Por Jon Berastegi
El Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes o Informe PISA por sus siglas en inglés (Programme for International Student Assessment), se basa en el análisis del rendimiento de estudiantes a partir de unos.
Este informe es llevado a cabo por la OCDE, que se encarga de la realización de pruebas estandarizadas a estudiantes de 15 años. En el informe realizado en 2006 participaron 62 países, y en cada país fueron examinados entre 4.500 y 10.000 estudiantes.
El Informe PISA debe llevarse a cabo regularmente en un intervalo constante (ahora cada 3 años). PISA examina a estudiantes de una determinada edad, y no de un nivel escolar específico. A su vez, PISA no se concentra en una sola materia escolar, sino que revisa tres áreas de: competencia de lectura, matemáticas y ciencias naturales.
El Informe no mide el conocimiento escolar como tal, sino la capacidad de los estudiantes de poder entender y resolver problemas auténticos a partir de la aplicación de conocimientos de cada una de las áreas principales de PISA.
Los resultados del Informe Pisa, han demostrado que los jóvenes de 15 años se desenvuelven positivamente en Ciencias y de manera aceptable en matemáticas. En comprensión lectora el Informe PISA señala un descenso generalizado de todos los países y lo que nos corresponde la CAV, no ha salido especialmente favorecida.
Teniendo en cuenta las características del Informe Pisa, me atrevería a decir que varias de las conclusiones extraídas en la actualidad no corresponden realmente con la finalidad de este informe. Por ejemplo, una conclusión que se ha mencionado es que el sistema escolar es nefasto (defendiendo la baja puntuación obtenida en comparación con otros países europeos, la cual no es del todo cierta) y por ello debe ser cambiado nuevamente.
Porque, el informe PISA no analiza los programas escolares nacionales, sino que revisa los conocimientos, las aptitudes y las competencias que son relevantes para el bienestar personal, social y económico. Por ello, no debemos olvidar que la mejora del sistema educativo no sólo depende de las administraciones educativas sino de la sociedad en su conjunto ¿Cuántos cambios y reformas educativas se han realizado en pocos años? ¿Qué efecto ha acarreado?.
En definitiva el Informe Pisa no manifiesta los bajos resultados por falta de conocimientos (contenidos conceptuales), sino más bien las destrezas, la comprensión o la aplicación (contenidos procedimentales y actitudinales).
No debemos quedarnos en enseñar a nuestros alumnos a aprender a aprender, (la mera transmisión de conceptos en el cual el estudiante es un objeto pasivo), sino que teniendo en cuenta los resultados de este informe, la mayor carencia analizada y donde deberíamos prestar mayor atención está en saber para hacer y a su vez saber para vivir y convivir.
Y en esta misma perspectiva y teniendo en cuenta los resultados que el mundo laboral nos refleja, la inteligencia emocional, y como no en este caso la Educación emocional, golpea cada vez más fuerte la puerta de la Educación, a fin de demostrar la importancia del desarrollo emocional como herramienta importante para hacer frente a dichas carencias.
A su vez, y aunque la sorpresa ante estos resultados ha sido mayúscula en las altas esferas de nuestra sociedad, estoy convencido de que estos resultados no han sorprendido enormemente, ni por supuesto, gratamente al profesorado que defiende el desarrollo integral de la persona (cognitivo y emocional), ya que cuando el profesorado analiza el fracaso escolar no lo achaca tanto a la capacidad intelectual del alumnado, sino a su falta de motivación y de interés por lo estrictamente académico.
Por ello y a modo de conclusión, recojo lo más interesante a mi juicio de este Informe y reivindico más si cabe aún la implantación de la Educación Emocional en las aulas, a fin de obtener una herramienta básica en un aspecto esencial en las vidas de las personas: El desarrollo de competencias emocionales para aprender a aprender, a hacer, a vivir y convivir.
