Inteligencia emocional

Educar para el ocio desde la familia

Por Rosalia Peña Sarmiento

Si revisamos el diccionario encontramos que la voz ocio adquiere sentidos, desde la oposición al tiempo de trabajo, o asociado a tiempo libre ( tiempo que queda después de aquel dedicado a las actividades de supervivencia), pero también, a diversión, ocupación reposada, dedicadas al ingenio, la creatividad. Si viajamos un poco más en el tiempo, podemos comprobar que este último sentido tiene un fundamento etimológico. La noción para los griegos era recogida en la voz skolé, que inicialmente significaba "recreación", "distracción", "ocio" o, simplemente, "tiempo libre", y evoluciona para denominar el lugar donde los niños aprendían, es decir, escuela, de donde lo toman los latinos, según recoge Ricardo Soca en su Fascinante historia de las palabras. No es fortuita esta evolución, pues desde entonces el ocio estaba asociado también al concepto de aprendizaje. ¿Qué sucede hoy en el seno de la familia? ¿Cómo se concibe el ocio?

  

A menudo, la familia desde que el niño es pequeño o incluso antes de nacer se preocupa, ocupa y sueña, no sólo con el presente, sino también con el futuro mediato. Y en aras de lograr tal fin, se hace todo un “diseño” del tipo de colegio, el deporte, la música,… que si bien son actividades que pueden fomentar un ocio productivo, no siempre están encauzadas como goce estético, crecimiento personal, sino con un fin utilitario. Las agendas de los niños van creciendo con las de los padres. Unas veces para suplir esos espacios en que los padres están trabajando; otras por deseo de los padres más que de los propios hijos. Y en tales casos, las emociones consecuentes no serían ni agradables ni placenteras para los niños, y lo que en un inicio pudo significar parte del mundo lúdico, del interés del niño puede convertirse en una tarea obligatoria, lejana de los sentidos apuntados anteriormente.

Por otra parte, cuando se habla de ocio se piensa en los fines de semana, las vacaciones, y por tanto, se es más consciente, se planifica más para ese tiempo. Pero si se concibe así, de hecho estamos restringiendo el significado de ocio, y sus formas que merecen espacio aparte para su comentario. Las personas creativas afirman que algunas de las mejores ideas nuevas surgen cuando están corriendo, paseando, escuchando música, cocinando o cuidando el jardín- según comenta Csikszentmihalyi en su artículo, “Ocio y creatividad en el desarrollo humano”, quien afirma más adelante que con la mejor de las intenciones, a menudo padres y profesores olvidan la importancia del disfrute presente y se centran en ventajas futuras. Así pues, la educación del y para el tiempo libre puede brotar desde los actos más cotidianos, en lo que influye , además de la energía que se le dedica, las emociones y sensaciones que se viven.

¿Cómo repercute en la familia el llamado “ apresuramiento” y “ la falta de tiempo” ? ¿Está preparada la familia para enfrentar esta paradoja del desarrollo económico y humano?

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