Me hallaba paseando como tantos turistas hacia la Casa Blanca cuando en frente, al otro lado de la acera, observé a una anciana acampada, rodeada de carteles de protesta. Me acerqué para averiguar de quién se trataba. Al saludarla nos habló en castellano, pensé que era argentina pero ella me aclaró que era nacida en Vigo, nacionalizada norteamericana. Se trata de Concepción Martín. Su historia impresiona: lleva protestando pacíficamente, sin moverse, en frente de la Casa Blanca desde el 1 de agosto de 1981.

Concepción Martín Picciotto (1945)  es una emigrante gallega nacionalizada norteamericana. Se casó con un italo-norteamericano cuando tenía 21 años. En 1974 se divorció. Un tribunal de Manhattan le concedió la patria potestad de su hija al marido. Concepción perdió familia, casa y trabajo.

Opina que es una víctima de un sistema corrompido. Como protesta, desde el 1 de agosto de 1981 se ha instalado en frente de la Casa Blanca. Su lucha va mucho más allá de su caso personal. Es una pacifista convencida que según ella se encuentra en el epicentro del mal en la tierra. Está en contra de las guerras, del sionismo y la contaminación que acaba con el planeta.

Nos relató que a pesar de los golpes y torturas continúa impasible con su tienda de campaña en el parque de Lafayette, a unos metros de la verja de la Casa Blanca.

Debe aguantar la meteoreología extrema de Washington D. C.: en invierno con días bajo cero y en verano – como era el caso del miércoles 17 julio 2013 en el que estuve con Concepción – a 100 grados Fahrenheit.. Las molestias son continuas, por ejemplo, en invierno el quitanieves le echa la nieve sobre la tienda.

Nos mostró el casco que porta bajo un pañuelo y que le defiende de los posibles golpes. También nos enseñó los dedos de los pies, algunos de ellos deformados por su inmovilidad. Cuando nos despedimos, las manos las tenía sudorosas por el intenso calor y los ojos cansados de tanto rayo de sol.

Su discurso, con muchas referencias a la actualidad, me dejó perplejo y  noqueado su persistente lucha. Una anciana quijotesca contra el mayor poder sobre la tierra.

Su último mensaje fue: “Proteged el planeta”.