Partimos del hecho que en un menor grado cada persona es un lÃder y todos hemos desarrollado, grande o pequeño, positivo o negativo, ese poder de influencia. Lo que aquà quiero destacar es el poder de influencia que tienen nuestras propias emociones como uno de los recursos poderosos que como lÃderes tenemos.
Jorge es el Gerente de una PYME que lleva varios años sin disfrutar de vacaciones y que se vanagloria de ser el que más trabaja de su empresa, es una persona controladora, exigente y que afronta los problemas y situaciones difÃciles con objetividad y hasta frialdad emocional. Su salud se está resintiendo cada dÃa más. Se le acumula el trabajo, y en su equipo, a pesar de ser trabajador e implicarse, empiezan a aparecer los primeros sÃntomas de “quemados“, se acaba de despedir a un mando intermedio muy valioso y dos trabajadores están cogiendo bajas con mucha frecuencia, cosa que antes no ocurrÃa.
A su vez, sale muy tarde de trabajar casi todos los dÃas, no disfruta del fin de semana y se queja del poco tiempo que dedica a su familia.
Jorge tiene la creencia de que el director de una PYME tiene que trabajar mucho y muy duro, tanto él como su equipo. Considera que las emociones humanas son debilidades y que lo mejor que podemos hacer es ni siquiera plantearlas.
La historia que acabo de contar me atrevo a decir que es una historia muy frecuente en nuestras empresas, donde el componente emocional del Liderazgo no se ha tenido en cuenta y no se ha considerado como un elemento importante del Liderazgo.
Nosotros definimos al LÃder Emocionalmente Inteligente como la persona que en su trabajo como lÃder es capaz de desarrollar un conjunto de emociones positivas y saludables que generan entornos positivos, personas sanas, ambiente ilusionante de trabajo, la esperanza, la paciencia, el esfuerzo, la generosidad, etc… Del mismo modo es capaz de erradicar de los lugares de trabajo y canalizar adecuadamente los entornos nocivos e improductivos como celos, envidias, frustración, constante ansiedad, miedo, inseguridad, entre otros…
Un LÃder Emocionalmente Inteligente es un buen gestor de las emociones porque es consciente de que las emociones que las personas sentimos en los lugares de trabajo tienen una importantÃsima influencia en la eficacia, eficiencia y en el entorno laboral.
¿Usted qué opina?
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