Inteligencia emocional

Si no existiera, habría que inventarlo…

Inventando

Inventar…

Se trata de una frase robada a mi compañero de aventuras “blogueras”, Javier Riaño. El contexto en el que la pronunció es el de las reflexiones que nos ofrecía ante la encrucijada de qué camino elegir para el futuro del Consorcio de Inteligencia Emocional, espacio que alumbró este blog con la complicidad del grupo EITB.

Hace tres años y medio que el CIE se disolvió. En este contexto rescato la frase de Javi para pensar juntos sobre ella y sobre la realidad que vivimos.

En 2008 la Diputación Foral de Gipuzkoa abrió un camino que puso a Euskadi en la vanguardia de la inversión en inteligencia emocional (IE). En paralelo, Innobasque, apostó por generar una red de entidades y profesionales que se formaran en el ámbito de la IE con el objetivo de trasladar ese conocimiento a los distintos ámbitos económicos y sociales de nuestra comunidad. Era una época en la que había pocos foros de formación, se comenzaba a hablar en los ámbitos profesionales de emociones y personas. Estos movimientos despertaron tanto interés como esperanza. Quiero creer que fruto de esto nace el Consorcio que llega a tener a más de 200 entidades y profesionales vinculados antes de su constitución como asociación en 2014. De lo vivido en estos diez años podrían hablaros mucho mejor que yo gente como Rogelio Fernandez, Arantza Etxaniz, Iñaki Pérez, Tomás Elorriaga, Iker Atxa, Maribel Navascues, Txema Villate, Olga Gómez, Cristina Zurita, Roberto López u Olaia Agirre entre muchos otros más.

Hoy nos encontramos una realidad en la que la inteligencia emocional es conocida e, incluso demandada. Hay congresos, master universitarios y  otros cursos que permiten que muchas más personas hayan adquirido conocimientos en la temática. A nivel asociativo existen entidades como ASNIE o RIEEB que aglutinan a profesionales interesados en la temática. Existen, por tanto, plataformas en el mundo académico y profesional que permiten extender elconocimiento sobre esta materia. Pero también vivimos en un mundo que trata de manipularnos a través nuestras emociones, concretamente avivando las que más convienen en cada caso y sugiriéndonos los caminos mas fáciles para satisfacerlas. De esto hemos hablado en otras ocasiones en este blog.

¿Qué falta? Evidentemente voy a ofreceros mi opinión personal sobre lo que echo en falta. Porque sí, efectivamente hay cosas que tendríamos que inventar... Comenzaría por una red vasca de personas y entidades comprometidas por la transformación de la sociedad a través de la aplicación de los conocimientos de la IE. Puestos a pedir que esta red conectara generación y transmisión del conocimiento con la aplicación de éste a través de proyectos innovadores. Y que en esa conexión valores y emociones fueran de la mano.

Hacía tiempo que no me acercaba a estas páginas. Habitualmente me centro en cuestiones más técnicas, más prácticas. Pero hacerlo hoy me ha llevado a recordar qué importante es inventar, invertir entusiasmo en cambiar las cosas. ¿Vamos?

2 pensamientos sobre “Si no existiera, habría que inventarlo…

  1. mikel bilbao garay

    Pablo, si no te conociese me gustaría conocerte. Cuando quieras voy contigo, cabeza de ratón o costilla de león, lo que quieras está bien. Y coincido contigo en que hoy es necesario desarrollar proyectos de forma conjunta que lleven un poco de lo que creemos entender mejor que la media a procesos de transformación co-laborativa de personas, equipos y organizaciones, de todo tipo y sector. 3 abrazoTs, Pablo, mila esker, zorionak, urrengo arte, ya me cuentas…

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