Hay personas que nacen mandando. Y hay futbolistas que son capaces de liderar sus equipos. Pero muy pocos pueden reclamar el gobierno de conjuntos superlativos como el Barcelona, el Madrid, el Mánchester o el Milán. El peso de las estrellas, las que lucen en la manga como sÃmbolo de las Copas de Europa ganadas, y las que se amontonan en el vestuario, genera vértigo en la mayorÃa de quienes se visten con sus uniformes.
Llevar el peso de todas esas estrellas sobre la espalda en un estadio de ochenta, noventa o cien mil espectadores, en una eliminatoria de Champions podrÃa secar la boca del más bregado.
Sin embargo, en ocasiones surgen futbolistas a quienes la boca no se les seca ni la vista se les nubla. Tipos capaces de asumir cualquier responsabilidad. Tipos que no tienen porque ser los que más cobran, que pueden ir sin afeitar, o con la camiseta por fuera. Tipos que mandan sobre el grupo, el campo y el juego. Tipos que llegan a mandar incluso sobre los rivales y los árbitros. Lo hacen, además, con un orgullo humilde, con una humildad orgullosa. Son los Alatristes del fútbol.

Xabi Alonso, en el centro del campo del Madrid, entre Guti (con gafas) y Raúl, de luto y con sombrero
Y Xabi Alonso forma parte de esa casta. Le bastó mirar a los ojos a Cristiano Ronaldo el pasado domingo en el Bernabeu para que el astro mundial le cediera el lanzamiento de un penalti. Cristiano, el sÃmbolo del nuevo Madrid, querÃa luchar por el Pichichi. Pero la gran vedette blanca no fue capaz de oponerse. Hizo como esos tigres de los circos, que rugen ante el aro de fuego, muestran los dientes y afilan las orejas…pero terminan pasando. Ronaldo hizo lo mismo, aunque sin mostrar los dientes por no gastar ortodoncia.
Luego, con la presión de la mirada de la supervedette del balompié universal, y ochentamil gargantas gritando ¡Raúl, Raúl! como si ChamartÃn se hubiera convertido en un mitÃn del Partido Revolucionario Cubano, Alonso cogió carrerilla y encaró al más acreditado parapenaltis de la liga: Diego López. El guardameta ni vio el balón.
Ahà fue cuando el colegiado pidió vez. Con razón porque en el área faltó poco para que se metiera hasta el cuarto árbitro. De nuevo las gargantas exigiendo que chutara Raúl, de nuevo el mejor parapenaltis enfrente. Y de nuevo, gol. Sumando su aproximación en los dos lanzamientos, Diego López estuvo mucho más cerca de quedarse embarazado que de detener la pelota.
Alonso, el Alatriste con balón, el tipo sin afeitar cuyos pasos en el centro del césped retumban hasta fuera de los estadios, estableció asà la nueva jerarquÃa en el Real Madrid. Allà manda él. Y no hay Cristiano que rechiste. Ni Cristiano, ni Kaká, ni Raúl, ni Casillas. Puede que a estas alturas el único que no se haya enterado sea Guti. Aunque lo contrario serÃa una sorpresa.
Pero si Alonso es capaz de mandar, es porque cada uno a su alrededor sabe que es él quien sirve a todos. Y que nadie les puede servir como él. Eso es un lÃder. Con estoque o con balón.
Aaaaaay !quién fuera delantera del Madrid para recibir los regalos de Xabi¡
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