Ana María Briongos viaja a Nigeria para desvelar el misterio de un baúl misterioso.

Ana María Briongos es una viajera y escritora que nos tiene fascinados desde la década de 1990 cuando se publicaron libros como “Negro sobre negro. Irán cuaderno de viaje” (1996) o “Un invierno en Kandahar. Afganistán, antes de los talibanes”. Siempre tiene historias increíbles que contar. La última se relaciona con un baúl misterioso que le ha llevado hasta Nigeria. Posee un buen argumento para un futuro libro. Nos lo cuenta antes en Levando anclas.

Ana María Briongos (Barcelona, 1946) es una buena creadora y descubridora de historias. Se inicio contando sus viajes a Irán y Afganistán como “un invierno en Kadahar”, “Negro sobre negro”, “La cueva de Alí Baba”. Se metió de lleno en la India con “¡Esto es Calcuta!” y luego llegarían ortos libros de viajes como “Geografías intimas”.

Tiene grandes amigos en afganos, iranies, indios, estadounidenses y en los últimos tiempos está detrás de la historia de una familia nigeriana cuya relación comienza en los años de la década de 1960.

Es el relato de un baúl misterioso. Comienza cuan Manuel Oyenuga, un artista nigeriano, estudiaba en la escuela Massana de Bellas Artes en Barcelona. Residía en una pensión en el barrio antiguo con su mujer Elizabet.

La madre de Ana María Briongos conoció a Manuel en esa escuela, lo invito a casa y se hicieron amigos.

Manuel, aunque procedía de una familia aristócrata de etnia yoruba vivía de manera humilde, él restauraba edificios y rejas de Gaudí y Elizabet trabajaba en una peluquería.

Al cabo de unos años se fueron con la intención de instalarse en Londres. Antes de partir dejaron a la familia de Ana María Briongos un baúl con algunas de sus pertenencias, que guardaron el cuarto trasero del sótano.

Los propietarios del baúl, Manuel y Elizabet, creían en pócimas curadoras, en misterios extraños y más de una vez comentaron que las cajas cerradas ajenas, no se pueden abrir pues encierran el espíritu del propietario.

Una vez que se fueron a Londres llamaron un par de veces, pero nunca más supieron de Manuel y Eizabet.

Han pasado más de 40 años y el baúl seguía intocado en la habitación del sótano de la madre de Ana María Briongos. Hasta que con 96 años decidió abrir el baúl.

¿Con que se han encontrado?

Fuera lo que fuera a Ana María, de momento, le ha llevado hasta Nigeria.

Nos habla del contenido del baúl misterioso y su estancia en Nigeria siguiendo el rastro de Manuel Oyenuga y su mujer Elizabet.

Puedes escuchar el audio del programa: https://www.eitb.eus/eitbpodkast/bizitza/bidaiak-abentura/levando-anclas/audios/detalle/8886933/podcast-audio-siete-viajes-a-china-trenes-trepidantes-el-baul-nigeriano-misterioso-levando-eitb-podkast/

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