La memoria sentimental de Mikel Hernández Abaitua

Azukre xehea, gatz larria (Alberdania) es, podríamos decir, una memoria sentimental de Mikel Hernández Abaitua, autor, entre otros trabajos, de la novela Ohe bat ozeanoren erdian y de la colección de relatos Panpinen erreinua, donde reside el germen de este nuevo trabajo. Abaitua cuenta en una nota preliminar que cuando se publicó la segunda edición de Panpinen erreinua se le ocurrió escribir un epílogo autobiográfico sentimental. Al editor Inazio Mújica Iraola le gustó tanto que animó al autor a convertir el epílogo en un libro. Finalmente, y aunque hubo alguna reticencia, así fue.LIBRO.Azukre xehea

Abaitua señala que, en cualquier caso, en estas memorias lo principal no es su vida sino las referencias a la política, la literatura y la música, algo indisociable, por supuesto, de sus gustos y vivencias. La convulsa década de los 80, sobre la que Hernández Abaitua elabora un relato personal y sincero, es, en sí misma, una gran protagonista. La memoria -ese museo-, contenida en Azukre xehea, gatz larria guardará seguro muchas similitudes con las de muchos lectores de la generación del autor. Los más jóvenes, en cambio, podrán vivir a través de la lectura, momentos a los que no asistieron: Ikurrina legeztatua. Izeba oso emozionatua zegoen eta ni ere bai. Ipintzen ari ginen bitartean atxilotu egongo gintuztelako sentsazioa izan nuen. Ezin sinetsi benetan hura gertatzen ari zenik. Txikitan ikurrina bat ikusteak beldurra ematen zigun, zergatia osos ondo ez jakin arren. Debekatutako ikurrina hura ikusteak sortzen zigun sentsaioa gaur adieraztea zaila da benetan.

Claro que en su memoria, prolija y amplia, hay pasajes singulares y no transferibles: la elección de los estudios (letras, Euskal Filologia), sus comienzos literarios, los primeros premios, sus amigos y conocidos, entre los que se cuentan, numerosos nombres de la cultura vasca. También vivencias duras como el secuestro de su tío por ETA político-militar.

Realizado este recorrido autobiográfico – sentimental, el autor lanza una mirada retrospectiva hacia la literatura y sus motivaciones, una mirada que va desde la modernidad a la postmodernidad, y que teme que en el camino se nos haya ido quedando, lo que él llama, cierta espiritualidad laica. A través de Azukre xehea, gatz larria, vemos, por un lado, cómo fue el paso de un hombre de una a otra época, y podemos imaginarnos, por otro, cómo fue el paso de aquella época para otros muchos, distintos al autor, pero que compartieron espacios, bandas sonoras, lecturas e, incluso, ciertas corrientes de emoción.

Txani Rodríguez

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