Madariaga

Xabier Madariaga
Xabier Madariaga

Xabier Madariaga (Bilbao, 1981).

Con 22 años y una maleta, me planté en Jerusalén para ser corresponsal de EITB en Oriente Próximo. Allí, con los demás corresponsales, con los mejores compañeros de profesión que uno puede tener nunca, empecé a caminar por mí mismo en esto de la actualidad. Fueron tres años muy intensos: contamos el funeral de Arafat, la entrada en el eterno coma de Ariel Sharon, la salida de los colonos de Gaza…

Después fui a Madrid, donde tocó darle duro al periodismo parlamentario y judicial. Pero por los achaques de Fidel Castro, más de una vez tuvimos que subirnos corriendo en un vuelo Madrid-La Habana, y en Cuba fuimos testigo de la elección de Raúl Castro. Sentimos ser parte de la historia, como cuando plantamos nuestra cámara y nuestro micrófono en medio de la nominación del primer presidente negro de los Estados Unidos. 

Tras un año en casa, en la redacción de Bilbao, he vuelto a las andadas por el mundo. Ahora persigo a Sarkozy desde la corresponsalía de París. Y desde aquí me ha tocado viajar a la antigua colonia francesa de Haití. Ese terremoto es la historia que más me ha marcado por ahora. Espero que me marquen muchas otras, ¿o no?