Julio Llamazares nos habla de su última novela, “Las lágrimas de San Lorenzo”. Precisamente durante estos días de agosto se produce el fenómeno de la lluvia de estrellas fugaces que en realidad son meteoros, partículas de un cometa que se desintegran con un fogonazo en el firmamento. Julio Llamazares recuerda los veranos de infancia en el campo leonés en la noche de San Lorenzo

Julio Llamazares nació en Vegamián (León) en 1955. Un pueblo que desapareció inundado por el embalse del Porma – donde su padre ejercía de maestro -. Es el autor de una novela ya clásica como “La lluvia amarilla” que ahora cumple 25 años. Acaba de aparecer su última producción, “Las lágrimas de San Lorenzo”. En laque evoca los veranos con  estrellas fugaces en el interior de León y en la isla de Ibiza.

El 10 agosto, día de San Lorenzo, se produce el fenómeno de las estrellas fugaces, las Perseidas o lágrimas de San Lorenzo. Julio Llamazares evoca los veranos felices y la fugacidad del tiempo.

“El verano empezaba cuando llegaban los veraneantes”. Se iniciaba un periodo de vacaciones en donde las preocupaciones no existían, en contacto con la vida natural y la sencillez de las cosas en el pueblo. Llegaba la recolección de la hierba y el cereal que se realizaba en el mes de julio. A todo ello se unían otras faenas como la trilla, que se prolongaba durante el mes de agosto. 

Era una tradición salir la noche de San Lorenzo al campo para observar la lluvia de estrellas. Se hacía en grupos, de madrugada, con el permiso de los padres.

El protagonista de la novela reside en Bilbao pero todos los veranos de su infancia regresaba al pueblo de León de sus antepasados. Recuerda con nostalgia las noches en la era, con su padre tumbado junto a él, observando el firmamento y señalándole los nombres de las estrellas. Embriagados por el aroma que llegaba desde el monte, el olor pegajoso a lúpulo, una planta recién llegada y que no sabían realmente para qué servía. Así que la sembraban como quien siembra un misterio.

El protagonista cambia los veranos en León por los acantilados de Benirrás en Ibiza. Tiene 26 años cuando reconstruye una casa de campesinos ibicenca en el interior de la isla.. Aparecen las más bellas puestas de sol en donde el paisaje cambiaba de aspecto en cada momento.

Días felices que se repetían uno tras otro. El protagonista creía por aquel entonces “que la vida es una estrella que no se apaga nunca”.

Julio Llamazares intervino en el programa de Radio Euskadi “La Casa de la Palabra” el lunes 12 de agosto de 2013.

“Las lágrimas de San Lorenzo” edita  Alfaguara. www.alfaguara.com

Puedes escuchar el audio del programa: http://www.eitb.tv/es/radio/radio-euskadi/la-casa-de-la-palabra/945034/1401298/las-lagrimas-de-san-lorenzo/