Alain Gerbault en 1923, primer navegante solitario en cruzar el Atlántico de Europa a América.

Alain Gerbault fue el primer navegante que cruzó el océano Atlántico en solitario y sin escalas de este a oeste. En 1923 necesitó 101 días para ir de Gibraltar a Nueva York. Posteriormente continuó la navegación hasta completar la vuelta al mundo. Llama la atención los escasos medios con que se navegaba en esa época. Una corredera remolcada por la popa, un sextante y un reloj constituían todos sus instrumentos de navegación. No llevaba radio, ni un pequeño motor auxiliar para ayudar en las maniobras en el puerto. Alain Gerbault fue un adelantado de los que hoy se conocen como transmundistas, gente normal que se convierten en nómadas de la mar.

Pablo Zendrera, desde la editorial náutica Noray, ha querido recuperar la memoria de uno de los navegantes pioneros de los grandes marinos del siglo XX, Alain Gerbault, con la publicación de “Solo a través del Atlántico”. Es el relato de la primera parte del viaje alrededor del mundo. Próximamente publicarán “En persecución del sol”, la travesía desde Nueva York a Tahití, y “En la ruta de regreso”, de Tahití a Francia, que completan la trilogía de este navegante solitario.

Alain Gerbault pasó la mayor parte de su juventud en Dinard, cerca del puerto pesquero de Saint-Malo en Bretaña. Envidaba la vida de los pescadores y se estremecía con el relato de sus proezas. Sus libros preferidos eran los de aventuras.

Estudió ingeniería de caminos y puertos. Con la Primera Guerra Mundial entró en la aviación. Cuando terminó la contienda se compró el “Firecrest”, un típico balandro inglés de 11 metros de eslora con un solo mástil.

El barco era su única residencia, en donde contaba con una biblioteca de cerca de 200 libros, entre ellos las obras de Jack London que le apasionaba.

Con la intención de cruzar el océano Atlántico, se preparó durante un año navegando con salidas del puerto de Cannes.

Anteriormente, dos americanos, Slocum y Blackburn, atravesaron el Atlántico de América a Europa. Nunca nadie lo había intentado en solitario de este a oeste.

Alain Gerbault partió de Gibraltar con comida para 4 meses. El gran problema es que la mitad del agua se volvió insalubre a las pocas semanas de navegación por lo que se vio obligado a tomar solo una vaso al día pues le quedaban cerca de 50 litros de agua y estaba a 2.500 millas de Nueva York. El problema era aún mayor porque se encontraba en el trópico, hacía sol y no llovía.

Para distraerse, recitaba al timón sus poemas favoritos. Le gustaba navegar en solitario. Su felicidad le venía de la gran fascinación que el océano ejercía sobre él.

Pablo Zendrera, editor y traductor al castellano de “Solo a través del Atlántico”, cruzó el océano Atlántico en 2002 en un velero de 55 pies propiedad de un amigo. Se subió a bordo en Sotogrande y terminaron en la isla de Martinica, en las Antillas francesas.

Pablo nos resume la travesía de Alain Gerbault y resalta la precariedad del “Firecrest”, un barco que tenía 30 años cuando lo adquirió su nuevo propietario.

 

“Solo a través del Atlántico” se editó en castellano en 1930 pero hasta ahora no se había vuelto a publicar.

Pablo Zendrera ha intervenido en el programa de Radio Euskadi “La Casa de la Palabra” el lunes 19 de octubre de 2015.

Puedes escuchar el audio del programa:

Puedes escuchar el audio del programa: http://www.eitb.tv/es/radio/radio-euskadi/la-casa-de-la-palabra/3446030/3557192/alain-gerbault-travesia-a-vela-del-atlantico-1923

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