Aurelio Gómez. La lágrima de Buda.

 

Aurelio Gómez se ha rapado el pelo en solidaridad con el pueblo tibetano. Es un gran aficionado a la fotografía y a los viajes y pertenece al grupo fotográfico Bihotz Gaztea de Santurtzi. Desde niño  prestó atención a todo lo que tenía que ver con Tíbet. En 2010, por fin, pudo pisar tierra tibetana. Durante tres semanas viajó de monasterio en monasterio. Disfrutó del calor y la paz de los monjes tibetanos. Sintió el sufrimiento del pueblo tibetano sometido a la represión del pueblo chino. Por tierra, llegó hasta Katmandú, por la “Carretera de la Amistad”. Terminó en Benarés, ciudad en la que se vio envuelto por su espiritualidad.

 

Aurelio Gómez ha viajado con su cámara fotográfica por Argentina, en donde hizo 6.000 kilómetros, por Cuba, 2.000 kilómetros, Marruecos, India, Nepal, Vietnam en moto y, por fin, Tíbet.

En esta ocasión fue con Juan Carlos Celada y Marian Aretxabaleta del grupo fotográfico Bihotz Gaztea y con su chica, Marijo Azanza.

Los viajeros independientes no gustan a los chinos que gobiernan Tíbet. Hay cientos de controles que impiden moverse en libertad. Tienes que tener el viaje planificado de antemano, con un guía impuesto y chofer si te mueves fuera de Lasha. Les concedieron un guía tibetano que resultó ser muy agradable. Solo aparecía cuando era necesario.

Aurelio opina que la presencia china en Lasha es provocadora. Desde las azoteas vigilan cámaras de video y soldados armados. En la Plaza de Jokhang, donde se concentran los peregrinos budistas, continuamente pasan cuadrillas de militares. Es un genocidio social y cultural. Es impresionante el éxodo chino hacia el Tíbet. Llegan miles de emigrantes en el llamado Tren de la Libertad.

Estuvieron una semana en Lahsa. A Aurelio le dio el mal de altura: dolor de cabeza, cansancio por falta de aire y amanecía sangrando por la nariz. Una vez que se aclimató, no tuvo más problemas.

Aurelio señala que el verdadero centro religioso en Lasha no es el Potala (1645). En donde está el sentimiento a flor de piel es en el templo de Jokhang (siglo VII), el lugar más sagrado del Tíbet. Las piedras del suelo están pulidas por los miles de peregrinos. Es la verdadera alma y punto de encuentro y oración del budismo tibetano.

Fueron camino al lago Namtso, a 140 kilómetros al norte de Lahsa. Se encuentra a 4.800 metros y es el lago de agua salada más alto del mundo. En la misma orilla se encuentra el monasterio de Tashi Do. 

La ruta de los monasterios en Tíbet duraría una vida de tantos que hay por lo que hay que seleccionar. Estuvieron en Reting (1056), Drigung Til (1167) el convento de Tidrum Llegaron hasta Samye (siglo VII), el más antiguo de Tíbet. Tiene forma de gigantesco mandala, con el templo situado en el centro del gran círculo. Continuaron por el monasterio de Dorje Drak (1632) y llegaron hasta las orillas del lago Yamdrok Tso, con visita al monasterio de Samding.

Los cánticos, rezos y aromas les sobrecogieron.

A partir de ahí, siguieron por la “Carretera de la amistad” en dirección a Nepal. Ascendieron el paso de Karo La (5.010 m) y en tres días llegaron a Sigatse, antigua capital y segunda ciudad más importante del Tíbet . Estuvieron en el monasterio de Tashilhunpo (1447), residencia del Pachen Lama, segunda autoridad espiritual del Tíbet. De camino al campo base del Everest, llegaron hasta el monasterio de Rongphu (1902) situado a 5.000 metros de altitud, es el monasterio más alto del mundo.

Aurelio Gómez recoge la experiencia con un montaje de fotografías que ha llamado “La lágrima de Buda”.

www.aureliogomez.com

Pagina de Bihotz Gaztea: www.nosolofoto.com

Aurelio Gómez estuvo en el programa de Radio Euskadi “Levando Anclas” el 12 de mayo 2013.

Puedes escuchar el audio del programa: 

https://www.eitb.eus/es/audios/detalle/1340426/africa-camioneta–viajes-radio-euskadi/

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