Inteligencia emocional

Gracias por elegirme y escucharme

 Hoy traigo a este espacio el agradecimiento porque en los últimos tres meses he tenido la oportunidad de agradecer muchas cosas a muchas personas y también, muchas personas me han mostrado su agradecimiento. Por unas y otras, me siento honrado, orgulloso, satisfecho y afortunado.

Y es que el agradecimiento, dar las gracias a alguien es una gran habilidad emocional. Empezaré por dar las gracias a Maribel Navascúes porque me ha inspirado con su último post referente a los Equipos de Innovación. Pero es que en este blog se ha escrito mucho sobre esta cuestión, sobre la gratitud y sobre su gran poder en las relaciones humanas y en el seno de las organizaciones, e incluso se han dado las gracias por anticipado a sabiendas que con ello se reconoce el esfuerzo y compromiso que alguien va a acometer.

Según la RAE; Agradecer es sentir y mostrar gratitud o dar gracias. Y en su Diccionario de las emociones y fenómenos afectivos (me encanta esta definición) Rafael Bisquerra y Giselle Luymuns describen el agradecimiento como sentimiento de valoración por algo recibido, y gratitud como sentimiento que nos induce a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer alguien, predisposición a corresponder a él de alguna manera.

En esta definición hay algo relevante, deja claro que no sólo hay que agradecer lo que se hace, sino también lo que se ha querido hacer, el intento, el esfuerzo en muchas ocasiones se nos olvida agradecerlo, aunque no se consiga el resultado deseado.

Y vaya si es importante el agradecimiento que, en las obras literarias, académicas y de investigación se reserva un apartado para agradecer a todas las personas que han contribuido de alguna manera a su elaboración.

En mi opinión, el agradecimiento constituye una habilidad emocional asociada, tanto a la autonomía emocional, como a la competencia social puesto que en realidad se trata de una valentía emocional (es la capacidad de pensar, hablar y actuar precisamente a pesar del temor o la vergüenza que podamos sentir – Harrier Lerner). Digo valentía porque dar las gracias nos coloca en una posición de humildad, reconocemos una debilidad y vulnerabilidad propia, alguien ha hecho algo -que necesitamos- por nosotros y así lo mostramos.

Yo suelo incluir en mis talleres esta cuestión mediante las 5 valentías +1. Consisten en tener aspiraciones, afrontar retos, enfrentarse a si mismo, establecer valores, empezar ahora mismo. A estas cinco se añade el agradecimiento a quienes te ayudan en el camino.

Al dar las gracias otorgamos reconocimiento y autoestima a quién nos ayuda, y no es necesario esperar a los grandes acontecimientos, situaciones y/o fechas señaladas. Considero que, tal vez, tiene mayor relevancia e importancia el dar las gracias en el interior de nuestros hogares, a las personas más cercanas y queridas, y se nos olvida.

En el día a día se dan infinidad de situaciones y momentos en las que podemos practicar el agradecimiento; alguien ha hecho la comida, alguien ha limpiado la casa, alguien ha servido la comida, alguien ha planchado la ropa, alguien nos da un beso, alguien riega las plantas, alguien nos da un rato de conversación, y un extenso catálogo de momentos y motivos para dar las gracias que en nuestra vida cotidiana pasan desapercibidos y no valoramos ni reconocemos lo suficiente y necesario. A este respecto permitidme que haga un recordatorio, por favor, no olvidemos agradecer cada pequeño detalle con los que otra persona contribuye a nuestro bienestar. Porque si no se dice, el agradecimiento no sirve de nada.

No quiero marcharme hoy sin aprovechar y agradecer a EiTB por ofrecernos este espacio bloguero, a todas y todos los que nos visitáis, a quienes habéis contribuido y contribuís de alguna manera a su dilatada vida,

Para finalizar os dejo dos bonitas muestras de agradecimiento; la famosa frase final de la canción de Lina Morgan, Gracias por venir:  Agradecido y emocionado, solamente puedo decir, Gracias por Venir 

y también Gracias por elegirme de Los Secretos

Por cuidarme tanto y por no irte
Gracias por no decirme
Todo aquello que me pone siempre triste.
Por estar siempre a mi lado sin pedirme explicación
Por hacer que un día malo sea el mejor.
Y no paro por decirte: gracias por elegirme
Gracias por no fallarme
Que a mí la suerte nunca me acompañe
Por contar todos los trozos de las cosas que rompí
Y olvidar lo que nunca quise decir
Yo quiero repetirte: gracias por elegirme.
Si me pierdo en el camino me iluminas con color
Y ese frío que me hiela, ahora es calor
Sólo decirte: gracias por elegirme
Gracias por escucharme
Y fingir que lo que digo es importante
Por seguir aquí a mi lado, sin guardar ningún rencor
Y cambiar por alegría mi dolor.
No quiero irme: gracias por elegirme
Gracias por elegirme, gracias por elegirme
Gracias por elegirme.

 

 

 

2 pensamientos sobre “Gracias por elegirme y escucharme

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