Los que llevamos medio siglo navegando por el océano del cómic somos como ese capitán de barco que otea constantemente el horizonte en busca de la gran ballena blanca. O como ese astrólogo rodeado de libros y extraños aparatos que trata de calcular cuándo se producirá la mítica alineación planetaria. Somos devotos de la narrativa gráfica en busca siempre del Santo Grial, de ese cómic que surge de cuando en cuando y que se convierte en la plasmación real de la Gran Suma: Guión y Dibujo. Gran guión y gran dibujo, algo difícil de ver. Tenemos las estanterías llenas de ejemplos de una de las dos cosas, o buen guión o buen dibujo, y es por eso que cuando ambos confluyen no queda otra que sentarse muy cómodamente y disfrutar hasta la última viñeta. Disfrutar con la lectura y con el goce estético de las ilustraciones. Sentirte dentro de un mundo imaginario que, por momentos, parece real. Escuchar en tu mente las voces de los y las protagonistas de la historia, una tragedia con aires shakesperianos y, al pasar la última página, quedarte con la sensación de que has degustado un auténtico manjar. Y esto es lo que ocurre con el cómic que hoy nos ocupa, Loki. Hermanos de Sangre, una historia ambientada en Asgard, el reino de la mitología nórdica, y que narra un momento crucial: Loki, el dios loco, llega al poder tras derrotar al rey Odín y a su odiado hermanastro, Thor.
El dibujante croata Esad Ribic despliega todo su talento en 120 espectaculares páginas que nos trasladan a un mundo de magia y dioses, pero repleto de miserias humanas. El guión escrito por el dramaturgo y novelista estadounidense Robert Rodi nos ofrece la imagen de un Loki envejecido y amargado que, tras conseguir hacer realidad su sueño perseguido durante miles de años, sentarse en el trono de Asgard, empieza a notar el peso del poder y la frustración de una vida marcada por el desprecio y siempre al margen de la nobleza de los dioses nórdicos. Mientras los que le han apoyado exigen su recompensa, Loki se sumerge en dolorosas reflexiones y afronta un dilema insospechado: ¿qué es lo siguiente que hace alguien tras lograr todos tus objetivos?
Un buen guión y extraordinarios dibujos. Loki. Hermanos de sangre fue publicado por Marvel hace casi 16 años en Estados Unidos y ahora Panini recupera esta joya dentro de su colección Grandes Tesoros Marvel, una reedición imperial en gran formato que, además de la miniserie, añade las portadas originales, bocetos y diseños. Un lujoso artefacto, muy por encima de los tradicionales cómics de superhéroes, que merece un lugar de honor en cualquier biblioteca. No os lo perdáis.
Iñaki Calvo