Inteligencia emocional

Reseña de las Jornadas Internacionales de IE y Empresa

Por Rogelio Fernandez

Pasaron las Jornadas Internacionales sobre Inteligencia Emocional (IE) y Empresa y el resultado fue extraordinario. El objetivo principal, orientado a potenciar el desarrollo emocional de las organizaciones como una forma de innovar con las personas en la gestión, se cumplió con creces debido a la excepcional organización y a la calidad de los ponentes que asistieron. Con esto, quiero felicitar a la organización, Cluster del Conocimiento y Diputación Foral de Gipuzkoa (DFG), por el esfuerzo realizado y el éxito conseguido.

En cuanto a los ponentes, me gustaría destacar a dos: Annie McKee y Rafael Cañadas. Annie, experta en liderazgo y Directora del Teleos Leadership Institute fue la viva imagen de una persona emocionalmente inteligente. Su ponencia, centrada en el liderazgo resonante, y cuyos postulados podemos encontrarlos en dos de sus libros, El líder resonante crea más y Liderazgo emocional, fue un claro ejemplo de la necesidad de la utilización de la IE en los procesos empresariales para poder conseguir empresas innovadoras y competitivas con una fuerte cultura orientada a las personas. Fue todo un placer escucharle.

  

Y otro placer fue, en la jornada del viernes, escuchar la ponencia de Rafael Cañadas, el “descubrimiento” de estas jornadas. Rafael, todo un personaje, y utilizo este calificativo en su mejor sentido, encandiló a todos por su peculiar forma de entender el mundo, por su cosmovisión, alejada por mucho de la del común de los mortales. En su ponencia “Los tres círculos de la excelencia: la inteligencia emocional, el conocimiento, y la creatividad”, intentó realizar una aproximación a lo para él es fundamental en la empresa del futuro, orientada al conocimiento, a la innovación y sustentada en las emociones de las personas que la componen. Y digo que intentó ya que el tiempo concedido se le quedó corto, a él y a los que asistimos a su conferencia, por lo que al final de las jornadas, José Ramón Guridi, de la DFG, propuso al auditorio que se organizara una jornada monográfica destinada a que Rafael pudiera exponer con tranquilidad todas sus ideas, que como digo, fueron de las más aplaudidas de todas, lo que tuvo una acogida entusiasta de todos los presentes.

También hay que destacar las intervenciones de Joan Vitello (Hallmark Health System), orientada al sistema sanitario, y de Chuck Wachendofer, del ámbito financiero de American Express. Sus intervenciones, sobre todo la de Joan, fueron un claro ejemplo de la aplicación de los postulados de la IE en las organizaciones. En este caso, Vitello, seguía más la línea de Mayer y Salovey en el ámbito de la IE, por lo que fue todo un placer escucharle, tanto por su contenido como por su calidad como persona. Por su lado, Chuck hizo un exposición, muy a la americana, de la conveniencia de aplicar principios morales y emocionales en los procesos organizacionales, como son los orientados a las ventas, y su reflejo positivo en los resultados empresariales… todo una lección práctica de cómo la IE puede ayudar a las empresas a mejorar sus resultados.

Por último, quiero hacer referencia a los talleres que se realizaron y que estuvieron dirigidos por consultoras. Todos ellos permitieron a los asistentes a vivenciar, mediante la práctica o la visualización, diferentes técnicas para poder gestionar las emociones en la empresa. Lucía Gato, José Antonio González y Rogelio Fernández, Patricia Fuentes, y Laura Mari i Barrajón fueron los encargados de realizar estos talleres que satisficieron con creces las expectativas de los asistentes.

Como ven, unas jornadas muy interesantes para el ámbito empresarial y también para el educativo y sociocomunitario, y de las que podríamos hablar largo y tendido. Sin embargo, preferimos esperar a la publicación de un libro que se editará con las conclusiones del congreso. Y digo de esperar a ello, porque entre otras ponencias que no hemos comentado, se encuentra la presentación del Consorcio para el Desarrollo de la IE en Euskadi, que fue presntado por Mónica Moso, y que será el tema del siguiente post en este blog.

Y para terminar esta reseña, agradecer a la organización el regalo que nos hicieron a los asistentes del libro La empresa emocionalmente inteligente, además de agradecer a los asistentes su presencia y sus intervenciones. La conclusión final… que hay que repetir estas jornadas en Euskadi.

¿Vendrían ustedes?
¿Qué opinión les merecieron estas jornadas?

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