En víspera de Noche Buena en el programa la Casa de la Palabra nos acercamos a la realidad histórica y actual de la localidad en donde nació el niño Jesús. La periodista Victoria Martín de la Torre autora de “Viaje a la ciudad de Belén. Cuna de amor, semilla de Intifada”, describe los lugares más simbólicos del lugar.
Victoria Martín de la Torre tuvo la oportunidad de viajar a Cisjordania en 2006 con una delegación de músicos que ofrecieron una serie de conciertos solidarios. Durante díez días montaron el campo base en Belén. Victoria aprovecho para buscar las respuestas a muchas preguntas. Por ejemplo: los judíos y los árabes tienen un origen semita común. ¿Por qué se ha vuelto imposible la convivencia?. Otro enigma: ¿se creerán en Belén la historia de la Navidad?.
Victoria viajo a Jerusalén en el 2003 pero aunque Belén esta a solo ocho kilómetros no la visito. Sí vas por tu cuenta en transportes públicos debes pasar los controles rigurosos del ejercito israelí. Una vez al otro lado del muro, una multitud de taxistas te ofrecen sus servicios. Tres años después Victoria vio una gran oportunidad de conocer la cuna de Jesús. Durante Díez días aprovecho cada minuto de su estancia para indagar sobre los orígenes de la ciudad, su antigua y rica historia.
Belén ha sido una tierra de paso entre Oriente y Egipto. Ha estado en manos de griegos, romanos, persas, árabes, turcos, y en las últimas décadas de británicos, jordanos e israelíes. Anclada en el tiempo, Belén permanece desde el siglo I como un pueblo de pastores, ovejas, olivos y agricultores. Sin embargo, también sufre los tiempos actuales, como el muro construido en el 2002 que la isla de la vecina Jerusalén.
Belén es una comarca de tan solo 60 mil habitantes dividida en tres localidades principales: Belén, Beit Sahur y Beit Yala.
Victoria repasa las fuentes históricas que verifican el nacimiento de Jesús y repasa los momentos y lugares más simbólicos a visitar. Hace balance de las continuas disputas entre representantes de las iglesias católicas, ortodoxas y armenias para custodiar los lugares sagrados. La familia cristiana lleva siglos de pelea por hacerse con la gruta del pesebre donde se supone nació Jesús. Tal es así que la basílica de la Natividad ha necesitado la protección de otras fuerzas ajenas al cristianismo. Sobre esta cuestión la autora reflexiona:
“La Autoridad Palestina ha seguido el ejemplo británico y ha optado por mantener a alguien armado a la entrada para evitar altercados entre los monjes. Si los propios religiosos son capaces de robarse o agredirse por un trocito de suelo – bien es verdad que se trata de un trocito particularmente simbólico -, ¿por qué había de sorprendernos que palestinos e israelíes se disputen violentamente aquella tierra?”.
Victoria nos comento que los betlemitas, tanto los cristianos como musulmanes, están muy orgullosos de su tierra y ambos veneran el nacimiento de Jesús.
“Viaje a la ciudad de Belén. Cuna del amor, semilla de Intifada” lo publica Barrabes.
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