Chernóbil en la memoria de Ander Izagirre

El 26 de abril de 1986 se escribió una de las páginas más negras de la historia de la humanidad: ese día tuvo lugar el accidente nuclear de Chernóbil. En el libro Txernobil txiki bat etxe bakoitzean el escritor y periodista Ander Izagirre recrea las horas y los días posteriores al desastre y también nos muestra la situación actual de la zona, que el donostiarra tuvo ocasión de visitar.

Este libro publicado por Gaumin, una editorial dirigida por el escritor Fernando Morillo, nos habla del viaje que Julia Bondarenka, una profesora que aquel 26 de abril tenía 13 años realiza a la tierra donde creció 28 años después del accidente. Ella va acompañada por Igor Balantxu, antiguo soldado y actualmente chofer de una organización sin ánimo dLIBRO.Txernobil txiki bat etxe bakoitzeane lucro.

En Txernobil txiki bat etxe bakoitzean Izagirre relata cómo la cotidianidad, la tranquilidad, se rompió en mil pedazos y para siempre en unas pocas horas. Sabemos que durante las primeras horas las autoridades soviéticas trataron de ocultar la magnitud de la tragedia. Durante los primeros días apenas dieron indicaciones y la información se dio con cuenta gotas, algo que tuvo graves consecuencias. En esta historia se habla también de héroes anónimos, de cantidad de personas que entregaron su vida para contener el desastre. Del mismo modo, y como reverso triste, se nos cuenta cómo después los supervivientes que ayudaron en aquellos  momentos y que pusieron en juego su salud recibieron muy poco por parte de las autoridades llegando incluso a tener problemas para encontrar un empleo.

Ander Izagirre nos pasea por el Chernóbil de la actualidad, mucho más ajetreado de lo que cabría imaginar, ya que hay muchas personas trabajando allí, en tareas de mantenimiento y seguridad. Pero también nos lleva a Prípiat, una ciudad fantasma, abandonada totalmente.

Bien, pues este interesante trabajo ha sido escrito siguiendo los criterios del sistema de “lectura fácil”. Este formato está dirigido a personas con dificultades lectoras o de comprensión. Tal y como expuso Morillo el objetivo es que los jóvenes amen y disfruten de la literatura, que no la sientan como una obligación. Bienvenido, pues, este sistema.

Txani Rodríguez

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