Archivo de la categoría: bielorrusia

La cuarta entrega de las novedades de mayo de 2021

EDUARDO LAPORTE

Tiempo ordinario   (PAPELES MÍNIMOS)  135 páginas

Con el navarro Eduardo Laporte (Iruña, 1979) tuvimos un flechazo literario cuando leímos su novela-reportaje La tabla, publicada por Demipage en 2016. Una historia que recreaba la peripecia de un joven que se perdía con su tabla de surf por el Mediterráneo hasta que conseguía “reencontrarse” años después, como le sucedía al periodista que le seguía la pista, que la aventura ajena tuvo también para él un efecto catártico. Luego esa pasión “laporte” continuó con la publicación de sus Diarios (2015-2016) y su pequeña aproximación a Pio Baroja con Barojiano y todo lo contrario. Así que no podemos estar más contentos con la nueva entrega de sus memorias que aparece en Tiempo ordinario, unos diarios que sabemos están escritos entre 2017 y 2020, pero cuyas entradas no tienen una fecha concreta. Estamos ante las reflexiones de una vida marcada por la cotidianidad. Años, como señala la propia contraportada, “atravesados por la urgencia, la mudanza, la lectura, la amistad, la perplejidad y, finalmente, por la pandemia”. Un placer, señor Laporte.

LAURA ALCOBA

Trilogía de la casa de los conejos  (ALFAGUARA)  305 páginas

Laura Alcoba nació en 1968 en Argentina, país que abandonó cuando su familia se trasladó a París huyendo de la dictadura militar. En esta ciudad se licenció en Letras y, tras ejercer de editora y traductora, actualmente es profesora en la Universidad de París X Nanterre. Entre 2007 y 2017 publicó tres novelas cortas, escritas en francés, que fueron recibidas con grandes críticas y el fervor de bastantes lectores. El sello Alfaguara ha decidido editar las tres novelas (La casa de los conejos, El azul de las abejas y La danza de la araña) en solo un volumen. Las novelas son un ejercicio de memoria, de recuperación de los recuerdos de la propia autora, una historia que nace en 1975 poco antes de la dictadura argentina, que atraviesa el exilio en Francia y alcanza hasta la llegada de la adolescencia en un país que quizás sea el propio un día, pero que todavía no lo es. Tres novelas, que son una, cargadas de emotividad y dolor, y escritas con fuerza y delicadeza. Un clásico de la literatura autobiográfica más reciente. Agradecidos, señora Alcoba.

SASHA FILIPENKO

Cruces rojas        (ALIANZA)  197 páginas

Sasha Filipenko (1984, Minsk) es un autor bielorruso de habla rusa. Tras abandonar su formación musical clásica, cursó estudios de literatura en San Petersburgo y trabajó como periodista y guionista. Esta es su cuarta novela. En ella se nos cuenta como un joven llamado Alexander se muda a un apartamento en Minsk. Llega con una tragedia a sus espaldas y ninguna intención de hacer nuevos amigos. Pero Tatiana Alekséievna, su vecina nonagenaria, insistirá en compartir con él sus recuerdos antes de que el alzhéimer los borre por completo. Como mecanógrafa del ministerio del interior ruso durante la Segunda Guerra Mundial, Tatiana tuvo a su cargo la comunicación con Cruz Roja Internacional sobre de los soldados apresados por el bando enemigo; entre ellos, su marido. Después pasaría años en un campo de concentración. La memoria de Tatiana, pronta a extinguirse, se afirma como testimonio de la arbitrariedad del régimen soviético y de la impiedad hacia su propio pueblo. Tiene una pinta formidable. Bienvenido, señor Filipenko.

ANNE CATHRINE BOMANN

Agathe      (ANAGRAMA)  157 páginas

Estamos tan acostumbrados a los clichés sobre la vida y circunstancias de los escritores que lo primero que nos ha llamado la atención sobre la escritora danesa Anne Cathrine Bomann, psicóloga que vive en Copenhague, es que fue doce veces campeona danesa de tenis de mesa. En fin, tonterías. Lo relevante es que su novela Agathe, su debut literario, ha sido traducida a veinticinco lenguas y ha recibido encendidos elogios. Estamos en las afueras de París, en 1948. Un psiquiatra de setenta y un años, a punto de jubilarse, se dispone a recibir las últimas visitas que le ha concertado su secretaria Madame Surrugue. El anciano ha llevado una existencia metódica, rutinaria y aislada, sin abandonar nunca la casa de su infancia y evitando cualquier complicidad con sus vecinos. Entre las últimas visitas, sin embargo, la fiel secretaria ha añadido una no programada: la de una mujer alemana llamada Agathe, con problemas psiquiátricos previos y una vida envuelta en misterio. La cita desestabilizará el ordenado mundo del viejo psiquiatra. El soplo de lo imprevisible se colará en su vida y lo cambiará para siempre, si es que todavía está a tiempo de cambiar. Una novela contenida, breve y arrebatadoramente hermosa y emocionante. Gracias, Anne Cathrine Bomann.

THOMAS WOLFE

Historia de una novela    (PERIFÉRICA)  98 páginas

Thomas Wolfe (Asheville, 1900-Baltimore, 1938) a pesar de su corta vida está considerado como uno de los más importantes narradores estadounidenses de la primera mitad del siglo XX. Su primera novela El ángel que nos mira (1929) obtuvo gran resonancia en su país y en buena parte de Europa. A este libro le siguieron otras obras de igual envergadura, sobre todo Del tiempo y el río (1935). Wolfe es recordado así mismo por sus piezas maestras en formato breve, que Periférica comenzó a rescatar en 2011 con la publicación entre otras de El niño perdido o  Hermana muerte (2014). Historia de una novela, texto autobiográfico publicado en 1936, cuenta cómo después de terminar El ángel que nos mira, el joven escritor comenzó a trabajar en el manuscrito de su segunda gran obra. Lo que el autor, todavía inmaduro, no alcanzaba a prever es que esa experiencia se transformaría en una aventura intelectual y emocional que duraría más de un lustro. Un documento maravilloso que nos permite asomarnos a las intimidades de un proceso creativo y, a la larga, nos obliga a establecer conjeturas acerca de las complejas relaciones entre un autor y su editor, que en este caso era nada menos que Maxwell Perkins, el excepcional descubridor de Scott Fitzgerald o Hemingway, que es el protagonista secreto de esta historia. Hay una película de 2016 titulada Genius e interpretada por Jude Law y Colin Firth en los papeles de Wolfe y Perkins, que narra esta historia. Su director es Michale Grandage. Qué bueno redescubrirle, señor Wolfe.

El poema. Natalia Litvinova, bielorrusa-argentina

foto-natalia-litvinovaLas aguas perturbadas de la memoria

No se alisarán.

Todos los días me iré de mi niñez.

Regresaré sucia antes de que anochezca

Y me sentaré a la mesa.

¿Viste si floreció el lino?, preguntará mi padre.

Mi madre le ofrecerá té con descuido,

Molesta por algo que desconoce

O desatenta con lo humano, como si se imaginara

Danzando entre las hermanas flores.

El tiempo se mueve en ríos subterráneos

Y las aguas turbulentas del recuerdo no descansan.

Es madre servirá té para siempre,

Ese padre se irá una y otra vez.

No levantaré la mirada para verlo,

Lo reconstruiré como una ciega,

Como las imágines salpicadas

En los lienzos de Pollock.

Este poema se titula Lienzo de la memoria y lo ha escrito la bielorrusa Natalia Litvinova. Nació en Bielorrusia en 1986, pero vive en Argentina desde que era una niña. Este poemario publicado por la editorial La Bella Varsovia se titula Siguiente vitalidad y tiene como leiv motiv la infancia perdida, el destierro, el pasado, esa otra vida que dejan las personas que tienen que abandonar su país y comenzar de nuevo en otro lugar. Fundamentalmente es el anhelo de volver a los lugares donde creció, a la infancia donde fue feliz; lo que cuenta en este poemario la escritora bielorrusa.

Goizalde Landabaso