Inteligencia emocional

Crisis… miedo, ansiedad y estrés

Por Jon Berastegi:

El desplome histórico de la bolsa acontecido la semana pasada, no ha hecho más que confirmar que nos encontramos según los expertos en economía, ante una época de crisis semejable a lo sufrida en el denominado Crack del 29. El Gran Crack, fue la más devastadora caída del mercado de valores en la historia de la Bolsa en Estados Unidos, tomando en consideración el alcance total y la larga duración de sus secuelas.

Las épocas de crisis consisten en una coyuntura de cambios, de algo anteriormente organizado pero a su vez se muestra sensible e inestable. Estos cambios pueden ser predecibles aunque no por ello no dejan de crear incertidumbre en el ya mencionado proceso de cambio. Estos cambios críticos que se denominan crisis, pueden ser personales o sociales, aunque a veces van ambos de la misma mano.

Las personas ante los momentos de cambios personales o sociales, sentimos aflorar con más intensidad nuestras emociones. Las emociones más predominantes en los momentos de crisis son miedo, ansiedad y estrés.

El miedo a empeorar la situación que poseía antes de iniciarse el proceso de cambio, la ansiedad de tener la sensación de no tener el control sobre el proceso de cambio en el que estamos envueltos y el estrés que nos supone no disponer de los recursos necesarios que nos permitan afrontar dicha situación.

Los medios de comunicación nos bombardean a diario con noticias sobre la crisis…si el euribor no para de subir, si su dinero en el banco no está seguro, si el dinero pierde valor cada día,…logrando así transmitir emociones que ponen en riesgo nuestra salud física y emocional.

Los partidos políticos a su vez hechan más leña al fuego, y una vez más obvian la responsabilidad de salvaguardar la seguridad y bienestar de los ciudadanos y ciudadanas de su país,y aprovechan la situación desesperada y frágil de la sociedad para arañar unos míseros puntos de porcentaje en la intención al voto.

Necesitamos rebajar la intensidad de las emociones que conviven con la crisis, y para ello necesitamos seguridad, responsabilidad y compromiso por parte de las personas que lideran el mundo. Una seguridad que rebaje la ansiedad en este proceso de cambio, la responsabilidad y el compromiso de recurrir a los valores esenciales de las personas a fin de clarificar alternativas y tomar las decisiones adecuadas.

En definitiva, necesitamos sentir que las emociones que ponen nuestro bienestar en peligro pueden ser afrontadas y para ello la confianza en uno mismo y en los demás se antoja indispensable.

¿A usted qué emociones le genera esta crisis? ¿Cree que tenemos recursos necesarios para hacer frente a la crisis?

2 pensamientos sobre “Crisis… miedo, ansiedad y estrés

  1. Antonio

    Estoy bastante harto de escuchar la palabra crisis, enfurecido más bien, porque no se para de hablar de ella, pero poco o nada sobre las soluciones que se van a tomar para solucionarlo.
    La crisis está en la calle más que en los gobiernos y los bancos. Ya que es ahí donde se percibe que uno no llega a fin de mes. Estoy de acuerdo con el autor que los líderes mundiales deben tener en cuenta la respnsabilidad de haber llegado hasta el punto en el que actualmente estamos. Muchas gracias.

  2. elena

    ¿Crisis? ¿What crisis? Es un pequeño bache que se remontará a mediados del año que viene ¿no?. Lo que yo pienso es que éste problema lo ha generado la hipocresía. Es la consecuencia del “timo de la estampita”. Constructores y banqueros se han enriquecido a costa de nuestra vanidad y ambición. Hemos visto como nuestros hijo “hipotecaban” su vida y su futuro, no su vivienda, creyendo que hacían un buen negocio y los hemos animado a hacerlo. Nos hemos mofado de quienes, más precavidos, no han sabido “invertir a tiempo”. Ahora nos consolamos pensando que: ¡qué más da si los bancos responden con 20.000 o 100.000 euros! Total, no los tenemos. Eso sí, queremos que el Estado nos rinda cuentas de nuestra miserias, a cada cual las suyas, y nos saque del atolladero, pero….¡Si el Estado somos todos!

    Es cierto que hace falta seguridad, compromiso y responsabilidad, pero no sólo de los líderes, sino también la de los ciudadanos. Ya vale de mirarse el ombligo. Hay que aceptar las equivocaciones, asumir las consecuencias y cooperar para salir de ésta todos juntos. Tenemos que tener más conciencia social y de nosotros mismos y aceptar que las medidas que se adopten para atajar la crisis, no por impopulares han de ser malas. Ningún lider político se atreverá a adoptar la medidas necesarias para salir de ésta, si sabe que no va a contar con el apoyo ciudadano. No hay. Eso es también inteligencia emocional, saber sacrificar el bien propio e inmediato por el bien común y a largo plazo.

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