano. Habla de sus gentes, vida cotidiana, historia y paisajes.

En el valle de Kadisha, refugio de los antiguos cristianos del Líbano, sede durante siglos de los patriarcas maronitas, aun queda un anacoreta. Se llama Darío y es de origen colombiano. Se trata de un paraje abrupto, austero, de muy difícil acceso cubierto por las nevadas del invierno.

Llega hasta Yezin, otro paraje aislado en donde el doctor Serhal había soñado con levantar un palacio que fuese réplica de la Alhambra de Granada. Tomás le visitó y vio los avances de las obras de aquel suntuoso proyecto en el que trabajaban canteros que labraban con esmero la piedra del palacio. Asombrado, se preguntaba: “¿cómo pudo el doctor Farid Sehal empeñarse en la ejecución de tamaña obra, cuando Yezin era un enclave casi incomunicado con el resto del Líbano?”. Además, los obreros y artesanos solo podían llegar atravesando territorios dominados por sirios, drusos, palestinos, chíes e israelíes, atrincherados en sus barricadas.  Poco tiempo después se enteró de la muerte de Serhal. Su cadáver fue embalsamado como una momia egipcia.

Tomás Alcoverro nos habló desde Beirut para el programa de Radio Euskadi y Radio Vitoria “La Casa de la Palabra” el martes 12 de febrero de 2013.

“La historia desde mi balcón” edita Destino. www.edestino.es

Puedes escuchar el audio del programa: 

https://www.eitb.eus/es/audios/detalle/1256158/tomas-alcoverro-beirut–radio-euskadi/

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