Archivo de la categoría: ilustraciones

El portentoso mundo infantil ilustrado de Eider Eibar

La ilustradora zornotzarra Eider Eibar, suma a sus abundantes creaciones este álbum, Ez dakit marrazten, en el que todo lo cuentan las potentes imágenes redondas y dinámicas a las que nos tiene acostumbrados. Todo lo van diciendo los gestos y movimientos de un protagonista que se vuelve grupal en las aulas, o bajo el agua, o en las calles, o en su propia casa. Una historia que parece suceder desde el pasado troglodita hasta el presente actual de los grafiti. Hasta que lo que un día eran meros garabatos se van convirtiendo en potentes imágenes que el niño estampa incluso en las paredes de una habitación recién pintada.

Un libro-invitación a la creatividad de niños y niñas que surge de sus propios impulsos expresivos. Basta imaginarlos con una tiza o un lápiz ante un muro o una página en blanco. Y eso es lo que ha hecho la propia ilustradora con su asombrosa capacidad de transformar en relato visual cada uno de los libros que ha ilustrado para la mayoría de los autores de libros infantiles actuales. Sin contar sus proyectos de videocreación, sus murales, talleres y abundantes trabajos corales.

Seve Calleja      

Entre lágrimas gigantes y dragones enanos

Experta en recrear  con sus imágenes los cuentos clásicos y volcada especialmente en los más pequeños con series como Cleo  y Pepo (Bruño) o el álbum Granos de arena (Juventud), la ilustradora franco-belga Sibylle Delacroix llega al euskera de la mano de Ttarttalo con este precioso álbum cargado de ternura alrededor de un acto tan cercano y universal como el llanto. Y lo hace a través de la traducción de una de las grandes autoras líricas de nuestro entorno, Miren Agur Meabe, que cuenta a  los lectores  que todos, niños y niñas, pequeños o mayores, podemos llorar cuando llevamos un dolor o un disgusto en el corazón, unas veces a la vista de los demás y otras a escondidas. Incluso un cocodrilo, por muy dura que tenga la piel. Y que, menos mal que a veces tenemos cerca un abrazo que nos consuele y nos las espante. Apoyada en las actitudes y gestos de su hija pequeña, la autora indaga en las reacciones infantiles a través de candorosas imágenes que invaden cada página del álbum. Algo que hacía también en su álbum Granos de arena, donde un puñado de arena de la playa  descubierto en una sandalia cuando el niño se descalza para irse a dormir, lleva al lector a evocar un sinfín de sensaciones placenteras. Y Miren Agur es también la traductora de Palmir de Gilles Baum y Amandine Piu un álbum  de escueta historia sobre un dragoncito que, huyendo de su país, emprende un largo viaje llevando consigo una maleta vacía, que se va llenando de miedos y tristeza, pero también de gozo cuando descubre la amistad.

Seve Calleja

Itzal zaunka, el perro filósofo de Cano, Olariaga y Lopetegi

Itzal zaunka es un disco-libro que nos propone una visión descarnada del mundo, algo oscura, lúcida por tanto, pero de gran luminosidad final. El proceso creativo se inicia con los textos de Harkaitz Cano, ilustrados por Antton Olariaga y musicados en su conjunto por Jexuxmai Lopetegi.

Esta historia nos presenta a un perro sin nombre -aunque durante tiempo creyó que se llamaba Hator– al que, al contrario que al resto de la camada, un hombre le permitió vivir. “Hau ez duk nire oparia, zoriarena baizikâ€, le repetía su salvador, si es que se le puede llamar así. El perro, un animal filósofo, existencialista, está deprimido. Sabemos que la relación con su amo no fue demasiado buena y sabemos que la vida de su amo no acabó demasiado bien. Él deambula por las vías del tren, por zonas industriales, por páramos de cemento y grúas inmóviles, por bloques de pisos sin terminar: “Abandonuaren trazarik ezean, erdizka eta bukatu gabe dauden gauza geldiek itxaropenerako tartea usten duteâ€. Está cansado, le ladra a su propia sombra, y quiere descansar al fin, pero es un perro con siete vidas.libro-itzal-zaunka

Itzal zaunka, con todo su lirismo y su sensibilidad, es una prospección sobre la soledad –hay, por cierto, un pequeño guiño a Hopper, que tan bien supo captarla-.  Sin embargo, no es una prospección ensimismada porque esa mirada singular del perro se detiene en algunas de las grietas más criticables de nuestra sociedad. Itzal zaunka es todo un estado de ánimo que ofrece un consuelo extraño pero firme. Y una esperanza.

Harkaitz Cano, además del texto de este relato, firma las letras de las canciones compuestas por Jexuxmai Lopetegi, que suenan muy bien, roqueras e íntimas, dominadas por las guitarras eléctricas y acústicas y el piano, y muy melódicas. Han contado, además, con la colaboración de otros músicos y de otros cantantes como Petti, Lidia Insausti, Unai Moraza, Ane Arruti o Andrea Lopetegi. Las ilustraciones de Antton Olariaga son un elemento sin el que el conjunto no tendría la misma transmisión, ni mucho menos. Dominadas por tonalidades oscuras, aunque con irrupciones de colores vivos, aparentemente sencillas y muy, muy expresivas, asumen, en algunas páginas en las que el texto queda en blanco, todo el peso de la narración.

Música, dibujos y letras por tanto para atrapar una emoción y hacerle frente; para componer un himno conmovedor que fortalezca a todos los derrotados.

Txani Rodríguez

Lecturas de fin de semana. Iban Barrenetxea, la ilustración hecha arte

Iban Barrenetxea (Elgoibar, 1973) es un ilustrador y escritor vasco que comenzó trabajando en el diseño gráfico y que lleva ya un tiempo viviendo en exclusiva de su trabajo como ilustrador. A finales de 2010 publicó Bombástica Naturalis (Premio Euskadi de Literatura 2011 en el apartado ilustración), un relato marcado por un texto fantástico y surrealista y por unos dibujos encantadores que rememoraban las viejas ilustraciones que acompañaban a los cuentos de los hermanos Grimm ó de Hans Cristian Andersen. El libro estaba protagonizado por un botánico Bombastus Dulcimer y por sus invenciones, una mezcla de botánica y de ingeniería. Fue el primer trabajo en el que a su labor como ilustrador unió la de autor del relato.LIBRO.El cuento del carpintero

Su nueva entrega creativa, El cuento del carpintero (A buen paso), nos cuenta la historia un laborioso carpintero, Firmín, que hace unas ruedas tan perfectas que “el impulso de una mirada bastaba para echarlas a rodarâ€. Firmín es contratado reiteradas veces por el Barón von Bombus para que le arregle los “desperfectos†causados en su cuerpo por la guerra. Que si un brazo, que si un pie… Todo lo arregla nuestro carpintero, que no se arredra ante los embates de la vida.

El libro de Barrenetxea es una maravillosa fabula sobre el espíritu humano, sobre su creatividad y también sobre su estupidez. Sus ilustraciones destacan por el realismo con el que describe ambientes, cosas y edificios y también por el entrañable aspecto caricaturesco de sus personajes. Lo curioso del asunto es que siendo un relato profundamente antibelicista, la violencia no es explícita y solo se presentan sus consecuencias. El libro además está repleto de sutilezas, porque los dibujos van más allá de los textos. Por ejemplo en las imágenes asistimos a una bella historia de amor que no se encuentra en lo escrito. El autor no solo ilustra sus propias historias sino que ha puesto imágenes a textos clásicos de Dickens, los propios Grimm, Perrault, Samaniego, Lewis Carroll y Henry James. Barrenetxea demuestra que los libros ilustrados no son solo para los niños.

Enrique Martín

Iban Barrenetxea, un mago de la ilustración

FOTO.Iban BarrenetxeaEl ilustrador y escritor vasco Iban Barrenetxea (Elgoibar, 1973) acaba de publicar en la editorial A Buen Paso el libro El cuento del carpintero. Barrenetxea es un diseñador gráfico que lleva ya un tiempo viviendo en exclusiva de su trabajo como ilustrador. A finales de 2010 publicó Bombástica Naturalis (Premio Euskadi de Literatura 2011 en el apartado ilustración) un relato marcado por un texto fantástico y surrealista y por unos dibujos encantadores que rememoraban las viejas ilustraciones que acompañaban a los cuentos de los hermanos Grimm ó de Andersen. El libro estaba protagonizado por un botánico Bombastus Dulcimer y por sus invenciones, una mezcla de botánica y de ingeniería. Su nueva entrega creativa nos cuenta la historia un laborioso carpintero, Firmín, que hacía unas ruedas tan perfectas que “el impulso de una mirada bastaba para echarlas a rodarâ€. Firmín es contratado reiteradas veces por el Barón von Bombus para que le arregle los “desperfectos†causados en su cuerpo por la guerra. Que si un brazo, que si un pie… Todo lo arregla nuestro carpintero. Una maravillosa fabula sobre el espíritu humano, sobre su creatividad y también sobre su estupidez. Pincha y escucha la conversación.

Shaun Tan, genio de la ilustración, notable narrador

El australiano Shaun Tan es un genio de la ilustración. En el colegio lo conocían como «el que dibujaba bien» aunque fuera el último de la clase. A pesar de ello se licenció en la universidad con matrícula de honor en Bellas Artes y Literatura Inglesa. Actualmente trabaja a tiempo completo como artista en Melbourne.

Como se cuenta en la web de su editorial, Shaun empezó a dibujar y a pintar ilustraciones para historias de ciencia ficción y de horror en publicaciones menores cuando era adolescente y desde entonces se ha hecho famoso con libros ilustrados que tratan temas sociales, políticos e históricos mediante un imaginario surrealista y onírico. Libros como Los conejos, El árbol rojo, La cosa perdida (que fue convertido en un corto de dibujos animados que consiguió el año pasado el Oscar de Hollywood) y sobre todo la impresionante novela gráfica sin palabras Inmigrantes han sido publicados en todo el mundo y han podido ser disfrutados por todo tipo de lectores sin importar la edad. Shaun también ha trabajado como diseñador de escenografías y como artista conceptual para películas como Wall-e.LIBRO.Cuentos de la periferia

En Cuentos de la Periferia (Barbara Fiore Editora) se reúnen quince breves historias ilustradas. Cada historia relata una situación o un acontecimiento extraño que tiene lugar en un barrio residencial que se parece a cualquiera de los que conforman los arrabales de las grandes ciudades del mundo occidental: la transformación de una vecina malencarada cuando aparece un buzo japonés, la visita de un estudiante extranjero de talla liliputiense y aspecto extraño, las peripecias que tuvieron que pasar el abuelo y la abuela para poder casarse, la triste historia de una criatura marina varada en el jardín de una casa, los tejemanejes de una máquina misteriosa que aparece en periodo de elecciones y nos hace olvidar las cosas,  la peculiar historia de un búfalo sabio que vive en una parcela vacía y la aventura de dos hermanos que abandonan su barrio para conocer por qué el plano de su ciudad acaba abruptamente. El verdadero tema de cada historia es la normalidad con la que la gente reacciona ante esos incidentes, y cómo su importancia se descubre, se ignora o simplemente se malinterpreta.

Su autor ha dicho que “la «periferia» podría referirse tanto a un estado mental como a un lugar cercano y conocido pero también al borde de la concienciaâ€. Para Shaun “la periferia se representa a menudo como un lugar banal, cotidiano e incluso aburrido que tiende a pasar inadvertido (…) pero que también es buen sucedáneo de los bosques medievales, de los cuentos de hadas tradicionales, un lugar para la imaginería subconscienteâ€. Desde esta filosofía Shaun nos ofrece unos relatos ilustrados de arrabal en los que los dibujos no solo ilustran, sino que son parte fundamental de la historia, ya que sin las ilustraciones las historias no destilarían todos los matices. Quince relatos ambientados en un mundo casi siempre frío y hostil en el que sin embargo ocurren cosas tiernas, raras y maravillosas.  Un libro intenso, sorprendente, que eleva lo cotidiano a ese lugar donde todo es posible, donde nada puede sorprendernos. Hemos seguido la evolución de este autor que comenzó “sólo†siendo un dibujante excepcional y que con el paso del tiempo se ha convertido también en un escritor elegante y rebosante de ideas. No dejéis que la apariencia que tienen estos libros de estar dirigidos para un público infantil ó juvenil os prive del goce de un autor cada vez más grande.

Enrique Martín