Archivo de la categoría: italia

La última entrega de las novedades de mayo de 2021

LAURA BEATTY

La poda       (IMPEDIMENTA)  313 páginas

Esta novela cuenta la historia de Anne, que a los quince años abandona su casa, se adentra en el bosque que cada día veía desde su ventana y no regresa jamás. Aquel era su refugio soñado: un lugar en el que esconderse y alejarse de su caótica y disfuncional familia, convirtiéndose de modo voluntario en una vagabunda. Poco a poco, aprende a buscar comida y a cazar con sus propias manos; a construir una casa con los materiales que el propio bosque le regala, y a descifrar el hipnotizante coro griego de los árboles. Pero en el bosque escucha otras voces: un hombre armado con una pistola, niños que chapotean en las charcas… y pronto el sonido de unas motosierras lejanas: la ciudad que poco a poco empieza a cercarla. Laura Beatty (Londres, 1963) estudió Filología Inglesa en Oxford y más tarde se especializó en Griego Antiguo. En 1999 publicó su primer libro, una biografía sobre la actriz y sufragista británica Lillie Langtry. Después escribió una novela juvenil sobre la vida de la reina Ana Bolena. La poda (2008) fue su primera novela para adultos y recibió varios premios. Ha publicado otras dos novelas, en 2014 Darkling y en 2019 Lost Property. La poda es un libro desgarrador y hermoso. Una conmovedora metáfora sobre la irresistible llamada de los bosques y la comprensión de una certeza brutal, que el ser humano es una fuerza aniquiladora de la naturaleza. Un descubrimiento.

EDOARDO ALBINATI

Un adulterio        (LUMEN)  103 páginas

Edoardo Albinati es un escritor, periodista, traductor y director italiano nacido en 1956. Reside en Roma y está involucrado en proyectos de ayuda a refugiados. Desde hace veinte años es profesor de los prisioneros de la cárcel de Rebibbia, en la capital italiana. Su cuarta novela, La escuela católica, publicada hace dos años en castellano, recibió el Premio Strega, el galardón literario más importante de Italia. Un adulterio es su última novela. Tras un flechazo virtual, Erri y Clementina huyen de sus respectivas y tediosas vidas de casados para pasar un fin de semana juntos en una isla. Corren un riesgo enorme, pero la pasión que los mueve es incontrolable, y la felicidad que parece estar al alcance de la mano, irrenunciable. Un adulterio nos deja entrever la historia completa de esta aventura fugaz en este extraordinario estudio del deseo. Un relato vibrante, sensual y brutalmente sincero que, construido sobre una mentira, nos interpela a todos: quienes han vivido una relación clandestina, quienes la han rechazado y quienes la han anhelado en lo más íntimo. Iluminador.

LUCÍA PUENZO

Los invisibles      (TUSQUETS)  201 páginas

Lucía Puenzo (Buenos Aires, 1976) es escritora y directora de cine y, también hija del famoso director de cine Luis Puenzo, el de La historia oficial y Gringo viejo. XXY, su primera película, ganó el Gran Premio de la Crítica en Cannes (2007) y un Goya a la Mejor Película Extranjera. Su segunda película, El niño pez, abrió la sección “Panorama” del Festival Internacional de Berlín en 2009. Es también una narradora notable. Ha publicado las novelas El niño pez, 9 minutos, La maldición de Jacinta Pichimahuida, La furia de la langosta y Wakolda. Sus libros han sido editados en la Argentina, Francia, España, Alemania, Italia, Turquía, Estados Unidos y Brasil. En 2010 fue elegida por la prestigiosa revista literaria inglesa Granta como uno de los veinte escritores jóvenes más importantes de la lengua española. Los invisibles habla de perdedores y pequeños delitos. Para Guida, guardia de seguridad en urbanizaciones de lujo, Ajo, la Enana e Isamel son rápidos, sigilosos, avispados, los mejores entrando y saliendo de las casas sin dejar rastro —como si fueran invisibles—. El vigilante ya les ha encargado algunos trabajitos menores, pero quizás haya llegado el momento de ofrecerles algo de mayor envergadura, un golpe más lucrativo que sus muchachos no puedan rechazar. La promesa de un dinero aparentemente fácil obliga a los chicos a aceptar la misión. Sin embargo, nadie les advierte de la posibilidad de que todo se tuerza. Potente.

JOSETXO ORUETA

Wascon     (TXERTOA)  612 páginas

Josetxo Orueta es un bilbaíno que pasó su infancia y adolescencia en Burdeos porque sus padres tuvieron que huir de nuestra tierra por causa del franquismo. Ahora vive en Donostia. Ha publicado libros como Pol eta Pol, Los planes de Lidia, Yo también soy un hijoputa y El Cantar de Orrega, su primera novela, en la narraba el triunfo de los vascones sobre las tropas de Carlomagno en la batalla de Roncesvalles allá por el año 781. En Wascon la historia arranca precisamente después de la batalla, con un pueblo vascón dividido por luchas intestinas y ya sin los líderes que les llevaron a la victoria. Los clanes, ya sean cristianos, paganos o musulmanes, están a torta limpia hasta que no van a tener más remedio que unirse de nuevo, porque desde el sur, desde Córdoba llega un gran ejército comandado por Ab al-Rhaman dispuesto a hacerse con todos los territorios hasta los Pirineos. Zaragoza, Pamplona y los valles pirenaicos son los espacios geográficos donde transcurre la trama. Interesante.

MARTA SANZ

Parte de mí         (ANAGRAMA)  227 páginas

Marta Sanz (Madrid, 1967) es una estupenda escritora. La autora de La lección de anatomía, Black, black, black, Clavícula y Pequeñas mujeres rojas, entre otros notables escritos, acaba de publicar este Parte de mi que no es otra cosa que un pequeño diario del tiempo de la pandemia, que transcurre entre el 17 de abril y el 31 de diciembre del año pasado. Cada entrada, que termina con el hastag “partedemi”, está acompañada por una fotografía del momento, o antigua, que ilustra a la perfección la reflexión. La autora nos desnuda su cotidianidad, también partes de su biografía, y nos cuenta cómo entiende el acto de escribir y de conectarse con los lectores en una situación vital tan, tan especial. Es un libro muy delicado, hermoso y profundo.

El comictario. La Maria Callas de Vanna Vinci

El pasado mes de abril se publicó, en medio de una gran expectación, una nueva biografía sobre la gran diva del bel canto Maria Callas, de cuyo fallecimiento se cumplirán 44 años el próximo 16 de septiembre. Ese libro, titulado La vida oculta de Maria Callas, indaga en la personalidad de una mujer que fue una auténtica diosa en el mundo de la ópera y un espíritu frágil y desdichado fuera de la escena. Con el añadido de detalles tortuosos, el libro cuenta más o menos la historia que todos y todas conocemos y, puestos a profundizar en la vida de Maria Callas, yo me quedo con un cómic biográfico publicado hace tres años en Italia por la prestigiosa editorial Feltrinelli. Una espléndida novela gráfica, escrita y dibujada por Vanna Vinci y que, bajo el expresivo título de Yo soy Maria Callas, es narrado en primera persona por la propia protagonista. Desde su nacimiento en Nueva York hasta su muerte en París, con sólo 53 años, la vida de Maria Callas pasa ante nuestros ojos provocando todo tipo de sensaciones, principalmente admiración por su genio inigualable y tristeza por su fragilidad emocional, aspecto este último que acabó no solo con su carrera, sino también con su vida.

El cómic transcurre como un documental con testimonios de decenas de personas que tuvieron relación familiar, de amistad, profesional y amorosa con la mítica soprano. Maria Callas, en esencia, fue una mujer infeliz, con una madre que la despreciaba porque era fea pero que vio una mina de oro en su voz prodigiosa. Un marido mucho mayor que ella que se convirtió en su agente y le hizo trabajar hasta el agotamiento. Una complexión física robusta que era mal vista por los responsables de los grandes teatros de la ópera y que corrigió con un peligroso tratamiento a base de hormonas tiroideas, que le hizo adelgazar pero afectó a su organismo y a su estado psicológico. Y, para completar la tragedia, una relación de amor tóxico con el magnate griego Aristóteles Onassis, con el que descubrió la pasión y el deseo pero también la amarga sensación del juguete roto y abandonado. Y así nos cuenta Maria Callas su vida. Por un lado, la frágil y desdichada Maria, por otro “la Callas“, la gran superestrella, e intervienen también personajes como los cineastas Visconti, Zeffirelli y Passolini, la soprano Renata Tebaldi, los directores de orquesta Leonard Bernstein y Von Karajan, los tenores Giuseppe Di Stefano y Mario del Monaco, y un sinfín de personas que asistieron al auge y declive de la considerada como la más grande soprano de la historia.

Un cómic magnífico, con excepcionales guión y dibujo de Vanna Vinci, publicado en castellano por Planeta. No os lo perdáis.

Iñaki Calvo

El tocho. Las bodas de Cadmo, Harmonía y Calasso

El dios griego no impone mandamientos. ¿Y cómo podría prescribir un acto, si él ha cometido ya todos los actos buenos y malvados? En Grecia circulaban máximas que aspiraban a la misma universalidad que los mandamientos. Pero no eran preceptos descendidos del cielo. Si lo observamos de cerca, en su insistencia sobre el sophronein, sobre el control, sobre el peligro de cualquier exceso, descubrimos que tienen un carácter completamente distinto: son máximas elaboradas por los hombres para defenderse de los dioses. Los griegos no sentían la menor inclinación por la templanza. Sabían que el exceso es el dios y que el dios altera la vida. Cuanto más inmersos se sentían en lo divino, más deseaban mantenerlo a distancia, como esclavos que se pasan los dedos por las cicatrices. La sobriedad occidental, que dos mil años después, se convertiría en el sentido común, fue al inicio un espejismo entrevisto en la tempestad de las fuerzas.

Este es un párrafo de Las bodas de Cadmo y Harmonía de Roberto Calasso. El tercero de los libros del gran ensayista italiano, cofundador de la prestigiosa editorial Adelphi, apareció en 1987 y supuso un hito en la apreciación de la mitología griega. Utilizando multitud de fuentes clásicas, a veces muy poco conocidas, Calasso mezcla de forma sorprendente la reflexión filosófica, la historia comentada, la antropología y el relato literario en un recorrido a veces laberíntico, pero siempre fascinante, por los mitos griegos. La andadura se inicia con Zeus transformado en toro, raptando sobre sus lomos a la doncella Europa, y termina trescientas setenta páginas después con el rey Cadmo invitando a todos los dioses a sus esponsales con Harmonía, última vez en que coinciden dioses y hombres. Cadmo, según la tradición griega, inventará el alfabeto y su figura simboliza el paso del mito a la historia escrita. Entre un cabo y otro, asistimos al nacimiento del universo y de los dioses olímpicos, a sus desvaríos amorosos, que no se detienen, como en el caso de Zeus, ante el estupro y el incesto, y a la azarosa y violenta interacción entre dioses y hombres.

Según los griegos, es la presencia de lo divino en la vida humana la que hace a ésta digna de ser vivida, aunque a menudo conduzca a la pasión, al exceso, a la locura, o a la muerte; tal como les asaltan a los héroes, a Teseo, Jasón, Ulises o Aquiles, a Medea o Ifigenia. Junto a esta idea fundamental, Calasso destaca la ambivalencia del mito, su pluralidad de sentidos y versiones. Y pone como ejemplo supremo el de Helena de Troya, que quizá solo fuera un simulacro: una de las versiones del mito de Helena nos cuenta que esta recaló con su raptor, Paris, en Egipto, donde el faraón se incautó de sus bienes y le impidió la salida de Menfis. Lo que Paris se llevaría a Troya, entonces, fue una doble, un simulacro. El engaño se erige así, ya desde la Grecia clásica, en motor de la literatura y la historia.

Les diré por último que Calasso cautiva al lector con una prosa poderosa, concisa, de asombrosa inteligencia. Con ella consigue hilvanar un texto de sabiduría desbordante, que exigiría repetidas lecturas. Me refiero a Las bodas de Cadmo y Harmonía de Roberto Calasso, en editorial Anagrama.

Javier Aspiazu

El comictario. Cuando Teseo fue mujer y mató al Minotauro

La historia de Teseo y el Minotauro es una de las más conocidas de la mitología griega. Un joven héroe, hijo del dios Poseidón, enfrentándose a muerte contra una bestia mitad hombre, mitad toro en un siniestro laberinto. Una apasionante mezcla de fantasía y personajes reales que ha dado lugar a innumerables estudios, ensayos, novelas, películas y, por supuesto, también cómics. El último hasta el momento es El fuego de Teseo, una interesante vuelta de tuerca a los mitos griegos escrita por el guionista belga Jerry Frissen y dibujada por el italiano Francesco Trifogli.

Los autores nos sitúan en la isla griega de Serifos en el año 1.720 antes de Cristo. Un poeta, llamado Cleón, narra ante un público fascinado la impresionante historia de Teseo y el Minotauro. Todos saben que el joven héroe entró en el laberinto de Dédalo y dio muerte a la terrible bestia nacida de la unión contra natura entre Pasífae, la esposa del rey Minos de Creta, y un toro blanco salvado del sacrificio. Es lo que saben y lo que esperan escuchar, pero hay alguien entre el público, una mujer, que no está de acuerdo con lo que cuenta el poeta. Es tal su indignación que, cuando el poeta sale un momento al exterior de la casa para aliviarse, la mujer le acusa de contar mentiras y le rompe la nariz de un puñetazo. Sorprendido por la actitud y las palabras de su agresora, Cleón va en su busca y le pide que le cuente la historia real de Teseo y el Minotauro. Y aquí es donde el guionista Jerry Frissen, conocido por continuar la saga de los Metabarones ideada por Alejandro Jodorowsky, da rienda suelta a su imaginación, siempre bajo la salvaguarda de que las leyendas tienen parte de fantasía y parte de realidad.

La narración de la misteriosa mujer, plena de intrigas familiares, sucesos violentos y ansias de venganza, nos lleva de Atenas a Creta, hasta el laberinto del monte Dédalo donde vive y devora a sus víctimas el temido Minotauro. Teseo, Minos, Ariadna, Egeo; los nombres de los personajes se mantienen, pero su identidad, su género y su origen son la sorpresa de este cómic que, como digo, da una sugerente vuelta de tuerca a los mitos griegos con un guión trepidante y unos dibujos de Francesco Trifogli, de tono realista y dinámico, perfectos para la ocasión. Quizá provoque recelos una revisión tan osada de los clásicos griegos, pero os garantizo que los amantes de la historia antigua y los del noveno arte en general, disfrutarán como cosacos leyendo El fuego de Teseo, publicado en castellano por Ponent Mon-Catarata. No os lo perdáis.

Iñaki Calvo

Gianni Rodari, el maestro de las fantasías literarias

ingente obra de Rodari, de cuyo nacimiento se cumple un siglo, es una rica y variada muestra de cómo se puede jugar con las palabras, con el uso caprichoso del lenguaje y, por tanto, con todo lo que está hecho de materia lingüística, es decir, con la literatura. Para eso creó su propia Gramática de la fantasía y hasta un libro de Ejercicios, así como un sinfín de historias fantásticas, absurdas, divertidas…, siguiendo casi siempre sus propios principios gramaticales, con títulos como: Cuentos por teléfono, Cuentos para jugar, El juego de las cuatro esquinas, Cuentos largos como una sonrisa, el Libro de los errores…

Ya en 2011, La Galera reunió  media docena de los libros publicados por su sello en Cuentos del genio de la fantasía. Hoy, en su centenario, Juventud reedita en una soberbia edición El libro de los errores que ya antes tenía en su catálogo, y la bilbaína A fin de cuentos le rinde tributo con una doble edición en castellano y euskera de su Istoripoen zoo / El zoo de las historias. De las instrucciones para crear hipótesis y binomios fantásticos, cadenas narrativas o cuentos de porqués fueron naciendo la mayor parte de sus libros de cuentos, de los que los aquí escogidos son buena muestra de su particular tesis didáctica: que escribir historias no es tarea ni privilegio de unos pocos, sino una capacidad que poseemos todos, y, sobre todo, que la literatura no es únicamente una materia que se estudia y se analiza en las aulas, sino algo que también se puede crear de un modo ingenioso y divertido. Por eso hay tanto humor en lo que escribe.

El libro de los errores es una de esas recopilaciones de cuentos, ejercicios o propuestas ingeniosas en las que su autor, inspirado esta vez en los errores gramaticales, nos invita a pasear por el taller de la literatura y a que nosotros mismos seamos artesanos del lenguaje creando y recreador historias ocurrentes y divertidas siguiendo el modelo que el maestro piamontés nos brinda. La obra está estructurada en tres partes: Errores para un lápiz rojo, Errores de pensar poco y A buscar el error, partes que, como veremos, no difieren demasiado entre sí, puesto que las tres son un compendio ecléctico de juegos ortográficos en los que una sola letra -o su mal uso- da pie a una historia, a un poema, a un cuento.

Algo parecido hace en su Zoo de las historias / Istorioen Zooa, libro hasta ahora inédito en castellano, recién editado también en euskera. Consiste en una serie de cuentos encadenados entre sí cuyos protagonistas son los animales del zoo Tres amigos visitan el zoo y el elefante Jumbo les va relatando las historias de sus moradores con la habitual gracia rodariana.

Seve Calleja

Sandro Veronesi y esas vidas que se mueven veloces

Conocemos muy poco de la obra del escritor italiano Sandro Veronesi. Desde 1984 ha publicado quince novelas y en castellano solo se han editado tres: Caos calmo, que ganó en premio Strega hace doce años, Profecía, que por alguna virtud desconocida reclamó la atención de los editores de Anagrama y ahora El colibrí que ha vuelto a hacerse con el premio Strega. Como si este premio significara algo fuera de Italia. Suponemos que no es así porque Veronesi es una gloria local y poco más. Y, curiosamente, tiene su escritura virtudes superiores a las de otros libros que encuentran paso franco hasta las estanterías de nuestras librerías. Veronesi es ameno, divertido, superficialmente profundo, valga la aparente contradicción, juega con las formas literarias, sabe dar emoción a las circunstancias por las que atraviesan sus personajes y se pone un poco moñas cuando corresponde, pero advirtiendo que no le gusta, o algo así.

El colibrí es el protagonista de esta novela, a quien su madre impuso ese alias por considerar que un chaval bajito y nervioso se correspondía bien con la figura de este pájaro. Resulta que mediante tratamientos varios la criatura alcanza una altura convencional, aunque siga moviéndose bastante. Pero lo importante es que a este hombre le pasan cosas. Sus padres se constituyen en una fuente de problemas, su hermana tuvo un destino terrible, su hermano está muy alejado de él, aunque nuestro colibrí le envía constantemente cartas de reconciliación, su hija entra en la zona oscura y él tiene que hacerse cargo de su nieta. Todo eso no al mismo tiempo, sino extendido en el tiempo, que esta novela ocupa muchos años. Y, además, el psicólogo de su mujer le llama un día y le dice que su mujer tiene un rollo con un antiguo amante. ¿Por qué un profesional rompe su código profesional de esta manera? Bueno, las explicaciones están en el texto. Pero estas conversaciones le permiten al autor hacer algunos fragmentos completamente dialogados, una de las formas que la novela va adoptando a lo largo de sus páginas. Luego hay monólogos, cartas, narraciones varias que hacen que la novela sea variadita. Después del catálogo de desgracias que afligen a nuestro hombre será una sorpresa que les diga que la novela es muy divertida, al menos en el principio. Luego el dramatismo se irá imponiendo hasta llegar al agobio y a la apoteosis final. Y como en el mismo texto se menciona la película Las invasiones bárbaras, ahí dejo la referencia para los conocedores, sin destripar nada a los demás.

Está bien Veronesi, se lee fácil su literatura, tienen interés los hechos que se cuentan y los personajes están bien trazados. Eso sí, estamos en el terreno de lo conocido. No hay aquí nada original, todo lo hemos visto y leído anteriormente, y demasiadas veces me temo. El colibrí no nos va a cambiar la vida, ni siquiera nos va a enseñar nada. Pero nos va a dar unas horas de lectura entretenida, que es bastante en estos tiempos en que el nivel de los escritos en general, y de los best sellers en particular, han caído a extremos mínimos. Incluso puede que nos desate una sonrisa, y si estamos en un momento de bajón puede que nos emocionemos con las cosas que pasan en este libro. Y, ya puestos, hasta podemos apreciar la estructura, las variaciones narrativas y los fuegos de artificio de los que hace gala Sandro Veronesi. El colibrí se titula. Téngalo en cuenta.

Félix Linares 

Wu Ming, el excitante proyecto italiano, ha vuelto

¿Conocen a Wu Ming? No es, aunque lo parezca por su nombre, un escritor chino, sino un colectivo italiano que lleva más de veinte años trabajando la literatura en múltiples formatos. Comenzaron llamándose Luther Blisset y así con ese nombre publicaron la novela Q. Después se pasaron a Wu Ming, Sin Nombre en mandarín, Anónimo para entendernos y así publicaron, entre otras, 54, Manituana, El ejército de los sonámbulos y la que ahora nos ocupa. Además han publicado ensayos, literatura infantil, guiones cinematográficos y otros materiales inclasificables. Y más novelas a título individual firmando como Wu Ming y añadiendo el número que ocupan en la organización. Wu Ming eran cinco escritores, aunque dos, el tres y el cinco, se han apartado del grupo. Pero ahí siguen los tres restantes escribiendo sobre momentos de la historia especialmente difíciles, las guerras de religión, la segunda postguerra mundial, la revolución americana, la revolución francesa y ahora la revolución rusa.

Empieza Proletkult en el año 1.907, cuando ya se han dado los primeros pasos de la revolución con un atraco para conseguir fondos y mantener la llama de la rebelión. De ahí pasamos a 1927, cuando ya se conocen las consecuencias del levantamiento. Y en medio tenemos momentos del exilio italiano de algunos de los protagonistas y de conocidos líderes de la revuelta. Digamos que el detalle curioso es la aparición de una muchacha que asegura ser hija de uno de estos personajes y que viene de un planeta al que viajó el susodicho, aventura que se narra en una trilogía de novelas de ciencia-ficción escrita por otro de los componentes del grupo. Esto me ha hecho acordarme de Matadero Cinco de Kurt Vonnegut, en parte porque acaba de publicarse una adaptación al cómic dibujada por Albert Montenys. Pero digamos que ambas comparten ese realismo apocalíptico, mezclado con las vidas cotidianas de los supervivientes y la aparición de la fantasía en forma de viajes a lejanos planetas. A partir de ese momento las cosas se van mezclando, marca de la casa del colectivo escritor.

Pero, ay, Proletkult es la novela de Wu Ming que menos me ha gustado. Paradójicamente estando escrita por menos personas es la más embarullada y en la que no sabemos muy bien hacia donde avanzamos, y eso incluye el final, donde se repiten más cosas a pesar de ser la más breve y que, en general, presenta menos puntos de interés en el relato. Quizá los escritores que más me gustaban son los que han dejado el grupo. Pero, claro, quizá es que yo esperaba mucho de ella, a la altura de las obras anteriores de los autores. No niego su nivel, su documentación, su correcta escritura, pero le falta encanto. Se la recomiendo por supuesto, ya me gustaría que bastantes de las novelas que leo tuvieran este nivel, pero las comparaciones son inevitables. Así que empiecen por El ejército de los sonámbulos, por ejemplo, y luego pueden seguir con Proletkult. Pero, en cualquier caso ni se les ocurra perderse a Wu Ming, una de las mejores cosas que le ha pasado a la narrativa en las dos últimas décadas.

Félix Linares

El tocho. Los novios de Alessandro Manzoni

Todo el día, se oía por las calles un murmullo de voces suplicantes; por la noche, un susurro de gemidos, roto de cuando en cuando por altos lamentos que estallaban de improviso, por gritos, por profundos tonos de invocación que terminaban en agudos chillidos.

Es cosa notable que, en tanto exceso de penurias, en tanta variedad de quejas, no se viese nunca un intento, no escapase nunca un grito de rebelión: al menos no se encuentra de ello el mínimo indicio. Y, sin embargo, entre los que vivían y morían de aquella manera, había un buen número de hombres educados en todo lo contrario a tolerar; había cientos de aquellos mismos que, el día de San Martín, se habían hecho oír tanto…. Pero los hombres estamos en general, hechos así: nos revelamos indignados y furiosos contra los males medianos, y nos inclinamos en silencio bajo los extremos; soportamos, no resignados, sino pasmados, el colmo  de lo que en un principio, habíamos llamado insoportable”.

Este es un párrafo de Los novios de Alessandro Manzoni, uno de los grandes clásicos italianos del siglo XIX, una novela objeto de cientos de reediciones desde que se publicara por primera vez en 1827. El milanés Alessandro Manzoni había iniciado su carrera, como poeta y dramaturgo, sin excesiva repercusión, cuando en 1821 comenzó a escribir la primera de las tres versiones de esta gran novela, tanto en dimensiones, como en peripecias. Manzoni ambienta la obra en diversas localidades de la Lombardía, incluida su capital, Milán, entre 1628 y 1630, años en que la región se encontraba bajo el dominio español. La boda próxima entre dos personajes humildes del pueblo de Leco, el hilador Renzo y la campesina Lucia, se ve impedida por los secuaces del señor local Don Rodrigo, encaprichado con la chica, que amenazan de muerte al párroco don Abbondio, si celebra el matrimonio. Los novios, con la ayuda del padre Cristoforo, deberán huir del acoso de Don Rodrigo y encontrar refugio en conventos de otras localidades cercanas.

Hasta aquí, se perciben ecos de la novela bizantina o del drama de honor barroco, pero Los novios trasciende estos modelos cuando, acto seguido, se convierte en una novela histórica que bebe directamente de los cronistas del siglo XVII, de una manera quizá demasiado literal. A través de los ojos de Renzo, que llega azarosamente a la capital, Manzoni nos cuenta la terrible hambruna que vivió Milán en 1628. La carestía del grano provocó la sublevación de los habitantes que asaltaron y destruyeron las tahonas. Pacificado el motín, la región vivió a continuación uno de los muchos episodios de la Guerra de los Treinta Años, con la entrada de las tropas imperiales. Éstas, además de la violencia y el pillaje, trajeron consigo una peste devastadora que acabó con dos tercios de la población a lo largo de 1630. Los episodios en los que se narran las reacciones irracionales del pueblo, que creía en “untadores” y envenenadores demoníacos, son los más interesantes de una novela escrita con un estilo tan cuidadoso, que resulta a veces sobrecargado por larguísimas frases subordinadas de dificultosa lectura.

Manzoni fue un ferviente converso al catolicismo, de ahí que su obra tenga una intención moralizadora, más que evidente en los largos discursos de los eclesiásticos que aparecen en la trama, fray Cristoforo o el cardenal Borromeo. Por eso, los buenos obtienen reparación y los malos su merecido. Pero, a pesar de este forzado maniqueísmo, como novela histórica y de costumbres, Los novios resiste el paso del tiempo, ofreciéndonos momentos de sumo interés y una perspectiva enriquecida desde la que contemplar nuestro problemático presente.

Encontrarán una traducción actualizada de este gran clásico en editorial Akal: Los novios de Alessandro Manzoni.

Javier Aspiazu

El comictario. Los tiempos precarios de Flavia Biondi

Hace cinco años, el autor castellonense Nadar removió conciencias y emociones con su novela gráfica El mundo a tus pies, en la que contaba las historias de tres jóvenes víctimas de la crisis económica, obligados a trabajos precarios y mal pagados y a un futuro desoladoramente incierto. Un gran cómic, reflejo de la situación real de cientos de miles de personas, en España y en toda la Unión Europea, al que dos años después se unió otra novela gráfica, La justa medida, de la italiana Flavia Biondi. Esta obra permanecía inédita en castellano y ahora podemos disfrutarla gracias a ediciones La Cúpula, que ha cambiado el título original por otro menos sugerente pero más evidente, Tiempos precarios.

Flavia Biondi, nacida a finales de los años ochenta, es la intérprete ideal para trasladar al cómic la triste realidad de la generación a la que pertenece. Los protagonistas centrales de la historia son Mia y Manuel, una pareja cerca de la treintena que se conoció cuando estudiaban en la universidad de Bolonia, llevan ocho años de relación y viven en un piso compartido con otras cuatro personas. Su habitación es su refugio pero también su agujero de frustración, alimentada por la falta de un trabajo decente y de expectativas de futuro. Mia, licenciada en Bellas Artes y que quiere ser escultora, acaba de dejar su empleo de dependienta en una tienda de zapatos. Manuel anhela vivir de la escritura y está publicando en internet una novela de amor caballeresco, una labor por la que no cobra nada mientras espera la llamada de alguna editorial y se gana la vida trabajando en una pizzería. Manuel, igual que el caballero medieval protagonista de su novela, se mantiene firme en medio de la batalla, pero Mia se cansa de luchar y entra en una profunda crisis que pone en riesgo su relación de pareja.

Dos jóvenes que se quieren y se complementan ven abrirse el abismo entre ellos. Han compartido precariedad y esperanza durante ocho años y de pronto el amor, sólo el amor, ya no basta para mantenerles unidos. Hay cansancio, amargura, reproches, sentimientos de culpa y huídas temporales. Las familias de Mia y Manuel, además de Tito, compañero de piso y amigo de confianza, se convierten en colchón para amortiguar la caída de la pareja. Tras el dolor llega la reflexión. Siguen enamorados pero ya no son jóvenes estudiantes, sino adultos luchando por su futuro en un mundo inhóspito. Es el momento de encontrar el equilibrio entre lo soñado y lo real, esa “justa medida” a la que alude el título original de esta novela gráfica que, a pesar de los nubarrones, deja pasar rayos de sol en su tramo final. Guión excelente, magnífico retrato de personajes y muy buenos dibujos realzados con bitono azul.

Flavia Biondi se confirma con esta obra como una de las autoras más interesantes del noveno arte actual, italiano en particular y europeo en general. Tiempos Precarios, un cómic imprescindible publicado por ediciones La Cúpula. No os lo perdáis.

Iñaki Calvo

La tercera entrega de las novedades de noviembre de 2020

CLARA PASTOR

Los buenos vecinos y otros cuentos (ACANTILADO) 173 páginas

Clara Pastor (Cambridge, Massachusetts, 1970) es traductora y editora. Estudió Relaciones Internacionales en Barcelona y Literatura Comparada en Estados Unidos. Tras haber vivido de un lado para otro del Atlántico durante varios años, en 2009 fundó Elba Editorial en Barcelona, dedicada principalmente al mundo del arte y los artistas y al ensayo literario. Compagina el trabajo de edición con el de traductora e imparte clases de literatura a estudiantes de Derecho y Empresariales en ESADE. Los buenos vecinos es su primer libro. Reúne once relatos, de atmósfera intimista y ambientes reconocibles, marcados por los sutiles sentimientos de los personajes. Cuentos repletos de deseos que a veces se cumplen y otras veces no. Cuentos repletos de historias que se insinúan y que el lector debe completar con su imaginación. Historias hermosas escritas con una prosa natural y fluida. Un descubrimiento.

GIOSUÈ CALACIURA

El tranvía de Navidad     (PERIFÉRICA)  116 páginas

El año pasado esta misma editorial publicó Los niños del Borgo Vecchio  un libro terrible, pero también hermoso, escrito con una prosa poética sobresaliente en la que su autor, el italiano Giousè Calaciura (Palermo, 1960) contaba la historia de tres niños que se criaban en un barrio inclemente, el barrio donde el autor se crió. Esta novela fue galardonada con el Premio Paolo Volponi y traducida a varias lenguas. Sicilia en todo su esplendor. En El tranvía de Navidad cuenta lo que sucede cuando un recién nacido aparece abandonado en el último asiento del tranvía número catorce en plena Nochebuena. ¿Cómo ha llegado hasta allí? ¿Qué va a ser de él? Tal vez por caridad, por improvisación o por locura, alguien ha decidido confiar al niño a los brazos del mundo. Y el «mundo» que lo acompaña en ese primer viaje de su vida es esa parte de la existencia a la que no se le suele prestar atención, la mano de obra de la pobreza: un vendedor ambulante de paraguas, una joven prostituta africana, un muchacho negro sin papeles o un mago inmigrante que ha perdido la memoria. En palabras de Eduardo Galeano son «los nadies», los hijos de nadie, los dueños de nada, los ningunos, los ninguneados: unas vidas huérfanas de todo y libres del vicio de la riqueza, pero también poseedoras de una resolución invencible. Dickens ha vuelto. Menos mal.

CHRISTY LEFTERI

El apicultor de Alepo    (MAEVA)  276 páginas

Christy Lefteri nació en Londres en 1980 de padres grecochipriotas que en 1974 huyeron a Inglaterra durante la invasión turca. Después de licenciarse en Lengua Inglesa y obtener un máster en Escritura Creativa, se ha dedicado a la enseñanza. Pero una experiencia cambió su vida y le llevó a escribir El apicultor de Alepo, su primer libro. «En el verano de 2016, y de nuevo al año siguiente, trabajé en Atenas como voluntaria en un centro de refugiados sirios que huían de su guerra civil. Todos los días llegaban familias enteras perdidas y asustadas. Comprendí que, pese a las barreras del idioma, querían hablar. Regresé a Londres confiando en que lo que había visto y oído desaparecería, pero no fue así, así que decidí escribir esta historia para expresar cómo nos comportamos con las personas que más nos importan tras sufrir una pérdida extrema. Este libro trata de eso, pero también del amor y de encontrar la luz». En Alepo, la vida de Nuri y de su esposa, Afra, transcurría feliz junto a su hijo, Sami. Él era apicultor y dedicaba su vida a las abejas, ella era una artista de gran sensibilidad que vendía sus cuadros en el mercado de la ciudad. Pero cuando sucede lo impensable y la guerra destruye todo lo que aman, tienen que escapar. Mientras huyen a Turquía y luego a Grecia, siguiendo la peligrosa estela de tantos otros refugiados sirios, Nuri evoca sus recuerdos más felices para no perder la esperanza en el futuro, uno en el que pueda reencontrarse con el brezo, las abejas y su primo Mustafá, que los espera en Inglaterra. La vida cuando tu vida desaparece de golpe.

KARLOS LINAZASORO

Buzón de sugerencias    (TREA)  110 páginas

«Como el saber no ocupa lugar, la ignorancia se sienta en las mejores filas.» «La pobreza tiene poco de particular.» «Hay silencios que callan hasta los huesos.» «El fracaso humaniza. Por eso nadie lo quiere cerca.» «Cuando veo una ironía, se me hace la boca agua.» «Todos somos hijos de Dios. Luego están los parientes.» «Hay personas tan perfectas que parecen macacos.» «Me lo dicen todos: eres otra persona.» «El poeta ve cosas que solo otro poeta no ve.» «Vencer. Pero que nadie te recuerde.» «Hay cajas negras que producen accidentes terriblesKarlos Linazasoro (Tolosa, 1962) es licenciado en filología vasca y bibliotecario de profesión. Ha cultivado, en euskera, casi todos los géneros literarios: literatura infantil y juvenil, narrativa, teatro, poesía, artículo periodístico. Algunos de sus libros están traducidos al castellano. Este es el quinto libro de aforismos que escribe. El anterior, Nunca mejor dicho, también fue publicado por esta editorial. Un mago del lenguaje y la vida.

KATE BRIGGS

Este pequeño arte    (JEKYLL & JILL)  433 páginas

Kate Briggs es la traductora del francés al inglés de La preparación de la novela y Cómo vivir juntos, dos de los tomos de conferencias y notas a seminarios de Roland Barthes en el Collège de France. Además de traductora es profesora del Piet Zwart Institute de Róterdam. Tomando su propia experiencia de traducir las notas de las conferencias de Barthes como punto de partida, Briggs entrelaza varias historias para ofrecernos un retrato de la traducción literaria y de las relaciones entre autores y traductores. Entre otras, narra la historia de las traducciones de Thomas Mann de Helen Lowe-Porter y su difamación póstuma, escribe sobre la relación amorosa entre André Gide y su traductora Dorothy Bussy o recuerda cómo Robinson Crusoe construyó laboriosamente una mesa, para él por primera vez, en una isla no tan desierta. Con Este pequeño arte, un relato bellamente estratificado de una experiencia de traducción subjetiva, Briggs emerge como una escritora verdaderamente notable: distintiva, sabia, franca, divertida y absolutamente original.