Guillermo Guimaráes es un trotamundos de Burdeos de 29 años. En 2006 salió de casa con la única intención de descubrir aventuras en el camino. Le demoró dos años llegar a China haciendo autostop. Volvió a repetir la operación, esta vez acompañado de su novia Leticia. En la India hicieron barco-stop y con el tiempo alcanzaron las costas de Estados Unidos. En Miami comenzaron a caminar con la intención de bajar todo el continente hasta Argentina. Leticia se fue en Panamá y nunca más volvió. Guillermo siguió la ruta con la gatita Ketty que recogió en la carretera. Después de 7.500 kilómetros caminando ha llegado hasta Cali en Colombia.
Guillermo Guimaráes le impulsaba un gran sentimiento de descubrir mundo, tenía una enorme curiosidad por todo lo que estaba más allá de Burdeos y Francia. Salió de casa y comenzó hacer dedo. Llegó a Turquía, Georgia, Kazajstán, China, Tailandia, Laos y Malasia. Un año después volvió a Asia con su novia Leticia. Pasaron por Turquía, Georgia, Armenia, Irán, Dubai, volvieron a Irán, Afganistán, Pakistán, India. Hicieron barco-stop en Cochin (Kerala, India) y en un velero de patrón parisino fueron a Sri Lanka, Maldivas, hasta desembarcar en Ciudad del Cabo. Una vez en tierra, fueron en autostop hasta Angola en donde volvieron a embarcarse en velero hasta Miami.
Una vez en Norteamérica, pensaron que debían conocer el mundo a ras de suelo y movimiento lento, a ritmo humano, y se pusieron a caminar. Avanzaban 30 kilómetros por jornada. Fueron a Florida, Mississipi, Lusiana donde, en la carretera, recogieron a “Katty”, una gatita de un mes.
Cruzaron México y Centroamérica. El Salvador fue una de las experiencias más duras, cuando se les aparecían los pandilleros de las maras les pedían 10 dólares. Leticia se quemó mucho con esta situación y, a la altura de Panamá, abandonó y se fue para Francia. Nunca más volvió. Guillermo se quedó triste, sollozando y casi sin dinero.
Encontró un barco que le llevara de Panamá a Colombia. Trabajó limpiando barcos a cambio de que le llevaran. Después de cuatros días de navegación, arribaron a Buenaventura. Caminó hasta Calí. No tenía medios económicos y se puso a realizar videos musicales. Lleva dos años en esta ciudad colombiana. La intención es seguir caminando hasta Ushuaia, la punta sur del continente americano.
Cuando salió de Burdeos en 2006 tan sólo contaba con mil euros. Subsistía alimentándose de arroz y pasta. Guillermo intercambiaba trabajo por comida y hospedaje.
Guillermo Guimaráes nos habló telefónicamente desde Burdeos para el programa de Radio Euskadi “Levando Anclas” del 29 de enero de 2012.
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