Süskind, el amor, la muerte y el gusto por narrar

Patrick Süskind (Ambach, 1949) puso en 1985 a la literatura alemana en el mapa como no lo había estado desde los tiempos de Gunter Grass y El tambor de hojalata. Su novela El perfume se convirtió en todo un fenómeno editorial, sobre todo en Europa, y vendió veinte millones de ejemplares. Después fueron llegando a nuestras librerías el monólogo teatral, mítico ya, El contrabajo y otros libros como La paloma, La historia del señor Sommer y Un combate y otros relatos, libro éste que apareció en 1996. Y después llegó el silencio, la ola de la fama arrasó al alemán.LIBRO.Sobre el amor y la muerte

Hace unos años Süskind regresó con un curioso ensayo, Sobre el amor y la muerte, en el que se reflexiona sobre las peculiares relaciones entre Eros y Tánatos, y que ahora se reedita. Un ensayo que utiliza tres casos amorosos, que se cuentan a modo de relatos, para ilustrar las teorías del autor. ¿Y cuáles son éstas? Pues en primer lugar que “en el enamoramiento y en el amor se manifiesta una buena porción de estupidez”, y que no hay más que leer veinte ó treinta años después las cartas, ó ahora los correos electrónicos, que enviamos a la persona amada cuando estábamos enamorados para que nos muramos de vergüenza. Porque como dice Süskind se produce “una estupidificación temporal del ser humano por el amor”, que hace imposible “sostener una conversación normal con un enamorado, y muchos menos sobre el objeto de su amor”. Y es que “las parejas enamoradas tienden con frecuencia al autismo común ó a la arrogancia –también- común”. Y la segunda teoría es que para algunos –pocos, gracias a Dios– la sublimación del amor se consigue con la muerte. Es cierto que el suicido por amor –“la sociedad impide nuestra relación”- es cada vez más un vestigio del pasado, pero también es cierto que todavía haya gente que defiende el “la maté porque era mía”.

Süskind se apoya en autores como Sócrates, Platón, Goethe y Kleist para “adornar” sus postulados, y también en la odisea de Orfeo en busca de su amada muerta en el Inframundo y en la historia de Jesús de Nazaret y su “peculiar” manera de amar al pobre Lázaro al que dejó morir para después resucitar. Un libro ingenioso, divertido, profundo, erudito, provocador y muy bien escrito. ¿Se atreverá de nuevo Süskind con la narrativa? Estaremos esperándole con ganas.

Enrique Martín

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