Omar Rodríguez da Silva pintor amazónico en las minas de oro.

Omar Rodríguez da Silva es artista plástico, pintor y escultor. Además es boxeador, fue campeón del Amazonas e instructor de boxeo de alto rendimiento. Es originario de Leticia en el departamento del Amazonas en Colombia. Es el lugar situado en la triple frontera ente Colombia, Brasil y Colombia. Las obras artísticas de Omar alientan a una reflexión sobre la concienciación del cuidado de la fauna y flora amazónica. A Omar le pregunte por sus aventuras vividas en el interior de la selva. Nos relato como fue en busca de una mina de oro. Estuvo perdido en la frondosidad. Cuando por fin llego a su objetivo le gusto más pintar y hacer poesías que ser minero.

 

Omar Rodríguez da Silva es ticuna del clan Jaguar. Los ticunas es una de las grandes etnias que se mueven entre Colombia, Perú y Brasil. Para ellos no existen las fronteras.

Le gusta pintar guacamayos como símbolo de la libertad. Nos dice: “Fueron creados para adornar los cielos”. Opina que en la selva todo canta: los árboles, los ríos y el viento. Le gusta mucho pintar los atardeceres y amaneceres en el río Amazonas.

Con su obra artística denuncia la explotación de la selva por parte de las petroleras y mineras.

Omar Rodríguez sabe bien lo que es la selva virgen. Cuando estaba en tercero de bachillerato era el boom de las minas de oro. Multitudes salían de Leticia movido por la fiebre del oro. Se decía que levantabas una piedra y encontrabas oro. Omar necesitaba dinero para poder estudiar y con un grupo de amigos caminaron hacia la selva. Las minas estaban más alla del departamento del Amazonas.

Omar relata: “Nunca había salido de mi territorio, de mi familia. Me subí al “planchón” (lancha) con 360 personas más. Íbamos amontonados. Teníamos ocho días de navegación. Después de varios transporte toca subir montaña siguiendo las caídas de agua de dos ríos para llegar a las minas. Como no hay camino se debe escalar con 45 kilogramos de equipaje sobre la espalda en donde llevaba alimentos para entregar a un encargado de la mina como precio para que me dejaran trabajar. Llevaba tres horas de camino subiendo y bajando cuando me perdí. Me quede solo pues en algún momento me despiste y no vi mis compañeros. Estaba inundado, la selva cerrada, gracias a Dios no se presento ningún animal. No tenia nada para defenderme, solo tenia la fe puesta en la madre naturaleza y en las almas benditas. Camine día y noche durante otros 8 días. Sangraban los hombros del peso. Tenia calambres en las piernas. Me encomendé a Dios porque no aguantaba más. Di como unos 20 pasos y apareció una trocha, un camino. Sabia que algún lugar me iba a llevar. Como a las 6 de la tarde, era de noche, escuche unos tiros de armas pensaron que era un ladrón. Grite: ¡No disparen estoy perdido!. Me enfocaron con las linternas, vieron mi estado y me ofrecieron curación y comida. Al día siguiente me indicaron el camino hacia la mina.”

Alcanzado el objetivo se quedo sin alimento y sin dinero. Entrego la mochila pero no le emplearon. Todo era carísimo. La gente estaba armada. Predominaba la avaricia.

Omar no se hecho para atrás. Pensó: “Los hombres estamos para grandes cosas” y se quedo.

Según pasaban las semanas y los meses se dedico a boxear, a pintar y escribir poemas en las rocas para luego venderlos.

Omar Rodríguez de Silva expuso en Bilbo Arte. Le entrevistamos en el programa de Radio Euskadi “Levando Anclas” el 29 junio 2014.

www.wix.comn/dasilvafoly/galeria

Puedes escuchar el audio del programa: http://www.eitb.tv/es/radio/radio-euskadi/levando-anclas/1411324/2381626/familia-zapp-en-zanzibar/

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