Archivo por meses: marzo 2013

Lecturas de fin de semana. Amélie Nothomb y el amor paternofilial

Todos los años, los seguidores de la escritora belga Amélie Nothomb –nacida en Japón en 1965 dentro de una familia de diplomáticos y afincada en París-, recibimos nuestro chute de adrenalina. Todos los otoños, Nothomb publica una novela breve que en castellano llega con un año de retraso. La de esta temporada se titula Matar al padre y es una de esas historias típicamente “nothombiana” en la que una serie de personajes, normalmente dos, se enfrentan entre sí ó a un acontecimiento inesperado en una historia que siempre conduce a un final imprevisible.

De Nothomb me gustan sus excentricidades, su sentido del humor, sus historias disparatadas, sus juegos de palabras, su sorna, su desparpajo, su imaginación y su inmenso talento literario. Talento que despliega en dos facetas, la de biógrafa de su propia vida, como sucedía, por ejemplo, en la imLIBRO.Matar al padrepagable Estupor y temblores; y la de narradora de ficciones con un gran componente excéntrico y muchas veces criminal. Matar al padre entra en esta última categoría.

La novela narra las peripecias de dos magos. Al inicio de la historia uno tiene treinta y cinco años y el otro quince. El primero se llama Norman Terence y el segundo Joe Whip. El primero es un artista consagrado que vive con una hermosa malabarista del fuego llamada Christina. El segundo es un huérfano que va dando palos por la vida para sobrevivir. Norman acoge a Joe y le convierte en su discípulo. La relación se va transformando para Norman en algo parecido a una relación paternofilial. Sin embargo para Joe de lo que se trata es de superar al maestro, de hacerse con sus trucos, su mujer, su vida. Porque todo lo que tiene de noble Norman, lo tiene de retorcido y oscuro Joe. Se trata, en el peor sentido del término, de “matar al padre”.  Norman practica la magia; Joe, la trampa. Algo abominable para Norman que define así los dos conceptos: “la magia deforma la realidad en interés de otro, con el fin de provocar una duda liberadora; la trampa, en cambio, deforma la realidad en detrimento de otro, con el objetivo de robarle su dinero”.

Pero tratándose de una historia de Amélie Nothomb sabemos que tarde o temprano todo girará 180 grados, y que en el fondo nada es lo que parece, como sucede cuando contemplamos un buen truco de magia: la apariencia se confunde demasiadas veces con la realidad. Y que al final quedará un poso de sorpresa, tristeza, resignación y ternura.

Es magnífica esta escritora. Nos deja asombrados ver como insufla vida a una historia cien veces contada y que en sus manos adquiere una nueva dimensión. Nos maravilla la profundidad de los retratos de sus protagonistas, cercanos siempre a la caricatura, pero sin caer nunca en ella. Y nos fascina su peculiar sentido del humor, negro y descacharrante, que a veces nos hace soltar una carcajada y otras una mueca que amaga una sonrisa y se transforma en rictus amargo. No siempre acierta en los resultados, porque arriesga mucho, pero le agradecemos que intente mirar a la vida desde otros puntos de vista, que rozan el límite de lo permitido socialmente. Ya se sabe que son los transgresores lo que nos hacen pensar, y Amélie Nothomb nos hace reflexionar mucho sobre nuestro mundo y sobre los peculiares personajes que lo habitan.

Enrique Martín

La bodeguilla, de nuevo de charleta literaria

FOTO.De charletaPompas de Papel se prepara para las vacaciones de Semana Santa. Y lo hace con una “bodeguilla“, una de sus tertulias alocadas. En ella hablamos de los libros publicados en los últimos meses que más nos han gustado y de algunos que no hemos leído, pero que tienen buena pinta. Se trata de hacer una buena lista para disfrutar mejor del tiempo de ocio. Txani Rodríguez, Roberto Moso, Iñigo Lejarza, Goizalde Landabaso, Iñaki Calvo, Félix Linares y Enrique Martín hablan de lo humano y lo divino, entre un buen montón de títulos. Sábados a las tres de la tarde y domingos a las doce de la noche, Pompas de Papel en Radio Euskadi, ó los libros no sirven “pa ná”, aunque llevemos con años 26 añitos. Pincha y disfruta.

Lecturas de fin de semana. Enric González, el buen periodista

Enric González (Barcelona, 1959) es uno de los grandes periodistas españoles de su generación. Ha trabajado gran parte de su vida en el diario El País y principalmente en varias corresponsalías. De sus estancias en algunos de ellas extrajo el material suficiente para publicar Historias de Londres, Historias de Roma e Historias de Nueva York, tres libros maravillosos. Además, de su estancia en Italia también surgió otro libro, Historias del calcio, en el que se recopilaron las mejores columnas que publicó los lunes en las páginas deportivas de su diario sobre el fútbol italiano y que en el fondo eran auténticas radiografías de lo que acontecía en aquel país. LIBRO.Memorias líquidasGente a la que no le gustaba para nada el fútbol, las devoraba con admiración.

Ahora Enric González ya no está en El País. Lo abandonó cuando la dirección del mismo aprobó un ERE que echaba a la calle a algunos de sus periodistas más excelsos. Aunque él no estaba en la lista decidió irse como señal de protesta, por solidaridad y por ser consecuente con sus principios éticos. Seguro que su padre, el gran escritor de novelas negras González Ledesma se habrá mostrado muy orgulloso. Memorias líquidas recrea la carrera profesional de Enric. Comienza con sus inicios en el periodismo tardofranquista y en el de la transición, en diarios de Barcelona como la Hoja del Lunes, el Correo Catalán ó el Periódico. Sigue con el salto a El País; una entrevista alucinante, breve y con suspense con el todopoderoso director del diario Juan Luis Cebrián; y una explicación de lo que el periódico supuso en la España de la Transición. Y luego comienzan los viajes: la Guerra del Golfo (donde prácticamente todo se inventaba), las corresponsalías de Londres y París, el genocidio de Ruanda y un viaje alucinante al Pacífico Sur para informar de las explosiones nucleares francesas.  Los primeros problemas con la jerarquía de El País cuando el periódico se transforma en una correa de transmisión de los intereses del grupo PRISA. Y Nueva York y Washington y el 11-S, y un encuentro con Bush… y el aznarismo y las trincheras periodísticas. Y la felicidad en Roma y los amigos muertos. Y el principio del fin del trabajo en el periódico. Y de los coletazos en Jerusalén. Y de los problemas económicos de PRISA, y de los sinvergüenzas, y del ERE, y del adiós.

Un libro de memorias increíble, maravillosamente escrito, que concluye que el periodista no debe de olvidar que “cada mesa es un Vietnam” y que debe poner su honestidad por encima de todo, porque al final uno no es nada más que un asalariado para la empresa en la que trabaja. ¡Caray, qué bueno es este hombre!

Enrique Martín

El tocho. Sherwood Anderson, el padre del relato estadounidense actual

El escritor, un anciano de bigote blanco, se veía en dificultades para encaramarse a su cama. Las ventanas de la casa en que vivía eran altas, y al anciano le gustaba ver los árboles cuando abría los ojos por la mañana. Vino un carpintero para colocar la cama de manera que estuviese al mismo nivel de la ventana.

Con este motivo se armó un gran barullo. El carpintero, un veterano de la Guerra civil, entró en el cuarto del escritor y tomó asiento, para exponer su idea de construir una tarima, instalando encima de ella la cama. El escritor tenía por allí cigarros, y el carpintero se puso a fumar.

Estuvieron los dos hombres durante un rato hablando de levantar la cama; pero luego cambiaron de conversación…”.

LIBRO.Winesburg, OhioAsí comienza Winesburg, Ohio de Sherwood Anderson. Publicado por primera vez en 1919, este conjunto de 22 relatos relacionados entre sí, que algunos críticos consideran una novela, es todo un clásico de la literatura norteamericana. Resultó un éxito de ventas durante los años veinte y muy pronto se convirtió en referencia para sucesivas promociones de narradores. Pocas novelas posteriores que trataran el tema de la pequeña comunidad dejaron de acusar su influencia.

En Winnesburg, Ohio hay un personaje recurrente, George Willard, joven reportero del diario de la localidad que da título al libro. Su presencia sirve de vínculo entre los diversos relatos que lo conforman. Las historias están entrelazadas con esmero intentando dar una idea lo más global posible de la realidad de un pequeño pueblo del Medio Oeste americano, de apenas 1800 habitantes.

Trabajadores, tenderos, tipos raros, el reverendo, los doctores, la maestra de la localidad y las enamoradas de Willard, entre otros muchos, protagonizan cada uno de los relatos (o capítulos de esta posible novela). Y prácticamente todos estos personajes tienen al joven reportero como testigo o confidente de sus historias.

La conducta visible de todos ellos, su aspecto exterior, y también su vida interior, sus sentimientos, anhelos y frustraciones, están expresados con un estilo directo y lírico a la vez. La penetración psicológica del autor es sorprendente volviendo cercanas y entrañables a la gran mayoría de las figuras descritas. Como le dice la maestra a George Willard, en quien ve a un futuro escritor, “hay que ser algo más que un simple buhonero de vocablos. Hay que aprender a percibir lo que la gente piensa, no lo que dice”. Para ello Anderson utiliza frases despojadas de adornos, sencillas pero no exentas de aliento poético, convirtiéndose en un claro precedente del estilo que caracterizaría a Hemingway, quien siempre reconoció su deuda con el autor de Winesburg, Ohio.

La vida de Sherwood Anderson fue azarosa: dejó la escuela a los 14 años,  participó, luchando en Cuba, en la guerra hispano-estadounidense, ejerció diversos oficios y comenzó a publicar cumplidos los 40. Respaldado por una experiencia tan dura, Anderson se atrevió a decir en cierta ocasión que “en el mundo cunde un error muy americano: confundir la calidad con el éxito”. Aunque ambos, calidad y éxito, se conjugaron en este libro, su obra maestra, hoy ha quedado injustamente relegado en la memoria lectora. Así que, si pueden, no pierdan la oportunidad de disfrutar viajando con la imaginación hasta Winesburg, Ohio.

Javier Aspiazu

Lorenza Foschini, jugando con Proust

Esto no es un relato imaginario. Todo lo que se consigna en él ocurrió en realidad”, advierte la autora de El abrigo de Proust en una premisa al libro. También confiesa que mientras llevaba a cabo este trabajo descubrió la importancia que revisten los detalles mínimos: los objetos sin valor, los muebles de dudoso gusto, hasta los viejos abrigos descosidos. Lorenza Foschini, la escritora y periodista que firma esta intriga bibliófila, narra en primera persona cómo accedió a la apasionante historia de El abrigo de Proust cuando hacía una entrevista para un programa de televisión a un diseñador de vestuario, un tal Tosi. Él fue quien la puso sobre la pista de Jacques Guerin, un magnate parisino de los perfumes, que amaba los libros por encimaLIBRO.El abrigo de Proust de casi todas las cosas. En 1929 Guerin conoce a Robert Proust, hermano de Marcel, por casualidad y entabla relación con la familia del genio de la literatura, que había fallecido recientemente. El bibliófilo descubre que la familia del autor de En busca del tiempo perdido se propone destruir sus manuscritos y malvender sus pertenencias porque les avergonzaban los textos de Proust y, a qué negarlo, su homosexualidad. Durante años, constante y tozudo, Guerin irá haciéndose con todo aquel legado. Llegará incluso a conseguir su objeto más codiciado: el abrigo de piel de nutria que el friolero Marcel Proust tantas veces vistió, el mismo que usaba como manta mientras escribía su obra maestra tumbado en la cama.

Lorenza Foschini reconstruye con habilidad la vida de Guerin, recrea una época fascinante y convierte su relato en la crónica de una obsesión literaria. “Jacques Guerin -escribe la autora- advirtió que, a su pesar, estaba implicado en una aventura a la que había sido llamado para cumplir la tarea de salvar algo que consideraba precioso”. El abrigo de Proust incluye además fotografías del autor y de sus efectos personales que entusiasmarán a los admiradores del genio francés. Estamos pues ante un delicioso libro sobre libros, muy del gusto de la editorial, envuelto por un halo metafísico. En el postfacio se recoge en una frase el espíritu del afán de Guerin: “Creó la ilusión casi perfecta de que la vida de Proust continuaba. Su fetichismo era el método que le permitía detener el tiempo, echar un manto sobre la muerte y colmar con objetos de diversa índole la nada que Proust denunciaba y, a la vez, superaba en su obra”.

Txani Rodríguez

Ignacio del Valle, de las intrigas de la guerra al relato corto

FOTO.Ignacio del ValleEl escritor asturiano Ignacio del Valle (Oviedo, 1971) acaba de publicar en la editorial Páginas de Espuma el libro de relatos Caminando sobre las aguas. Del Valle vive en Madrid y ha publicado siete novelas, entre las que sobresalen las que conforman la serie de Arturo Andrade: Los demonios de Berlín, El tiempo de los emperadores extraños, que fue llevada al cine por Gerardo Herrero como Silencio en la nieve, y El arte de matar dragones. Además cuenta en su haber con más de cuarenta premios de relatos. Su obra ha sido traducida a varios idiomas. Caminando sobre las aguas reúne un puñado de relatos que recorren el tiempo y el espacio y que atraviesa momentos históricos y paisajes imaginarios. Todos están protagonizados por personajes que se encuentran en la encrucijada y que ven como días sin nombre se transforman en días de Historia. Un libro directo y visceral, dicen en su editorial. Pincha y escucha la charla.

El comictario. Charles Masson cambia de tercio

Sorprendente este cómic, La última mujer, lo más nuevo de ese médico otorrino y dibujante francés llamado Charles Masson que ha cimentado su carrera con obras centradas en la denuncia social. En 2003, año de su debut, sorprendió a propios y extraños con Sopa fría, la descarnada historia de la muerte de un vagabundo enfermo de cáncer. En 2005 llegó Bonne Santé (Buena salud) no traducida al castellano y que es una recopilación de sus experiencias como médico. Luego, en 2009, Charles Masson publicó su obra más compCOMIC.La última mujerrometida, Derecho de Suelo, espeluznante relato sobre las injusticias que sufren los inmigrantes ilegales en la isla de Mayotte, territorio francés de ultramar donde nuestro autor ejerció la medicina. Y ahora, en un giro que rompe su trayectoria de denuncia, Charles Masson se embarca en un cómic totalmente distinto, La última mujer, el agridulce repaso a la vida amatoria de un conquistador de medio pelo que, cumplidos los 50, recuerda a todas las mujeres con las que ha tenido relaciones.

El Don Juan en cuestión se llama Albert. Ha sufrido su enésima ruptura amorosa y recoge en la carretera a un chaval de 17 años que hace auto-stop. El joven, que se identifica como Al, se convierte en compañero de viaje y en confidente. Su optimismo ante la vida, sus sueños amorosos y su falta de experiencia le convierten en el “oyente ideal“. Albert le cuenta cómo empezó sus relaciones con el sexo opuesto, su afán, como buen contable, por planificar y ordenar la vida, y su manía de ir completando el abecedario con los nombres de sus amantes. La historia de Albert, su catálogo de conquistas y rupturas, sus motivos, sus errores, provocan la crítica y el reproche de su joven acompañante y, poco a poco, nos damos cuenta de que ese chico no está ahí por casualidad y que desempeña un papel fundamental en toda la trama. Espléndido análisis de la condición humana y de las personas que no pueden vivir sin pareja, aunque luego son incapaces de mantener la relación.

Recomendable la lectura de este cómic, La última mujer, que publica en castellano Diábolo Ediciones y que desvela nuevas facetas de un autor, Charles Masson, que ya era muy interesante.

Iñaki Calvo

Erretratoak. Oihenart

Oihenart. Arazo latza du Oihenartek: denboraz kanpo bizi da. Sekretuak baino ez dituela sentitzen du. Ezin duela bera izan. Maite dituen gauza gehiegi ez ditu egiten, eta gorrotatzen dituen gauza lar egiten ditu.

Esaterako, eskola-kideek ez dakite plazeragatik irakurtzen duela. Balekite, seguruen, baztertuko lukete. Izan ere, literatura irakurtzea ez da cool. Oihenart-i, baina, gustatzen zaio. Gozatzen du.

Nagusien hizketaldiekin gozatzen duen bezalatsu.  Bere eskola kideek txotxolokeriak baino ez dituzte hizpide. Ezin du esan Amarekin ikusi duen dokumentalak txunditu egin duela. Ezin du solastu Julio Cortazarren ipuinen gainean.

Sekretuak.

Lezamara joateko geratu dira lagunak, Athleticen entrenamendua ikusteko. Oihenartek, ordea, ez du bertaratzeko gogorik. Aitak erakusketa berri batera eraman nahi du, eta itzelezko ikusmina sortzen dio erakusketak. Lagunei esan beharko die Aitak erakusketara joaten behartu duela, eta hartara bakean utziko dute.

Bizitza hau latza ez balitz, to irakaslearen oharra. “Zuen seme Oihenartekin arduratuta nagoelako hitz egin nahi dut zuekin. Semea ironikoegia da, eta oraindik sasoiz gaude hau dena mozteko. Astelehen arratsaldean etortzerik bai?”. Irakaslearen oharra eman dionean gorriak eta zuriak esan ditu Amak. “Ze irakasle mota dituzu zuk?”. Haserre dago. Zorionez, irakaslearen txepelkeriekin.

Hala ere, poztasun izugarria eman dio Amak. Azaldu dionez ironikoa izaten jarrai dezake, izan ere, garatu behar du bere ironikotasuna. Baina tentuz erabili beharko du kalean ironia baloratzeko besteko intelijentziarik ez duen jende asko dagoelako.

Tartean, bere irakaslea.

Goizalde Landabaso

Tercera entrega de novedades de marzo de 2013

LIBRO.Las manos mas hermosas de DelhiMIKAEL BERGSTRAND

Las manos más hermosas de Delhi (ALFAGUARA)   382 páginas

Mikael Bergstrand (Malmö, 1960) es un escritor y periodista sueco que debutó en la narrativa en 2004 con Frambuesas calientes, novela a la que siguió una trilogía policíaca. Las manos más hermosas de Delhi (2011) ha tenido un gran éxito en su país. Cuenta la historia de Göran Borg, un cincuentón divorciado que ha perdido el contacto con sus hijos y que acaba de ser despedido. En esa situación se deja convencer por un amigo, el seductor Erik, para realizar un viaje a la India. Pero al llegar enferma del estómago y debe permanecer encerrado en una mísera posada donde conocerá al comerciante Yogi. Su optimismo, su sentido práctico y su especial relación con lo espiritual obrarán el milagro de cambiar el carácter apocado de Göran, hasta el extremo de emprender la seducción de la bella Preeti Malhotra. Comedia sentimental.

KIM LEINELIBRO.El fiordo de la eternidad

El fiordo de la eternidad (DUOMO)   545 páginas

Kim Leine (1961) nació en Noruega, pero reside en Dinamarca. Enfermero de profesión, vivió durante quince años en Groenlandia. Precisamente este territorio, su historia y las relaciones personales que se establecen en un mundo casi virgen, centra su trabajo literario. Antes de aparecer el libro que hoy presentamos se habían publicado otras tres novelas suyas. Una de ellas, Tunu, la editó en castellano Lengua de Trapo. El fiordo de la eternidad nos lleva a la Copenhague de 1782. Morten Falk estudia teología, pero su espíritu libertino y racional le llevará a Groenlandia, el último baluarte tribal no regido por las normas del hombre europeo. Y es que allí ha surgido una Revolución, guiada por las ideas de la Ilustración, en la que espera encontrar la felicidad. Una reflexión sobre el hogar y las ansias de libertad.

AND666 LOS ATORMENTADOS.qxdSERGIO OLGUÍN

La fragilidad de los cuerpos (TUSQUETS)    342 páginas

Al escritor y periodista argentino Sergio Olguín (Buenos Aires, 1967) le conocimos en 2009 porque ganó el Premio Tusquets Editores de Novela con Oscura monótona sangre. Antes había publicado en su país varios libros infantiles, uno de cuentos y otra novela. Además fue editor y coordinador de varias antologías de cuentos en Argentina. La fragilidad de los cuerpos es una novela negra protagonizada por la periodista de raza Verónica Rosenthal, “apasionada defensora de la verdad y la justicia, fumadora empedernida y con especial debilidad por las bebidas alcohólicas y los hombres casados”. La investigación del suicidio de un conductor de trenes la enfrentará a una trama corrupta de políticos y criminales, mientras vive una historia apasionada de amor sadomasoquista. Poderosa y dura novela.

CHERIE PRIESTLIBRO.Clementine

Clementine (LA FACTORÍA DE IDEAS)   221 páginas

Segunda entrega de la serie El siglo mecánico de la que la escritora estadounidense Cherie Priest (Tampa, 1975) ha publicado ya en su país siete novelas. Una serie “steampunk” sobre un pasado alternativo basado en el ultradesarrollo de la electricidad y el vapor que asombró con su primera novela Boneshaker que transcurre en un Estados Unidos de finales del XIX bastante diferente desde el punto de vista técnico. Hay dirigibles y máquinas capaces de explosiones terroríficas. En Clementine la espía confederada Maria Isabella Boyd no deja der ser acosada mientras dirige el transporte aéreo de un cargamento altamente secreto. Su atacante es el pirata aéreo Croggon Hainey, un esclavo negro fugitivo al que debe detener. Pero ambos son atacados por un tercero y deberán colaborar para sobrevivir. Adictiva.

LIBRO.Diario a dos vocesMANUEL LAMANA

Diario a dos voces (SEIX BARRAL)  299 páginas

Este libro contiene los diarios de un padre republicano y de su hijo. En los dos se narra la huída de España a través de la frontera francesa tras la caída de la República en el invierno de 1939. El diario del padre, José María Lamana, miembro relevante del gobierno republicano, está escrito desde la urgencia del momento y con un lenguaje práctico y político. El diario del hijo, Manuel Lamana (Madrid, 1922-Buenos Aires, 1996), luchador antifranquista, está escrito en 1985, cuando descubrió el diario de su padre. Manuel decidió enhebrar los dos diarios. Primero aparece la narración del padre y luego la impresión que el hijo tiene de aquellos días. Manuel Lamana volvió a España y en 1947 fue encarcelado. Se fugó de la prisión junto a Nicolás Sánchez Albornoz. Una fuga organizada desde París por Norman Mailer, recogida en varios libros y en la película Los años bárbaros de Fernando Colomo. Grande.

El Agujero Negro. Pena

Me dio pena el hombre, tan acuciado por los problemas. Le han subido los precios de todo, la mujer le ha abandonado, los hijos no le quieren, las deudas le estrangulan. Es la típica víctima de la crisis. Se le humedecían los ojos cuando me lo contaba el cuitado. Como que estuve consolándole un buen rato y por unos instantes casi hasta entendí que me despidiera, el muy cabrón.

Roberto Moso