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El mejor gol de CR7 lo había metido antes Toquero

El pasado domingo se abrieron los cielos sobre Vallecas para que pudiera descender el hijo del Dios del Fútbol hecho carne y gomina y lograra el gol de goles.

Eso creía yo al menos cuando me despertó el estallido de pitidos de teléfonos, ordenadores, radios y televisiones. Ya se que con la Reforma Laboral me pueden echar por menos, pero, oigan, estaba medio dormida en la redacción de deportes, tratando de recuperarme del tute del fin de semana de la NBA y su partido de las estrellas. Ver tanto hombretón pegando saltos me quita el sueño, me dormí a las mil y luego me despertaron para ver el partido del vermú de Villareal. Así que por la tarde no sabía en que uso horario me encontraba. Estaba más desorientada que el sastre de Falete.

El gol de su vida

Al despertar de golpe me ocurrió lo mismo que al socio de Urdangarín: me empecé a sentir culpable de todo. Me invadieron la sed y el desosiego. Para la sed tiré de mueble-bar. Para el desosiego me puse a mirar lo que había sucedido. Los teletipos se repetían: Cristiano Ronaldo logra el gol de su vida. Espectáculo de Cristiano Ronaldo en Vallecas. Apoteosis del gol. El portugués logra lo imposible. Los animadores de los carruseles deportivos de todas las cadenas seguían vociferando que el delantero del Madrid había salvado la distancia de los merengues con un tanto irrepetible, la quintaesencia, el novamás, gloria pura, oro molido…Qué se yo.

Viñeta de Asier sobre el gol de Toquero (En Deia)

Viñeta de Asier sobre el gol de Toquero (En Deia)

Para entonces tenía el teléfono plagado de sms y wasaps que me habían llegado a cientos desde todos los lugares del mundo, incluidos Andorra y Berriatúa. Tienes que ver el gol, qué pasada, grande Ronaldo, esto no lo hace Messi, qué tal si quedamos el próximo sábado, reina?…No, este último se me ha colado. Bueno, todo eso me ocurrió con el famoso partido de Vallecas entre los locales y el Real Madrid.

Así que, ni corta ni perezosa, busqué un canal en el que repitieran el gol de las narices. Hablando de narices, me alegro que Zurutuza haya vuelto ya a los campos en plan Belén Esteban, con nariz nueva…Por cierto ¿a que no saben en que tele estaban dando el gol? Exactamente, en todas. Desde Al Jaziira hasta la pública noruega, que cortó un interesante reality show basado en el apasionante deporte del curling para emitir la obra de arte de Cristiano Ronaldo.

La verdad es que me dejó con la boca abierta. Es un tanto que necesita imaginación, técnica y osadía. Se produce un rechace dentro del área, el balón supera al delantero mientras se aleja de la portería, Cristiano corre hacia el esférico, lo adelanta y se saca un taconazo que sorprende a todo el mundo. Impresionante.

Pero lo más impresionante de todo es que es clavado, incluso algo más sencillo porque el balón rueda limpiamente en lugar de dar botecitos, clavado digo, a otro que logró Gaizka Toquero hace unas pocas semanas. Vamos a ver, ahora resulta que el mejor gol de la vida de una megaestrella del universo balompie como Cristiano Ronaldo, lo había echo antes un proletario del balón como Toquero.

Qué cosas tiene el fútbol. ¿Eh? Pues me alegró la tarde. Lástima que Gaizka no tenga qué engominarse.

Es el último minuto, carajoooo!

Los jugadores del Athletic van a tomar esta semana un poco de su propia medicina. Además de en otras ocasiones que mi mala memoria ha disculpado, en Anduva, en el Benito Villamarín y en San Mamés ante el Espanyol, los rojiblancos dejaron helados a sus seguidores en los minutos de extensión del partido.

Esos momentos en los que el minuto 90 ya ha caído a la fosa y los aficionados están pensando la ruta más sencilla para salir del estadio, alcanzar un vehículo y arrullarse entre las mantas. Esos momentos en los que, quien más quien menos, está comentando con su vecino las distintas posibilidades que da el resultado en la clasificación o en la superación de la eliminatoria. Pues justo en esos momentos es en los que el Athletic ha propinado jarros de agua fría a sus seguidores. Qué jarros, cubos, barriles, manguerazos de agua helada en forma de goles recibidos. De esos que silencian a la grada, o la vuelven loca, como en el caso de Sevilla.

Manguerazos de agua fría

Como consecuencia de esos manguerazos de agua fría el Athletic dejó en el alero una clasificación de Copa que luego reencarriló brillantemente y se encuentra fuera de la zona Champions. Eso es así. Pero también ha habido miles de forofos rojiblancos que tardaron media hora en encontrar su coche, ofuscados por la digestión del gol zombi, o se perdieron por las calles, o no lograron salir del estadio, o se confundieron de mantas en las que arrullarse. Porque un gol en el descuento confunde más que la noche. Lo cambia todo. Es eso, un manguerazo de agua fría.

El gol que dio la victoria al Betis en Sevilla, en el minuto 91 (Asier, en Deia)

El gol que dio la victoria al Betis en Sevilla, en el minuto 91 (Asier, en Deia)

Bien, pues la plantilla del Athletic va a conocer la sensación que se extiende entres sus aficionados en esos momentos esta misma semana. Si señor. Y no en el descuento de un partido. Sino desde la puerta del hotel cuando salgan a disputar el partido. Será el jueves en Moscú ante el Bielsamotiv, perdón, el Lokomotiv. Porque se esperan temperaturas de 15 bajo cero a la hora del encuentro de Europa League. Se conoce que igual que en el sur de Europa andan recortando derechos sociales, en Rusia lo que recortan son las temperaturas.

Ahí se van a dar cuenta los rojiblancos de lo que es un jarro de agua de fría, pero fría fría. A lo mejor les viene bien la experiencia y, a partir de ahí, por empatía se concentran en los minutos de prolongación del partido y evitan que goles sinsorgos dejen helados a sus seguidores.

Remedios para el frío de Moscú: hamsters en los calzones

Para Moscú, de todas formas, el Athletic lleva una equipación especial de guantes, camiseras térmicas, leggins y otra serie de adminículos. De todos modos, les voy a dar algunos consejos extras. Que lleven una docena de hamsters para ponérselos dentro de los calzones a los jugadores que salten al césped y al suplente que haga ejercicios: no se nota, es blandito y proporciona una temperatura uniforme a una parte de la anatomía que es especialmente delicada. A la hora de montar barreras defensivas, que se junten pero sin entrar en contacto, si se congela el sudor pueden quedar pegados unos jugadores a otros, es bueno a la hora de tirar el fuera de juego pero impide ocupar el campo. Que un central hable continuamente a Iraizoz para detectar de manera precoz posibles síntomas de congelación en el momento en que no responda o pronuncie frases más incoherentes que lo habitual. Entre los compañeros, aprovechar los saques de córner para abofetearse: calienta a la vez la cara del receptor y las manos del donante. Ojo en los córners: si Susaeta no vuelve es que se ha quedado tieso.

Como último consejo podría procederse a una lectura de la Reforma Laboral en voz alta en el vestuario antes de saltar a jugar. Así se darán cuenta de que 90  minutos a quince bajo cero tampoco son malas condiciones de trabajo.

Nada más sobre la aventura de Moscú. Sólo un apunte final referido a la final de Copa. Si el Athletic decide presionar sobre algún aspecto, probablemente sea más eficaz que en lugar de influir para que la final se celebre en el Bernabeu, apriete para que el partido dure 85 minutos.

¿Quién arbitró el Mirandés-Athletic de Copa?

En Anduva el resultado fue del gusto de todos.

Al revés que el árbitro, que no gustó ni a unas desesperadas que llevaban dos días de despedida de soltera. Malo de verdad, malo como los jamones del chino, malo como Admayeniea… bueno, como el presidente de Irán, ese que es malo-malísimo. Malo como que te pasen la aspiradora al lado una mañana de resaca.

El hombre perjudicó al Athletic, perjudicó al Mirandés, perjudicó al público, al césped del campo que pisó y seguramente al medioambiente, la capa de ozono y aumentó el efecto invernadero. Qué criatura. Qué facilidad para el error. Qué propensión al fallo. Menos mal que es árbitro y no cirujano cardiovascular, ni juez del Tribunal Supremo. Vale, a lo mejor al supremo podría llegar siendo el summun de la torpeza, pero a poco más. ¿Que cómo se llama la criatura? Preferiría no repetirlo y que su nombre se perdiera en el sumidero del colegio de árbitros.

Aún no se sabe si se presentó en Miranda de Ebro a dirigir un partido de fútbol o a jugar al silbato ruso. Menudo pieza. Si hacen público hoy que se trataba de un impostor, que el árbitro de verdad ha desaparecido y que el de Anduva era un bromista, oigan, me lo creo y me quedo más tranquila. Que el hombre no acertaba ni cuando callaba.

Carlos Pouso muestra el mismo gusto que Bielsa por el fútbol elaborado y los chándal horrorosos (Foto de El País)

Carlos Pouso muestra el mismo gusto que Bielsa por el fútbol elaborado y los chándal horrorosos (Foto de El País)

Por lo demás, campo lleno, buen ambiente, partido copero y el resultado que todo el mundo deseaba. El Athletic gana y encarrila la ruta hacia la final. Y el Mirandés acudirá a San Mamés a algo más que a poner el ramo de flores junto al busto de Pichichi. El gol de Lanbarri con el tiempo cumplido abre un resquicio a la esperanza y sirvió de justo premio a un equipo que sólo bajo los brazos al final del primer tiempo, cuando los dos tantos de Llorente pesaban como notificaciones de la Hacienda Foral.

Pero Pouso les debió ajustar las tuercas a los suyos en el vestuario. Salieron a toda máquina y con nuevo plan. Como el intento de atacar al toque con Alain, Muneta e Infante cedió ante la presión de los rojiblancos, el Mirandés decidió afrontar el final de la Batalla del Ebro al estilo Norte: pelotazo a la cabeza de Lanbarri desde donde haga falta y a apretar en la segunda jugada. Vamos, lo que ha sido el juego rojiblanco desde que el propio Pichichi se ataba los pañuelos en la testa. Esta fue la receta que se les indigestó a los de Bielsa.

Durante más de una hora de partido los rojiblancos fueron muy superiores. Hasta que llegó Lanbarri con aquello de “a mi el pelotón que los arrollo”.

La final de la Copa queda pendiente de que San Mamés remate la faena. Puede que el jabalí de Miranda haya podido seguir con vida peleando en su madriguera, pero nadie apostará a que salga entero de la guarida del león.

En cualquier caso, se trata de un bicho de cuidado.

Si los jugadores han de ser autóctonos ¿por qué la hierba de San Mamés es de Burdeos?

Era Shakira. Pero, por las noticias que hemos podido leer en la prensa, pudo haber sido Amy Winehouse. Me refiero al concierto de San Mamés de hace unos días. Y podía haber sido la buena de Winehouse porque no quedó hierba en el campo del Athlétic después del concierto. Y de las rayas, ni rastro. Todo fundido. Vamos, lo que resulta habitual en los conciertos de Amy. A lo mejor me quedo corta, Winehouse podría haber dejado seco también el sistema de riego. Sea como fuere, tras Shakira, para la hierba de SanMamés ya no sale el sol.

Así de alta y lozana estaba la hierba de San Mamés cuando llegó Shakira. Después del concierto, hubo que traer césped nuevo.

Así de alta y lozana estaba la hierba de San Mamés cuando llegó Shakira. Después del concierto, hubo que traer césped nuevo.

La cosa es que sin hierba sobre el campo, el club rojiblanco se ha embarcado en el cambio del césped. Que estará para finales de mes. En todo caso, considero contradictorio que los de Ibaigane defienden el trabajo de cantera pero no el de pradera. Porque, oigan, los jugadores han de ser autóctonos o asimilados. Y se potencia el trabajo de promoción de los jugadores formados en Lezama. Pero el segundo elemento más importante en el juego del Athlétic, después de los propios jugadores, ese queda fuera de la política de lábel de los leones. Hay política de cantera pero no de pradera. Si señoras y señores, el Athlétic trae el césped de San Mamés del mismo lugar del que trae los entrenadores la Real Sociedad: Francia. Y, ojito, hemos podido saber que no se trata de una gramínea de origen euskaldún.

Propongo a los candidatos a la presidencia del Athlétic que incluyan la solución a esta contradicción en sus programas electorales. Cantera si, pradera también. Me van a decir ustedes que no hay en el Txoriherri o en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai una campa que pueda dar hierba de suficiente calidad para poblar San Mamés. Es más, si se preguntará a la hierba que sale en Orduña o en el Parque de Doña Casilda, responderían que su mayor ilusión desde que eran una semillita era poder crecer en San Mamés, aunque sea en el cachito ese en el que calientan los suplentes. Joder, defendamos nuestra hierba ahora que se ve perseguida por esas despiadas directivas que ponen moqueta artificial. Una moqueta que no sólo va a acabar con dos productos de la tierra tan típicos como el central tronco y el delantero centro tocho, también cerca de la hierba autóctona.

El Athlétic no da ejemplo, no hace pradera, importando tepes de finolis gramineas francesa desde Burdeos. ¿Por qué si no soportamos el txakoli de Burgos invertimos en césped de Burdeos? ¿Eh?

Hagamos pradera: hierba autóctona en San Mamés ya. Voy a proponerlo también en la acampada del 15 M.

En otro orden de cosas, quisiera resaltar la figura de Shakira. Una mujer capaz de dejar temblando el vestuario del Barcelona. Y de desertificar el césped de de San Mamés. Cuando le dé por el Real Madrid, lo arrasa.

El Athlétic incorpora en Lezama sistemas para realizar ecografías prenatales

El Athlétic ha sufrido este fin de curso un ataque de pederastia futbolera. Y perdonen la expresión.

Como influenciado por algún agente de bolsa, el staff técnico de rojiblanco se ha sumergido en el universo de los futuros. Así es como han contratado un par de chicos de entre 13 y 16 años. Y parece que están dispuestos ha fichar a alguno aún más joven. En el fútbol no se han impuesto aún la campaña del FROM que clama lo de PEZQUEÑINES NO, Gracias.

Lo bueno de esta estrategia es que permite a los de San Mamés realizar fichajes entre las estrellas de la plantilla del Barcelona. Eso si, entre las estrellas de la plantilla cadete. Pero algo es algo y desde ahí es desde donde empieza a erosionarse al rival.

Esta es la equipación que han presentado en Ibaigane para sus próximos fichajes

Esta es la equipación que han presentado en Ibaigane para sus próximos fichajes

Imagino el estado de cosas en Lezama. Si, señoras y señores, el Athlétic estará en estos momentos empleando las líneas telefónicas de su sede para solicitar señoritas de compañía. Esto no resulta raro en los clubs de fútbol. Pero el rojiblanco será el único club que esté solicitando señoritas de compañía de las de verdad, de las que acompañan al personal y nada más, que cuentan con su licenciatura en pedagogía y que están dispuestas a hacer de madre de un chico de 13 años con aspiraciones de estrella del fútbol.

El gran problema de los protofutbolistas contratados lejos, todo lo lejos que le cabe al Athlétic y sabiendo que el Durango de México no vale, es que se sienten muy solos sin su ama. Por eso no sería extraño que Ibaigane desarrollara un grupo de madres de compañía incrustadas en el cuerpo técnico de Lezama que armonicen la vida privada de los chicos con su desarrollo furbolístico. Este puede ser el gran valor diferencial del Athlétic a la hora de atraer jóvenes valores. O no tan jóvenes pero que aún estén por superar el complejo de Edipo. Este es un complejo que ha cercenado la carrera de cientos de promesas y que amenaza la de otros muchos. Por ejemplo, Asier del Horno. ¿Un cabeza loca? Nooooo, un nostálgico de su familia. Casos como el del lateral izquierdo son los que se podrían evitar o subsanar con las madres de compañía.

La solución a las autolimitaciones del Athlétic

Claro que si el Athlétic sigue profundizando en su práctica de fichar chavalines y avanza en ella habrá de ser consecuente. A corto plazo veremos cómo se ficha a mujeres embarazadas de futuros futbolistas. Ya hay ecografías en tres dimensiones que permitirán a los técnicos de Lezama discernir si el bebé tiene aptitudes para el deporte-rey. Es cuestión de ampliar las instalaciones con un ala gionecológico-deportiva y ya está. Estoy segura de que José Mari Amorrortu estaría encantado de dirigir este experimento revolucionario del fútbol-base.

Por cierto, este sistema conseguiría la cuadratura del círculo: universalizar la capacidad de fichaje del Athlétic. Bastaría mandar un comando de técnicos y tocólogos por el mundo para ir detectando señoras embarazadas de bebés con aptitudes por todo el globo. Una vez localizadas sólo habría que contratarlas y traerlas, por ejemplo a Amoroto, a dar a luz.

Genial ¿no es cierto?

Larrazabal o Preciado como sustitutos de Joaquín Caparrós

manolo_preciadoEstos días se ha hablado de una supuesta llamada de Joaquín Caparrós a Lopo, jugador del Deportivo, para que no firmara con el Getafe para la próxima temporada y que lo haga con el Sevilla. Si este dato fuese totalmente cierto, está claro que Joaquín Caparrós entrenará al Sevilla la próxima temporada. Por lo tanto, habría que comenzar a barajar nombres para sustituir al técnico de Utrera.

Entre mis principales opciones estarían Ernesto Valverde y José Luis Mendilibar, pero ambos parecen estar bien atados en sus respectivos clubes, en Olympiacos y en Osasuna. Valverde se ha proclamado campeón de la Liga Griega con el Olympiacos y todo hace indicar que seguirá en Grecia. En el caso de Mendilibar, está resucitando a Osasuna y aunque me gustaría que volviese al Athletic para demostrar que es un buen técnico, todo hace indicar que se quedará en el club rojillo. Está claro que ahora hay otro ambiente en el Athletic, con nuevos jugadores y que casi no queda ninguno de los que le hicieron la cama a ‘Mendi’, aunque alguno queda todavía en la actual plantilla rojiblanca.

Descartando estos dos nombres, se me ocurren dos entrenadores que encajarían en la entidad rojiblanca; Manuel Preciado y Aitor Larrazabal. El primero está demostrando en el Sporting que es un buen entrenador y siempre ha hablado bien del equipo rojiblanco. Además, también ha dicho que le gustaría entrenar al Athletic de Bilbao. El caso de Larrazabal quizá sea más arriesgado por la falta de experiencia en Primera División. Sin embargo, conoce a la perfección el club, los jugadores de la cantera y también es un gran conocedor de las categorías regionales. Además, otros equipos como es el caso del FC Barcelona también apostaron por un ex jugador que estaba entrenando al Barça B en Tercera División y miren los frutos que está dando el técnico azulgrana.

Creo que ambas opciones serían las mejores para sustituir a Caparrós. Tácticamente cuentan con más variantes que un Caparrós que apenas varía u esquema de juego y los rivales se lo saben ya de memoria y personalmente también otorgarían un mejor trato a todos los jugadores de la primera plantilla. Algunos socios del Athletic también comentaban el nombre de Ziganda el pasado domingo en las gradas de San Mamés.

Personalmente, apostaría por Larrazabal aunque no me parecería mal la opción de Preciado como técnico del Athletic Club para la temporada 2011-2012.

Salvemos el Arco de San Mamés

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“¿Has oído hablar del fútbol?” Quiero pensar que un viejo minero preguntó esto su joven ayudante hace muchas décadas al fondo de una mina de hierro. Quizá en Gallarta. O en Galdames.

minerosEl chaval pudo no escuchar la cuestión de veterano debido al fragor del trabajo en la veta. En la galería suenan los picos arrancando el mineral de la tierra, suenan las palas levantándolo a los vagones, suenan los caballos al arrastrarlos. De vez en cuando suena la dinamita abriendo una brecha en alguna galería gemela. Pero, sobre todo, suena la respiración de los mineros, sus canciones, los juramentos, las toses…

En el calor del túnel huele al ocre óxido, que es un olor parecido al de la sangre, y a sudor, a carburo ardiendo, a ropa sucia de mahón y a boñigas.

Allí abajo se ve poco a pesar de las lámparas. Los pottokas que arrastran los vagones se quedan ciegos pronto y nadie lo lamenta. Si alguno se despeña, habrá asado de caballo para cenar. Porque a los pocos días de cobrarla, la paga se ha olvidado. No hay para carne, ni para vino. Solo para pan. Poco. Y para bacalao seco del que roban los estibadores del puerto y patatas.

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Al volver a la penumbra del anochecer, fuera de la galería, el viejo minero vuelve a preguntar a su ayudante: “¿Has oído hablar del fútbol?”. La gente en las minas juega a los naipes, a los bolos y a lanzar la palanca. Para encontrar un frontón hay que bajar al valle. Y no sobra tiempo.

El chico mira al veterano picador y le responde que si, que ha oído hablar del fútbol. Que algún sábado ha visto jugar a los ingenieros ingleses y a los peritos en una campa allanada cerca de la bocamina. Y que le han llamado para jugar, de portero lo llaman, con ellos. Bajo unos palos. Es fácil, explica el chico, sólo hay que agarrar una pelota grande.

Le han dicho que en Bilbao lo juegan en un césped que se cuida para eso. Y que vienen gentes de otros sitios, de Irún, de Asturias y de más lejos, para disputar partidos.

Al chico le gustaría ponerse algún día bajo los palos allí.

A mi me gustaría, y perdonen que me ponga sentimental, que ese chico lo hubiera conseguido. Y también que el hierro que extrajo de la galería esos días terminara formando parte de la matería prima de la que se forjó, mucho después, el arco de San Mamés.

imagesQué quieren que les diga. Si el hierro para el acero del Arco de San Mamés no lo sacó este chico, seguro que lo extrajeron otros muchos como él. Y lo fundieron otros en los altos hornos. Y forjaron el acero unos terceros. Y lo colocaron otros más.

Sólo por eso, se debiera conservar el Arco de San Mamés. Y porque el hierro que vuela es un símbolo del Athlétic. Porque es el puente que une el pasado y el futuro de San Mamés. Porque se trata de un icono de Bilbao. Y también del fútbol.

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Salvemos el Arco de San Mamés

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“¿Has oído hablar del fútbol?” Quiero pensar que un viejo minero preguntó esto su joven ayudante hace muchas décadas al fondo de una mina de hierro. Quizá en Gallarta. O en Galdames.

minerosEl chaval pudo no escuchar la cuestión de veterano debido al fragor del trabajo en la veta. En la galería suenan los picos arrancando el mineral de la tierra, suenan las palas levantándolo a los vagones, suenan los caballos al arrastrarlos. De vez en cuando suena la dinamita abriendo una brecha en alguna galería gemela. Pero, sobre todo, suena la respiración de los mineros, sus canciones, los juramentos, las toses…

En el calor del túnel huele al ocre óxido, que es un olor parecido al de la sangre, y a sudor, a carburo ardiendo, a ropa sucia de mahón y a boñigas.

Allí abajo se ve poco a pesar de las lámparas. Los pottokas que arrastran los vagones se quedan ciegos pronto y nadie lo lamenta. Si alguno se despeña, habrá asado de caballo para cenar. Porque a los pocos días de cobrarla, la paga se ha olvidado. No hay para carne, ni para vino. Solo para pan. Poco. Y para bacalao seco del que roban los estibadores del puerto y patatas.

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Al volver a la penumbra del anochecer, fuera de la galería, el viejo minero vuelve a preguntar a su ayudante: “¿Has oído hablar del fútbol?”. La gente en las minas juega a los naipes, a los bolos y a lanzar la palanca. Para encontrar un frontón hay que bajar al valle. Y no sobra tiempo.

El chico mira al veterano picador y le responde que si, que ha oído hablar del fútbol. Que algún sábado ha visto jugar a los ingenieros ingleses y a los peritos en una campa allanada cerca de la bocamina. Y que le han llamado para jugar, de portero lo llaman, con ellos. Bajo unos palos. Es fácil, explica el chico, sólo hay que agarrar una pelota grande.

Le han dicho que en Bilbao lo juegan en un césped que se cuida para eso. Y que vienen gentes de otros sitios, de Irún, de Asturias y de más lejos, para disputar partidos.

Al chico le gustaría ponerse algún día bajo los palos allí.

A mi me gustaría, y perdonen que me ponga sentimental, que ese chico lo hubiera conseguido. Y también que el hierro que extrajo de la galería esos días terminara formando parte de la matería prima de la que se forjó, mucho después, el arco de San Mamés.

imagesQué quieren que les diga. Si el hierro para el acero del Arco de San Mamés no lo sacó este chico, seguro que lo extrajeron otros muchos como él. Y lo fundieron otros en los altos hornos. Y forjaron el acero unos terceros. Y lo colocaron otros más.

Sólo por eso, se debiera conservar el Arco de San Mamés. Y porque el hierro que vuela es un símbolo del Athlétic. Porque es el puente que une el pasado y el futuro de San Mamés. Porque se trata de un icono de Bilbao. Y también del fútbol.

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Vera, el “traburko” de Caparrós

Con Urko Vera en el campo el Athlétic se arma con un trabuco. Lo comprobaron en Getafe. Eso exige disparar muy de cerca y sin remilgos. Pero tampoco es preciso apuntar. Hay que llevar el balón a empujones hasta el área y lanzarlo alto, no se necesita precisión. Fernando Llorente y Javi Martínez hacen tanto daño en el área rival que el balón termina entrando. En ocasiones casi por iniciativa propia, suplicando el cuero que no le den más cabezazos, que ya le han arreado bastantes. Otras veces son los propios rivales quienes se hacen un autogol como pidiendo clemencia, rogando que baje el nivel de correteo y empujón.

Joaquín Caparrós, reflexionando en el banquillo si sacar el traburko o no. No le quedan chicles y el resultado pinta mal.

Joaquín Caparrós, reflexionando en el banquillo si sacar el traburko o no. No le quedan chicles y el resultado pinta mal.

Soltar a Urko Vera sobre el césped sin retirar a Llorente supone destilar hasta el máximo la quintaesencia del fútbol elemental. Vera es capaz de liarse a empellones con los postes de la portería rival y de hacerse sitio entre una manada de elefantes que quisiera despejar un balón lateral. Si le arrojan un yunque a media altura, se lanzará en plancha con tal de que el yunque traspase la línea mágica. “Vivo del gol” , aseguró, pronunciando una frase que es toda una declaración de principios.

Vera y Llorente convierten el ataque del Athlétic en un trabuco. Los más finolis achacarán que prefieren un rifle de precisión, un fusil damasquinado de los que manufacturaban en Eibar, o un moderno subfusil de asalto. Pero llegada la hora del cuerpo a cuerpo, cuando la cosa se ha puesto peluda y el barro sustituye a la caballerosidad, no hay nada como un trabuco.

Fue el delantero de Txurdinaga quien despenó al Getafe rematando un balón llovido desde el córner, con la versión atacante de Gorka Iraizoz subido a la chepa, sin saltar, encogiéndose…pero mandando el cuero picado a la base del poste. En el minuto 94, en la única pelota que tocó con claridad. Los madrileños no pudieron desactivar un córner. Tampoco es extraño cuando el rival blande un trabuco en el fragor del área.

Urko Vera es la antítesis de Fernando Llorente. A pesar de que la altura y el peso son casi idénticos nada tienen en común salvo el gol y la camiseta. Llorente es un mocetón rubio y de ojos azules que podría pasar por un estudiante de Oxford. Fernando ha vivido siempre en la élite, con su tremenda exigencia, pero también con sus ventajas. Es el deseado, un cabeceador terrible que, además, juega de espladas como pocos y que es capaz de dibujar filigranas sobre la línea de fondo. Internacional, campeón del mundo.

A Urko no le esperaba nadie. Ha venido solo. Es un rematador que corre hasta la desesperación. Toquero en versión XL. Con el pelo casi rapado, los tatuajes y la dentadura irregular podría salir de una mina de Gales, de un bar de los suburbios de Brisbane o ser el defensa central del Celtic de Glasgow. Te lo podías encontrar en un gimnasio de Durban o entre la policía antidisturbios de Wisconsin. En cualquier caso, no parece un buen cliente.

Urko Vera celebra con delicadeza el gol que consiguió ante el Getafe

Urko Vera celebra con delicadeza el gol que consiguió ante el Getafe

Llorente celebra sus goles con satisfacción, con las manos abiertas y las palmas hacia arriba. A Vera, con el puño cerrado en alto, se le adivina una mezcla de rabia y alegría. Mucha alegría. Y mucha rabia.

Lo mejor para Caparrós es que ambos hacen que el Athlétic tenga un trabuco dentro del área, cargado con  muchos kilos de músculo, un montón de centímetros, paladas de clase y también hambre de gloria.

Oigan, que los finolis dirán lo que quieran, pero un trabuco acojona.

Piqué luce Mango

¡Qué diferentes nos hace la fama! Estudiemos los casos de Piqué y Koikili para valorarlo en su justa medida.

En esta foto de canalathlétic.com, Koikili Lertxundi haciendo méritos para lo de Mango

En esta foto de canalathlétic.com, Koikili Lertxundi haciendo méritos para lo de Mango

El central del Barcelona cobrará por Mango. No se escandalicen, es una marca de ropa. Nada tiene que ver con Shakira ni es que ha dejado el fútbol y se ha lanzado definitivamente al proceloso mar de los gigolos. Se trata de que la marca Mango ha elegido a Piqué para protagonizar sus dos próximos catálogos. Según la empresa, el futbolista encarna los valores que representa Mango: independencia, decisión, etcétera. Los mangantes, o sea, los directivos de la multinacional, no vieron el partido del domingo, claro. Piqué iba que arrastraba la marca de ropa. Ya comentamos que fue lo más parecido a la crema catalana: blando, vacilante, edulcorado y bastante quemado.

Otra cosa es que la gente de Mango haya decido aprovechar la ola de relevancia pública que se le viene encima a Piqué durante los próximos meses. Y para eso da lo mismo que le parta la pierna a Messi en un entrenamiento, se meta doce goles en propia puerta o le regatee Ironside. Esa relevancia pública es la que a Mango le viene bien y tiene que ver con Shakira. Así es. Quizá el defensa internacional se de cuenta dentro de unos años que quien a mango mata, a mango muere. Pero eso es otro cantar. De momento, la fama le va a más.

Todo lo contrario se puede afirmar de Koikili Lertxundi, lateral izquierdo del Athlétic. Koi es un tipo con vocación de motoazada de la banda y que parece un gran tipo. De él se pueden decir muchas cosas, entre otras que seguro que se le daría mejor inmovilizar a Shakira que a Piqué, debido a su preparación en lucha grecorromana. Por eso, por su conocimiento de numerosas llaves, a menudo ejerce como defensa de cierre en el Athlétic. Pues si a Piqué no paran de sacarle en todo tipo de publicaciones…a Koikili le borran. Es lo que tiene la humildad.

No es Koikili con el pelo cardado, es Dani Diges, pero ¿quién sabe?

No es Koikili con el pelo cardado, es Dani Diges, pero ¿quién sabe?

Si, lo hizo el diario As del pasado lunes, oigan. Increíble. Los compañeros de As se cascaron una infografía del primer gol del Barcelona al Athlétic y, en el pase de Xavi a Dani Alves, en el que el brasileño habitaba la frontera del fuera juego, los de As borraron a Koi. Ahí, con un par. El de Otxandiano era quien cerraba, por lo de las llaves, así que la imagen del fuera de juego de Alves es escandalosa. Koikili, un tipo trabajador y sin vanidad, a lo mejor no toma medidas, pero el Athlétic y Petronor debieran cargar contra As. ¿Qué es eso de borrar camisetas y publicidades, hombre por Dios?

Lo lógico es que los de As, si querían evidenciar que el Barcelona ganó por un gol en fuera de juego, en lugar de borrar a Koi debieran haber duplicado a Piqué poniéndolo junto a Gorka Iraizoz. El efecto hubiera sido el mismo, el ridículo también, pero no hubieran hecho de menos a nadie.

Ya ven a que conduce la fama. A estas diferencias, por ejemplo, entre Piqué y Koikili. Que digo yo que Koi hace buena pareja con Anne Igartiburu. Debiera intentarlo, aunque sea sólo para que no le borren de las fotos.