Rasputin eta San Petersburgoko gauak es la nueva novela que el escritor tolosarra Joxemari Iturralde ha publicado en la colección Ateko Bandan de Elkar, un trabajo que se centra en la figura del controvertido místico ruso. Hacía gala Rasputín de ser un sanador misterioso, un hombre capaz de prever el futuro y de dominar las técnicas de la hipnosis. Además, este libro recrea al Rasputín de la leyenda: el de los excesos con el alcohol y las noches orgiásticas. Pocas veces dormía solo, Rasputín. En cualquier caso, alcanza tal fama, que este personaje es llamado a Palacio para  que trate de curar al zarévich Alexis Nikolaevich, que padecía hemofilia. Tras su visita el niño mejora lo que hace que su fama aumente y que la zarina Alejandra poco menos que bese el suelo por donde pisa el sanador.

La suerte de Rasputín y de la dinastía Romanov es bien conocida: al místico lo asesinaron el príncipe Félix Yusúpov y el Gran Duque Demetrio Romanov para terminar con su influencia sobre la zarina. Y después de la revolución de octubre, la familia imperial fue fusilada. La época tan convulsa como interesante se refleja bien en esta novela que encierra escenas muy bien resueltas. Además, Iturralde introduce dos personajes, Esteban Urtunsaustegi y Jeanne Munitxa, que nos resultarán muy cercanos. Ambos trabajaban al servicio de importantes personalidades de aquel agitado San Petersburgo. Esteban trabajaba para uno de los médicos del zarévich y Jeanne para el príncipe Félix Yusúpov, que según se afirma en este libro veraneaba en Biarritz.

Por eso el entretenido relato de esta historia de zares, conspiraciones, revoluciones, venganza y muerte comienza con el paseo de dos primos quiénes eran aquellos rusos que vivían en el barrio de Lá Negresse.

Txani Rodríguez