E.M. Delafield y las desventuras cotidianas femeninas

E.M. Delafield nació en 1890 en Inglaterra. Era hija de una famosa novelista de la época y recibió una educación clásica y victoriana. Llegó incluso a entrar como postulante en un convento belga. Pero ocho años después se casó con un ingeniero de caminos con quien viviría durante una larga temporada en el sudeste asiático.

Delafield fue una escritora muy prolífica; firmó más de una treintena de novelas. En 1929 la editora de una revista feminista le pidió que colaborara con una columna.LIBRO.Diario de una dama de provincias Y así nació este Diario de una dama de provincias, que tal y como señalaron en el The New York Times fundó un género: el de la narración en primera persona de las desventuras cotidianas femeninas. Es el antecedente por tanto de libros tan populares Diario de un ama de casa desquiciada, El diario de Bridget Jones o Sexo en Nueva York.

En este diario nos encontramos a una dama de provincias que vive una cotidianidad procelosa, que a veces la sobrepasa. La narradora vive en una bonita casa de campo. Allí la vemos bregar con la economía doméstica, con su algo susceptible cocinera, con la institutriz de sus hijos, y con su vecina, la entrometida Lady B. Forma parte de un club del libro y la jardinería, especialmente los bulbos de interior, la llevan por la calle de la amargura. Su marido interactúa lánguidamente y tiende a quedarse dormido leyendo el Times. La dama de provincias nos da buena cuenta de las fiestas a las que asiste, de las compras navideñas, de las reuniones familiares, de sus reencuentros con antiguas amigas, de sus vacaciones en el sur de Francia pero también comparte sus dificultades para equilibrar la economía familiar.

Las entradas del diario no son demasiado extensas, y la dama se revela enseguida como una mujer enérgica, inteligente y dueña de una fina ironía. En su diario traslada también sus dudas internas y se va dejando notas mentales a modo de recordatorios,  relacionados frecuentemente con la intendencia de la casa.  El resultado de todas sus entradas y acotaciones constituye un buen reflejo de la alta sociedad inglesa de la época. Y para la época que es no dejan de sorprender algunas anotaciones sobre los roles de esposa y madre que efectúa esta dama de provincias, esta heroína de las plantas de interior.

Txani Rodríguez

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