Jaume Bartrolí. Lisboa, la ciudad que navega.

Jaume Bartrolí es periodista, escritor de viajes y gran aficionado a los atlas. Se le conoce por su pasión a las islas diminutas. Publicó el libro en catalán “De Siberia al tropic” y estos días se puede encontrar  de manera digital su segundo libro “Lisboa, la ciudad que navega”. El autor evoca una ciudad que rezuma nostalgia de un pasado esplendoroso en el que se alcanzó la gloria. Volcada irremediablemente al mar, Lisboa ha sido puerto de partida de algunos de los grandes marinos y descubridores. Por sus páginas el lector se entera de su historia, personajes populares, escritores, leyendas, cafeterías, iglesias, miradores y rutas imprescindibles.

 

Jaume Bartolí trabaja en TV3 y es una de las firmas más reconocibles de la revista de viajes Altair. Siempre sorprende con destinos inéditos, incluso con algunos que no aparecen ni en el mapa. Busca con lupa entre los atlas los lugares más insospechados y los ilustra con sus investigaciones.

En el libro “De Siberia al tropic” relata la experiencia de un viaje en el Transiberiano hasta el océano Pacífico, la estancia en las islas Kuriles, el regreso en otoño en el ferrocarril BAM, paralelo al Transiberiano, para más tarde volar a la Polinesia Francesa y recluirse en la isla de Rapa en donde fue adoptado por una familia.

Ahora la editorial de Guías Ecos publica de manera digital “Lisboa, la ciudad que navega” dentro de la colección Rihla de literatura de viajes.

En ella describe el fuerte sentimiento del autor hacia la capital de Portugal. El leitmotiv es su espíritu marino, ciudad nacida para el mar.

Relata la historia de la ciudad y su vocación marinera que abrió el Atlántico para los europeos. Ése es su mayor legado.

Lisboa es una ciudad que se debe mirar desde las alturas de sus colinas. Jaume Bartrolí escribe:

“Lisboa reclama tener siete colinas y eso, desde los tiempos de Roma, Jerusalén y Constantinopla, es marca de nobleza. Sus ondulaciones siembran un poco de desorden en la ciudad. En realidad son volcanes antiquísimos, Lisboa está construida sobre ellos. Pero tranquilos, están apagados. Eso sí, la capital continúa creciendo cerca de una falla teutónica peligrosa.. La misma que causó el gran terremoto de 1755. El resultado es una ciudad de subidas y bajadas, curvas, tranvías, escaladores, muchas escaleras, reflejos en el agua y amplios panoramas. Siete colinas permiten muchas, muchísimas vistas. A Lisboa hay que contemplarla, pues, desde sus miradores”.

Jaume Bartrolí orienta la ciudad como si fuera un gran navío.

“En Lisboa todo – casi todo – recuerda al mar. Si contemplándola desde Santa Catarina uno se cree capitán al mando de un navío, otearla desde el elevador de Santa Justa permite sentirse grumete en lo alto de la cofa del palo mayor. Lisboa es una ciudad que navega”.

Señala que la plaza del Rossio está a babor; la proa, el castillo de Sao Jorge; a popa  las ruinas del Convento do Carmo se alzan como alcázar de mando. Y a estribor, la catedral.

Jaume Bartrolí estuvo en el programa de Radio Euskadi y Radio Vitoria “La Casa de la Palabra” el jueves 14 de marzo de 2013. Nos subió a sus miradores y nos metió en sus cafeterías de 100 y hasta 200 años.

www.guiasecos.com

Puedes escuchar el audio del programa: 

https://www.eitb.eus/es/audios/detalle/1286696/guerrilla-islamista-republica-centroafricana/

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