El tocho. El cuaderno gris de Josep Pla

libro-el-cuaderno-gris9 de Julio. Es incontable el número de personas que piensan que no se han de morir nunca, que están absolutamente seguras –en virtud de la seguridad inconsciente, que es la más fuerte- de quedarse para siempre en esta tierra. Casi todo el mundo, quizá todo el mundo. El hombre no está construido para pensar en la muerte…. En virtud de este curioso fenómeno defensivo, la capacidad racional del hombre se encuentra permanentemente minimizada por esta amnesia. Vivir implica una capacidad racional limitada, incompleta. Así, la razón humana, abstraída de la presencia de la muerte, se convierte en lo que exactamente es: un puro juego pedante…

Este es un fragmento de El cuaderno gris de Josep Pla, un maestro indiscutible de las letras catalanas del siglo XX. La amplísima obra de Pla comienza con este célebre diario, escrito a lo largo de un periodo de dieciocho meses, cuando el autor, veinteañero, terminaba su carrera de derecho. Profundamente reelaborado, se publicó por primera vez en 1966.

La primera parte del Cuaderno, redactada entre marzo de 1918 y enero de 1919, transcurre íntegramente en Palafrugell, la capital del Ampurdán, y sus inmediaciones. La virulenta epidemia de gripe que se desataba por entonces en Barcelona obligó a interrumpir la vida académica. El estudiante Pla vuelve a la casa familiar y, sin nada que hacer, se engolfa en la descripción del paisaje ampurdanés y en el retrato de los tipos humanos. El autor exhibe una sensibilidad pictórica para describir la naturaleza y los tonos del cielo y el mar. Y una predilección acusada por el retrato de personajes singulares: payeses, pescadores y algunos notables de la burguesía local, con quienes comparte tertulia de café. Sobre todo, las ideas paradójicas, con un punto socarrón y conservador, de estos últimos, son recogidas fielmente a través de conversaciones de una sorprendente agudeza. El eco de la guerra mundial, que se acaba al otro lado de la frontera, está a menudo presente. Pla comenta con sarcasmo las enormes fortunas que se están creando, de las que dan signos ostentosos algunos de los veraneantes en la cercana playa de Calella, una de las más bellas de la costa de Girona.

La segunda parte de El cuaderno gris, una vez reanudado el curso académico, transcurre en Barcelona entre enero y noviembre de 1919, y el diario se convierte entonces en una crónica satírica de la vida universitaria, y en una descripción vivaz de la intelectualidad barcelonesa, con la lucha sindical y el enfrentamiento armado entre obreros y patronos de fondo. Los retratos, a base de pinceladas sucesivas, que el autor realiza de figuras clave de la cultura catalana como Eugenio D’ors, Francesç Pujols o Josep Maria de Sagarra, entre otros muchos, son inestimables. Y sus apreciaciones literarias, abundantes en el diario, son tan críticas como certeras.

Escrito con un estilo sobrio, extremadamente preciso en la adjetivación, y con una atractiva mezcla de ironía y sensualidad, El cuaderno gris constituye un documento de época de enorme interés. La meritoria traducción de Dionisio Ridruejo para ediciones Destino, les permitirá disfrutar en castellano de uno de los grandes logros de la literatura catalana del pasado siglo: El cuaderno gris, de Josep Pla.

Javier Aspiazu

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