Guillermo MartÃnez es un escritor argentino que se dio a conocer en todo el mundo con un thriller ambientado en una vetusta universidad inglesa titulado Los crÃmenes de Oxford, una novela que fue adaptada al cine por el bilbaino Alex de la Iglesia. En aquella historia MartÃnez proponÃa dos duelos de intelectos: entre un asesino en serie y un joven matemático por un lado, y entre el joven matemático y su maestro por otro. El resultado era una novela absorbente que se leÃa de un tirón. Antes MartÃnez habÃa publicado la interesante Acerca de Roderer y después las notables CrÃmenes imperceptibles y La muerte lenta de Luciana B.
En Yo también tuve una novia bisexual , horrible tÃtulo que quiere ser irónico y que lo único que hace es alejar a su lector potencial, MartÃnez cuenta la historia de un escritor argentino que en agosto de 2001 viaja a una pequeña ciudad de un estado sureño de los Estados Unidos para dar un curso de literatura en español. Allà hace algo que le rogaron encarecidamente que no hiciera, enamorarse de una joven estudiante. La historia deriva entonces hacia un romance tórrido siempre amenazado por la posibilidad de que les descubran y de que ella sea expulsada de la universidad ó él del paÃs. La joven tiene una vida compleja marcada por una relación lésbica –de ahà el tÃtulo de la novela- que no salió bien, que acabó en maltrato. En ese estado de inquietud se produce un acontecimiento histórico demoledor, el 11-S y entonces el profesor se transforma en alguien peligroso porque en su tiempo fue un comunista perseguido por las dictaduras argentina y chilena.
Una novela de gran intensidad, que ahonda en una relación amorosa ardiente y compleja, y que se centra también en las peculiaridades del profundo sur estadounidense, donde el racismo sigue latiendo de fondo y donde las relaciones sociales son extremadamente complicadas y tradicionales. Un Lolita sureño en los tiempos del 11 de septiembre.
Enrique MartÃn
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