Espectacular alarde gráfico. Con estas tres palabras se resume la adaptación al cómic que han hecho el guionista y crÃtico Santiago GarcÃa y el dibujante David RubÃn del poema épico anglosajón Beowulf. Esta historia escrita entre los siglos VIII y XI, y que durante mil años ha influido en poetas y novelistas, contiene la fuerza arrolladora de lo humano enfrentado a lo salvaje y sobrenatural.
La figura del guerrero escandinavo Beowulf emerge poderosa cuando llega a lo que hoy es Dinamarca, dispuesto a acabar con el monstruo Grendel que lleva doce años masacrando a los súbditos del rey Hrotgar. Beowulf desembarca en una tierra bañada en sangre y encogida por el miedo, le reciben con agradecimiento pero auguran su muerte inevitable, y rompe todos los esquemas del rey y su corte cuando anuncia que se enfrentará a la bestia sin armas, porque no es correcto usar el acero contra un enemigo que sólo tiene dientes y garras. Comienza asà una epopeya en la que Beowulf mata a Grendel con las manos desnudas; luego, en un siniestro pantano, lucha a muerte con la madre del monstruo, y cincuenta años después, en el ocaso de su vida, convertido en rey, libra un último enfrentamiento con un dragón que aterroriza a su pueblo.
Una historia primigenia, donde se siente y respira el aire pesado de una época tan oscura como legendaria. Páginas llenas de sangre y violencia en las que un David RubÃn en estado de gracia demuestra que es uno de los mejores dibujantes de la actualidad. Grandes viñetas, soberbias ilustraciones a doble página y un fantástico uso del color nos hacen disfrutar con la visión y lectura de un cómic que, como los buenos vinos, se saborea después de envejecer varios años en barrica. Y es que Santiago GarcÃa escribió el primer guión de Beowulf hace más de una década. Fue su primer proyecto profesional en el mundo del cómic, el dibujante iba a ser Javier Olivares, pero el destino impidió llevarlo a buen puerto.
Y ahora, la herida se cierra. Beowulf es una realidad. El cómic, publicado por la editorial Astiberri, cumple un viejo sueño e incluye un epÃlogo firmado por el propio Javier Olivares. Poético final para una de las obras más espectaculares del año. No os la perdáis.
Iñaki Calvo