Patricio Pron, exuberante e inteligente talento literario

Patricio Pron es un escritor argentino que vive en España. Ha publicado, con éste, cuatro libros de relatos y cinco novelas, la última es la aclamada El espíritu de mis padres sigue subiendo en la lluvia. Es un escritor de enorme talento. Cuando lees por primera vez uno de sus libros te das cuenta. “Estamos ante un escritor”, te dices. “Un tío con ideas, que tiene claro lo que quiere contar y cómo hacerlo”, sentencias.

La vida interior de las plantas de interior reúne doce relatos, doce historias repletas de personajes solitarios, que saben que son uno con su destino, a pesar de que puedan estar rodeados de miles de individuos con circunstancias que les puedan afectar y amargar la existencia. Hay, por ejemplo, un jurado literario que se topa con un cuento extraordinario y un autor apabullante. Hay un perro, que sabLIBRO.La vida interior de las plantas de interiore que es un ser único, porque es el perro de Picasso. Hay un viajero que va de Amsterdam a Madrid y viceversa en busca de un amor en tránsito. Hay una mujer que deambula por el mundo huyendo de un pasado en el que fue actriz porno. Hay un niño que contempla un terrible accidente de tráfico y que acaba autolesionándose gravemente. Hay una trompetista en busca de un bajista al que encuentra para perderlo de manera cruel. Hay una dependienta de una floristería que se enamora de un cliente que ha perdido su cartera. Y hay incluso un escritor en pleno bloqueo que se va a vivir a un edificio donde también vive un escritor famoso. Además hay dos historias circulares realmente bellas, una que acontece un día cualquiera (el sábado 27 de marzo de 2010) y en el que se encadenan acontecimientos sorprendentes y otra que toma como referencia a una peluca que flota en la Gran Mancha de Basura del océano Atlántico.

En los cuentos de Patricio Pron la sorpresa no está al final, sino en el desarrollo de las historias. El asombro aparece cuando leemos las primeras líneas del relato. Puede haber “golpe de efecto”, pero no es necesario. Es la mirada la que hace que la cotidianidad se vuelva extraña, la que hace brotar coincidencias asombrosas. Una mirada ingeniosa, juguetona, irónica, a veces terrible y a veces dulce. Una mirada que se apoya en un gran dominio de las palabras y en un ritmo natural del fraseo, un ritmo nada impostado. Y con un mensaje final, a pesar del tono de las historias, claramente esperanzador: en la mano de cada uno está virar la trazada de nuestra vida, aunque existan muchos escollos en el camino que nos puedan hacer zozobrar.

Patricio Pron, talento en bruto en fase de refinamiento. Este escritor nos va a dar muchas alegrías.

Enrique Martín

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