Los raros. Mendigos y orgullosos, de Albert Cossery

LIBRO Mendigos y orgullososAhora Gohar estaba despierto. Acababa de soñar que se ahogaba. Se incorporó sobre un codo y miró a su alrededor con ojos de recelo, todavía aturdido por la noche reciente. No volvió a soñar, aunque la realidad se acercaba tanto a su sueño que, por un momento, permaneció perplejo, plenamente consciente de un peligro que lo amenazaba. “¡Por Alá!” pensó “¡es la riada! El río se lo lleva todo”. Pero no intentó huir ante la inminencia de la catástrofe. Por el contrario, permaneció aferrado al sueño como un náufrago, y cerró los ojos”.

Así comienza Mendigos y orgullosos de Albert Cossery, un escritor egipcio de expresión francesa, que murió en 2008, con 94 años cumplidos, y al que pusieron el apelativo de “príncipe de la pereza” por motivos obvios. Vistió siempre con extrema elegancia y desde que se estableció en París una vez acabada la II Guerra Mundial, no volvió a trabajar jamás. Se dedicó solo a escribir con absoluta parsimonia: decía que redactaba como mucho, dos frases a la semana. Aun así, este escritor atípico nos legó ocho novelas, escritas la mayoría de ellas en la misma habitación del modesto hotel parisino donde residió los últimos 57 años de su vida.

La más conocida fue Mendigos y orgullosos publicada originalmente en 1955. La novela podría transcurrir en El Cairo natal del autor. Por las callejuelas del barrio árabe, entre una variopinta fauna humana, discurren los cuatro personajes principales de la trama, que tienen mucho de símbolos. Gohar es el intelectual que ha renegado de su pasado como profesor, y ha encontrado la paz viviendo en la extrema pobreza y consumiendo el hachís que le proporciona su fiel amigo Yeghen, el traficante y poeta de asombrosa fealdad, que representa la alegría de vivir y posee un espíritu casi tan agudo como el de su maestro. En contraste con ellos está el funcionario Al Kordi, supuesto revolucionario cuyas buenas intenciones quedan siempre anuladas por su naturaleza frívola e inconsecuente. Y por último, el inspector de policía Nur al Dim, quien disimula su homosexualidad mientras soporta un trabajo que le hace desgraciado.

El inspector Nur al Dim deberá aclarar el asesinato de una joven prostituta acaecido en el burdel de Set Amina donde Gohar ejerce, a veces, de contable. Pero le será muy difícil porque a Gohar y a Yeghen, los dos principales sospechosos, y en general a los miserables pero orgullosos habitantes del barrio árabe, el mundo no les parece serio, ni aceptan la autoridad de Nur al Dim, ni los supuestos valores progresistas que éste encarna, de ahí el paradójico final.

Escrita con un estilo sobrio e incisivo, como las ideas que expresa, Mendigos y orgullosos es una novela espléndida que trasciende los géneros para convertirse en una rotunda impugnación de buena parte de los valores occidentales. El autor arremete, por ejemplo, contra conceptos falsos como el de dignidad (solo son indignos los muertos, según Gohar) o el de progreso, siempre cargado de angustia. La editorial Pepitas de Calabaza se ha propuesto editar toda la obra de Albert Cossery y ha empezado por esta provocativa novela, cuya lectura les hará disfrutar y reflexionar al mismo tiempo: Mendigos y orgullosos.

Javier Aspiazu

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