Es el amor de vida, se repite una y otra vez. Observa su rostro hundido en la almohada, durmiendo con la boca abierta , emitiendo a rÃtmicos intervalos un silbante resuello. Es el amor de mi vida susurra el PrÃncipe de Gales, mirando ahora el hilo de babilla que se desliza hacia la sábana. Es el amor de mi vida, y lo peor es que ya no tengo plan B.
Roberto Moso
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