Inteligencia emocional

Saber despedirse

Saber-despedirse despedirse. Escaleta de una despedida.

Saber despedirse bien es más importante que dar la bienvenida a alguien en nuestra vida, es un ejercicio de paz con nosotros mismos y un último tributo a nuestra relación.

Recibir a alguien en nuestra vida es algo que solemos hacer bien, sobre todo en las relaciones afectivas, los fuegos artificiales que sentimos nos elevan hasta el séptimo cielo y nuestra complacencia y nuestras buenas palabras se despliegan como una alfombra roja.

Despedirse es harina de otro costal, las despedidas son el reconocimiento y el agradecimiento de lo compartido y vivido con esa persona. Hacer el ejercicio de recordar todo lo bueno que hemos compartido es una manera de reconocer al otro. Y además, nos lleva a darle un lugar en nuestra vida a lo que nosotros hemos tenido con esa persona.

Saber despedirse bien es una prueba de madurez emocional y el primer peldaño para construir una buena relación con posterioridad, ofreciendo el último regalo de amor a alguien que hemos amado.

 

Una buena despedida tiene dos fases: la del agradecimiento de lo bueno vivido y expresar lo que hemos sentido, tanto lo bueno como lo que nos ha dolido.

Expresar lo que nos ha dolido de forma asertiva es una parte fundamental para poder cerrar el círculo y hacer un buen duelo. A la hora de expresar lo que nos ha dolido, es importante responsabilizarse de que aquello que nos duele tiene que ver con lo que hace el otro y también en un alto porcentaje con nuestras heridas y nuestra forma de sentir las cosas.

Es relevante recordar que una buena manera de demostrar amor a alguien es todo lo que hacemos para no dañarle. Cuando alguien nos ofrece su amor, nos otorga su máxima vulnerabilidad, no utilizar ese privilegio y ese poder dice mucho de nuestra forma de querer. El amor habita en todo lo que damos a alguien desinteresadamente, y especialmente en poner atención en no decir, ni hacer nada que dañe o reste libertad al otro.

Por último, debemos tener en cuenta que no todas las personas están capacitadas para hacer este proceso en el momento de ruptura, a veces es necesario un tiempo para recomponerse. No olvidemos, que todos hacemos lo mejor que sabemos y podemos en cada momento de nuestra vida.

Os dejo la escaleta de una buena despedida.

 

ESCALETA DE UNA DESPEDIDA

Cae el sol

atracamos en nuestro sitio

una playa, un puente, un banco…

 

Pasamos Revista.

Cumplidos casi todos los planes

que soñamos hacer juntos.

La caja de reproches está vacía,

la caja de los momentos mágicos repleta.

 

Mirarnos a los ojos

cogernos de las manos,

besarnos

sentirnos

el corazón lleno amor.

Te quiero, pero no te amo

Te agradezco todo lo vivido.

Te agradezco todo lo sentido.

Sé feliz.

 

RECUERDA:

El viento del Norte

nos traerá nuevas olas.

Y sí alguna nos vemos por ahí,

invítame a un café y hazme el amor.

 

Un pensamiento sobre “Saber despedirse

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